Obra en medio de confusión

PANAMÁ. Padres de familia y estudiantes de la Escuela El Buen Pastor de la Catedral de Vida, en Pueblo Nuevo, amanecieron ayer molestos por los efectos del inicio de la construcción de la trinchera norte del Metro.

Jessica De La Guardia, inspectora del plantel, manifestó que los representantes del Consorcio Línea Uno no se acercaron a comunicarles los efectos del cierre parcial de la Transístmica. ‘Sentimos que hubo falta de información, quedamos reducidos en espacio y el cruce constante de los estudiantes está en riesgo’, destacó.

Helmi Porras, encargada de Participación Ciudadana del Metro, contradice la acusación y señala que en cada uno de los casos donde se realizan trabajos se mantiene una conversación previa con los afectados.

Con el inicio de los trabajos del Metro en la Transístmica se espera que por los próximo 12 meses el tráfico vehicular esté complicado. Las autoridades del Tránsito han dispuesto de un Plan de Circulación en el que se invirtieron las calles de acceso en la vía Fernández de Córdoba y se habilitaron dos carriles adicionales para reemplazar a los existentes. Ayer, los desorientados conductores circulaban con precaución y molestia.

Carlos Ayuso, director de Tráfico y Seguridad Vial de la ATTT, reconoció que los primeros días serán traumáticos en la Transístmica y sus calles aledañas, pero que dependiendo del comportamiento del tráfico, podrían hacerse otros cambios.

Por lo pronto, los semáforos en el tramo afectado quedaron inhabilitados y en su reemplazo, guardias de tránsito se encargan de dirigir el tráfico. En el tramo se construirá el cajón de 100 metros de largo, 22 metros de ancho y 25 metros de profundidad para la tuneladora.