Vientos de polémica en torno al Diálogo

PANAMÁ. El llamado al diálogo por la libertad de expresión —convocado por el presidente de la República— no solo ha generado suspicacias por parte de la oposición, sino que no termina de convencer a las organizaciones y gremios periodísticos.

Esto debido a que mientras por un lado el mandatario hace un llamado conciliatorio, por el otro a los periodistas se les sigue amedrentando e irrespetando su trabajo.

En los últimos días funcionarios siguen cuestionando el trabajo que realizan los periodistas, mientras que en algunos medios televisivos continúan las cuñas en contra de los comunicadores.

Un ejemplo de lo expuesto fue el hecho que protagonizó ayer el propio mandatario de la nación con una periodista, al culminar el lanzamiento del programa de alfabetización e inclusión digital a través de Infoplazas que impulsa el gobierno.

A pesar de que el jefe del Ejecutivo se mostró abierto a los medios para responder cualquier pregunta, en medio del interrogatorio de la prensa se registró un hecho cuestionable.

Justo cuando la periodista Johany Guevara, de TVN Noticias, le comentó al mandatario: ‘Presidente, se cuestionan también los avances en cuanto a la Ciudad Hospitalaria...’, el mandatario respondió: ‘¿Ciudad Hospitalaria? No... usted saca unas cosas que realmente... ¿Las inventa usted...? Yo no he escuchado eso...’, fue la respuesta de Martinelli a la periodista.

Las palabras del presidente cuestionando la veracidad del trabajo de los medios dejaron un amargo sabor entre los periodistas que se encontraban dándole cobertura al evento.

El presidente de la República también reaccionó a las críticas de algunos sectores de la oposición, quienes ven el llamado del Ejecutivo como una cortina de humo. Martinelli pidió respeto hacia monseñor José Domingo Ulloa, pues fue el arzobispo quien hizo inicialmente la convocatoria nacional.

LLAMADO A LA CORDURA

El Consejo Nacional de Periodismo presentó una carta al arzobispo Ulloa en la que solicitan que el llamado al diálogo tenga como punto de partida un compromiso formal del gobierno para que cesen los ataques y cuñas difamatorias contra periodistas, así como las presiones directas e indirectas contra los medios.

El gremio periodístico calificó como positiva la acción del gobernante, siempre y cuando sus propósitos sean constructivos.