Pasaje ‘cuara en mano’ es historia

Actualizado
  • 16/02/2012 01:00
Creado
  • 16/02/2012 01:00
PANAMÁ.. Una anciana de unos ochenta años se detiene en la entrada de un Metrobús que va hacia Don Bosco. Abre la cartera de mano y mues...

PANAMÁ.. Una anciana de unos ochenta años se detiene en la entrada de un Metrobús que va hacia Don Bosco. Abre la cartera de mano y muestra un abanico de tarjetas. Escarba con agilidad los dedos y saca la de color naranja. ‘¿Cómo es esto?’, pregunta al conductor, quien toma la tarjeta y la posiciona en el lector hasta que marca una luz cuadrada en lo alto del poste. ‘Puede pasar’, le dice.

Esta unidad de Metrobús había partido una media hora antes de la Gran Terminal de Transporte, donde tres personas no fueron admitidas por no llevar la tarjeta de pago. En este punto, a quien pedía ayuda en el uso del dispositivo prepago, el conductor le daba una breve charla de inducción, en algunos casos; en otros, como el de la anciana, utilizaba sus propias manos.

Al pasar a un costado de la Plaza 5 de Mayo, los apresurados trabajadores, media hora antes de las ocho de la mañana, minutos preciados para quienes entran a laborar a las ocho de la mañana, la carpa de venta y recarga de tarjetas extendía una cola larga. Habían rostros arrugados por la impaciencia.

A esa hora, un señor se quejaba por radio y por la televisión de que había comprado una tarjeta en la Feria de La Chorrera y alguien le decía que la mercancía era falsa. Brotaba enojo por los 22 dólares perdidos, pero Daniel Guerra, vocero de la empresa Sonda, descartaba la falsificación y también aseguraba que el sistema nunca se caería, que fallaba el aparato con que se recargaba que no estaba en buena posición.

Para quienes se olvidaron que este miércoles solo se abordaría pagando con dinero plástico, había un único recurso: los diablos rojos de Felipillo, la 24 de Diciembre, Tanara y Chepo.

No todos se olvidaron de comprar las tarjetas. Un hombre, con una alcancía que decía ‘Ministerio del Evangelio de Jesús’, paga y se queda en el pasillo pese a que habían asientos libres. Habla con una voz cansona que no llega hasta el final del bus. Recorre los puestos acercando la lata y luego se sienta.

Para el medio día las aguas estaban calmadas.

La exdirigente de sindicatos Julia Suira intenta pasar su tarjeta en un Metrobús de Pedregal que circulaba por la Avenida Ricardo J. Alfaro. Primero le marcó la luz roja y luego, la verde. En la caseta de El Dorado, dos turistas con acento inglés abordan sin tarjetas. El conductor les habla en castellano que tienen que tener tarjetas y se las vende, al instante la acercan al lector.

Para la tarde, el debate en las casetas era otro: debía o no debía la ATTT quedarse con el dinero de la venta de las tarjetas.

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