Ley Zanahoria traerá más desempleo

R epresenta al sector más vulnerable en el negocio de la diversión y el expendio de bebidas alcohólicas. Amado Abrego, un veterano dirigente sindical de origen interiorano, curtido en las tareas de defensa de su gremio, dice las cosas tal cual las percibe en relación con esta norma que se discute. La llamada Ley Zanahoria es para los miembros del Sindicato de Saloneros, Cantineros y Cocineros de Panamá es una especie de “dolor de cabeza” que, según sus propios cálculos, solo llevaría el desempleo y el hambre a sus respectivos hogares. Abrego, su actual secretario general, expone sus criterios:

N o hemos tenido ninguna relación ni han llamado para nada y solo por los periódicos nos hemos dado cuenta que hay un proyecto, que perjudica enormemente al sindicato y a nuestros miembros, que tienen un cúmulo de tiempo trabajando en esos lugares y creemos que un proyecto de esta naturaleza, totalmente inconsulto. Hay un sindicato muy conocido por toda la población por su presencia en los hoteles, en los bares y en las discotecas el sindicato de cantineros es conocido, y por eso nos extraña el que no se nos haya tomado en cuenta para nada de estas cosas.

Nos puede afectar enormemente. Usted no tiene idea en qué dimensión nos va a afectar. Hay trabajadores de muchísimos años en esos bares, en esas discotecas y creemos que un proyecto —si se llega a aprobar— ¿Quién va a salir responsable de las prestaciones sociales de ese gran número de trabajadores con añales de servicio en esos bares? ¿Dónde dice en la ley sobre las indemnizaciones a las organizaciones gremiales? Porque al que se le obliga a cerrar un establecimiento por ley no tiene la obligación de pagar ningun compromiso social, porque lo están obligando a cerrar su negocio. Si usted tiene una cantina y lo obligan a cerrar y no tiene el dinero para indemnizar a sus trabajadores ¿Cómo hace?

Entiendo que no se trata de cerrar los bares, sino regular el horario de expendio de licor…

De todas maneras, si se regula el horario de bares en este país lo que va a haber disminución de horarios de trabajo, compañero. Usted lo sabe como periodista y en este país todo el mundo lo sabe que va a haber reducción de los turnos. Si me regulan un solo turno, por decir algo, tengo que eliminar al trabajador que lo cubre ¿Cómo quedamos?

Yo digo que miles, porque lo que abunda en este país —en el interior de la República y en todas las provincias— hay cantinas, y ese es un medio de emplear a la gente. Es como con los restaurantes y esos negocios que llaman parrilladas (que no son más que cantinas donde se vende comida) hay mucha gente trabajando.

Mire señor periodista, yo no creo que eso sea así. Porque desde el momento en que se implemente esa ley y la pongan en función habrán muchos dueños de establecimientos, si se les presenta la oportunidad, van a hacer nuevos horarios y en esto van salir afectados los trabajadores de Veraguas, los de Chitré y de las demás provincias.

No. No hemos tenido la oportunidad de hablar, porque ellos no nos han tocado el tema y como saben que somos sus empleados nunca están muy de acuerdo con nosotros, porque las convenciones colectivas que tenemos, que son el fuerte de nuestro sindicato, les toca a ellos cumplirlas y por eso creo que no quieren el diálogo; aunque estimo que esa conversación sería muy fructífera porque podríamos llegar a muchos acuerdos.

Sí como no, estamos afiliados a la Central Nacional de Trabajadores (CNTP) y una afiliación a la Federación de la Alimentación que incluye al Sindicato de la Cervecería Barú-Panamá y al Sindicato del Transporte de Panamá Viejo.

Mire, yo tengo que ser respetuoso en esto. Si se han dado casos, han sido muy aislados. No se puede decir que los bares y las discotecas son las causantes de la perversidad y la maleantería que existe actualmente. Yo no creo que eso sea así. Rotundamente te digo en esta entrevista que eso no es tan cierto.

Sencillo. El fuerte de ellos no es vender licor, sino el juego. Posiblemente ni les afecte el cierre del bar porque la gente se concentra en la chinguia (juego) y otros que llevarán su “pachita” (las tres medidas de envases de licor inferior a la botella) en el bolsillo.

Quiero hacer un llamado a los dueños de bares y discotecas de que estamos anuentes de conversar con ellos y decirles que tenemos muchos elementos en común para decidir por dónde encabezar la lucha, porque al final, esta cosa nos va a perjudicar a todos. A nosotros porque vamos a quedar con menos socios y ellos quedarán con menos ganancias, porque le van a cerrar sus negocios en horas muy productivas. Lanzo ese llamado.