China, la encrucijada económica

Esta semana los niveles de contaminación atmosférica en China llegaron a 900 microgramos de partículas sobre los 25 microgramos aceptables. Se suspendieron actividades al aire libre, la construcción, la circulación de vehículos oficiales, decenas de vuelos y miles sufrieron quebrantos de salud. Siendo China el país con mayor población mundial, 1.3 billones de habitantes, la segunda economía del mundo, el mayor exportador y el segundo mayor importador de bienes, las pérdidas fueron millonarias.

Lo sucedido no es sorp resa. En China operan miles de plantas de energía a base de carbón, ya que por décadas el país priorizó el desarrollo económico sobre el medio ambiente y sacrificó su atmósfera, ríos, fauna, vegetación y por ende, la salud de sus habitantes. China es el principal emisor de dióxido de carbono y el principal inversionista en tecnología renovable produciendo más turbinas eólicas y paneles solares que el resto del mundo. El crecimiento económico no significó bienestar social ni buena distribución de riqueza. 300 millones de chinos no tienen acceso a agua potable y el 40% de los ríos están contaminados por desechos industriales y agrícolas. La pobreza y terribles condiciones de vida dirigieron por décadas las decisiones que desembocaron en estos resultados, dejando en segundo plano el cuidado ambiental y la educación. Con tanta experiencia, podrá nuestro país evitar cometer los mismos errores y valorar lo que la naturaleza nos da gratis.

AMBIENTALISTA