Los riesgos de ser un ciudadano de a pie

Actualizado
  • 18/06/2010 02:00
Creado
  • 18/06/2010 02:00
PANAMÁ. ‘¡Párate allí, dame la cartera, saca todo lo que tengas en los bolsillos... ‘pasa’ el reloj y apúrate!’.

PANAMÁ. ‘¡Párate allí, dame la cartera, saca todo lo que tengas en los bolsillos... ‘pasa’ el reloj y apúrate!’.

Estas fueron las palabras que dijo un hombre con el tono particular de los delincuentes panameños.

¿Quién era? Mario, la víctima, nunca lo supo. Esa noche, por vez primera en sus 27 años, el joven sintió el frío de la muerte. El ladrón le apuntó en la nuca con un arma de fuego. Lo despojó de sus pertenencias y se dio a la fuga. El robo ocurrió a las 7:30 p.m. en Calle 25, Calidonia, ante la mirada atónita de muchas personas que, después de una jornada de trabajo, acuden al lugar en busca de taxis piratas para dirigirse a sus casas en el sector oeste de la capital panameña, dada la insuficiencia del sistema de transporte público.

Esa realidad se hace cada vez más patente no solo en Panamá, sino en toda la región latinoamericana.

El último Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos afirma en el numeral 29: ‘...en la mayoría de los países del Hemisferio se han incrementado en forma constante los delitos contra la propiedad, como atracos o hurtos. Resulta difícil establecer las tasas promedio para toda la región debido a la ausencia de indicadores objetivos’.

El informe, que fue preparado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, advierte en el numeral 30: ‘Por primera vez en décadas, en los países de América Latina, la delincuencia aparece como la principal preocupación para la población, superando al desempleo. La seguridad aparece como una demanda cotidiana en el debate político y ciudadano’.

La ministra de Gobierno, Roxana Méndez, dijo que la presentación del informe ‘es una excelente oportunidad para incluirlo como referencia en las mesas de trabajo por la seguridad ciudadana, que desarrolla el gobierno con grupos de la sociedad civil’.

TOCA LAS ALTAS ESFERAS

A pesar de que la problemática afecta más a los sectores de bajos y medios ingresos de Latinoamérica, ya golpea a los de altos ingresos, en donde la tasa de homicidios alcanzó el 21.4% por cada 100 mil habitantes. La clase política tampoco escapa de la criminalidad. En marzo del año pasado fue asesinado el entonces director del Instituto Nacional de Cultura, Anel Rodríguez.

Rodríguez quedó atrapado en medio de una balacera entre policías y miembros de seguridad privada contra una banda criminal que pretendía asaltar un auto que transportaba dinero.

La representante regional de Derechos Humanos, Carmen Rosa Villa, expresó que ‘es importante la atención a las víctimas de la violencia: asistencia médica, legal, psicológica, social e indemnización personal o a los familiares’.

Para el sociólogo Gilberto Toro, ‘el informe refuerza todo lo que hemos estado diciendo: acciones preventivas antes que represivas’.

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