La carretera más cara de nuestra historia vial

Actualizado
  • 23/08/2010 02:00
Creado
  • 23/08/2010 02:00
PANAMÁ. El Gobierno ha reiterado su interés en construir una carretera que una las provincias de Colón con Bocas del Toro, bordeando el ...

PANAMÁ. El Gobierno ha reiterado su interés en construir una carretera que una las provincias de Colón con Bocas del Toro, bordeando el hermoso paisaje de casi toda nuestra costa atlántica. ¿Cuánto nos costaría a los panameños un proyecto que casi atraviesa el país entero, por zonas vírgenes y en manos de particulares?

En tiempos de muchas promesas y gran expectativa por el arranque de las megaobras, surge ahora la ejecución del proyecto de reparación y ampliación de la autopista Arraiján-La Chorrera. Son aproximadamente 18 kilómetros de longitud de una vía inaugurada en 1981, a un costo de 29,3 millones de dólares, y por donde hoy circulan unos 20 mil vehículos diariamente.

Y es que la pregunta sobre los costos en la ejecución de la llamada ‘La Gran Costanera’ guarda estrecha relación con el proyecto de la autopista aludida, ya que su rehabilitación deja más interrogantes que respuestas satisfactorias.

El Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha dispuesto casi 150 millones de dólares provenientes del Tesoro Nacional en una operación que los especialistas, tanto de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), como de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), consideran ‘muy costosa’.

LAS ESPECIFICACIONES

Lo que indican los términos de referencia del Proyecto de Diseño y Construcción para la Rehabilitación y Ensanche de la Autopista Arraiján-La Chorrera es que rehabilitará de forma integral el pavimento de hormigón de cemento Portland existente; se adicionará otra estructura de pavimento (un carril a cada lado); se removerán los hombros existentes ‘procurando reutilizar este material’ y se construirán nuevos hombros de hormigón de cemento Portland a ambos lados. También, en el centro de la nueva vialidad, se colocará una barrera del tipo New Jersey y se colocará un sistema de iluminación consistente en postes metálicos e iluminación doble cada 50 metros.

LA LICITACIÓN CUMPLIDA

La responsable de esta obra es la empresa Transcaribe Trading, S.A. (TCT), quien presentó la oferta ‘más baja’ en la licitación ($149,8 millones), compitiendo con la costarricense MECO ($156,27 millones) y Constructora Urbana, S.A. ($158,9 millones). Tiene, según el compromiso contractual, dos años y medio para entregar los trabajos a satisfacción.

Hasta allí todo marcha bien. No obstante, Ulises Lay —un experimentado ingeniero civil que considera ‘necesaria’ esta ampliación— y tras consulta de La Estrella, mira ‘un poco alto’ el precio por kilómetro de esta nueva vialidad.

LOS NÚMEROS NO MIENTEN

En matemática simple, el costo de cada uno de los 18 kilómetros se ajusta en 8,3 millones de dólares.

Los números de Arraiján-LaChorrera colisionan con los cálculos de los precios de referencia por kilómetro en otros proyectos viales que actualmente ejecuta el MOP como: Divisa-Chitré ($2,5 millones), La Villa-Las Tablas ($2,8 millones) y David-Boquete ($2,6 millones).

El costo estimado de 8,3 millones de dólares por un kilómetro para Arraiján-La Chorrera rebasa, y con creces, los 6,6 millones por kilómetro de la autopista Alberto Motta Cardoze, considerada hasta ahora como la más onerosa de nuestra historia republicana. Y genera inquietudes cuando se toma en cuenta que ni en Arraiján ni en La Chorrera habrá que indemnizar a nadie porque en su totalidad la obra se ejecutará en terrenos nacionales.

EN DEFENSA DE LO ACTUADO

En la justificación de estas cifras surgen las manifestaciones de figuras ligadas a Obras Públicas.

Jorge Ruiz, por ejemplo, es el responsable de la Dirección de Contratos del MOP. En su lectura, se justifica cada centavo involucrado en esta operación, porque no se trata de una simple reparación de la vialidad existente.

‘Se desmantela todo para hacer una carretera completamente nueva. Se tritura el actual (el concreto) y se utiliza como capa base y después se le va a tirar el nuevo concreto. Todo es nuevo... Nunca se ha hecho (este trabajo) en el tiempo que tiene esta autopista, desde 1980’, dijo. Pero el contrato no dice exactamente esto, ver recuadro superior.

UNA PREGUNTA OBLIGADA

Sin embargo, eso no es lo plasmado en los términos de referencia del proyecto. ¿Quién garantiza que Transcaribe Tranding al final cumpla con lo que asegura el actual director de Contratos del MOP? ‘Lo que no está escrito no existe’, dicen los más viejos.

Eliécer Broce, director de Inspecciones del MOP, al parecer tiene esa respuesta: ‘Las empresas que realizan trabajos para este ministerio deben dar fiel cumplimiento a lo solicitado; de lo contrario, serán sancionadas’.

Benjamín Colamarco, sin embargo, aunque no es un profesional de la ingeniería civil, revive sus recientes experiencias como titular de Obras Públicas, y defiende lo actuado hasta la fecha y considera ‘razonable’ el precio de la obra. ‘Esa autopista tiene problemas muy serios en la reposición de losas’, acota.

VOCES AUTORIZADAS

Pero más que manifestaciones de buenos deseos por parte de funcionarios y ex funcionarios, hay una realidad de a puño y tiene que ver con el cumplimiento de una serie de requisitos técnicos que hay que seguir para llegar a una conclusión sobre el costo definitivo de un proyecto con estas características y eso es algo que hasta ahora nadie ha explicado con respecto a Arraiján-La Chorrera.

EL VALOR REAL

La Comisión Vial de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos sostiene que para precisar ‘el valor real’ de un kilómetro de carretera se requiere tomar en consideración varios elementos técnicos como: alineamiento, reubicación de las utilidades, indemnizaciones, estudios de impacto ambiental, de tránsito, geotécnico, de diseño geométrico, de pavimento, de drenaje, costos directos e indirectos; transporte y movilización de los equipos e identificación de las fuentes de materiales, plantas de producción de hormigón de cemento asfáltico, planta de hormigón de cemento Portland y fabricación de tubos de drenaje, entre otros.

Esta Comisión Vial se muestra en desacuerdo en dar los proyectos con la modalidad ‘diseño, construcción y mantenimiento’, porque no se especifica con exactitud para calcular la vialidad económica del mismo. ‘La SPIA siempre ha insistido en que el diseño tiene que estar separado de la construcción’, agregó Carlos McKlein, coordinar de este estamento técnico-gremial. Con las cosas así se imagina usted lo que nos costaría a los panameños ejecutar, si la Providencia nos asiste, el proyecto de La Gran Costanera con sus 230 kilómetros de longitud, desde Miguel de la Borda hasta Rambala.

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