‘Panamá entrará en una descomposición de partidos’

Actualizado
  • 20/02/2013 01:00
Creado
  • 20/02/2013 01:00
Desde España, Manuel Alcántara ha probado lo que aquí se ha supuesto por medio siglo, sin mayores evidencias: que la política y el ser ...

Desde España, Manuel Alcántara ha probado lo que aquí se ha supuesto por medio siglo, sin mayores evidencias: que la política y el ser político es un asunto familiar. El estudio que ha inspirado su más reciente obra, ‘El oficio de político’, revela que en Panamá dos tercios de los diputados están en el ruedo por endogamia (actitud social de rechazo a la incorporación de miembros ajenos a un grupo). Aun después de tener su libro impreso, leído y releído, se sorprende: ‘es la tasa más alta de América Latina’, asegura. Alcántara presentó ayer la obra en un conversatorio en el que explicó la mística de los parlamentos latinoamericanos. Hizo hincapié en que la endogamia puede bloquear la profesionalización de la política, según él, el principal cáncer de las formas de gobernar en nuestra región. Panamá no escapa de su mirada crítica. Dependiendo del manejo que se le dé a la contienda electoral de mayo 2014, el país —dice— podría entrar en un proceso irreversible de descomposición de sus partidos.

¿CUÁL ES LA PRINCIPAL FALLA DE LAS ASAMBLEAS DE AMÉRICA LATINA?

La principal problemática es que no tenemos políticos profesionales. Aunque la tradición es que la gente diga que no quiere políticos profesionales, se necesitan. Los políticos son los que se ocupan de la cosa pública, deben tomar decisiones de nuestros impuestos, educación y relaciones exteriores, entonces… ¡que sean profesionales!, que hagan bien el trabajo, preocuparse por la gente, cumplir las promesas que se hacen, no ser un ladrón. Aunque es utópico, es cantinela fácil de decir, se puede lograr a través de mecanismos que procuren introducir criterios de calidad en el proceso de selección de los políticos.

¿EN PANAMÁ SERÍA DIFÍCIL ACOMETER ESO? AQUÍ SE DICE QUE PARA SER POLÍTICO SOLO BASTA CON TENER QUIÉN LO APOYE Y UNA CARA BONITA…

Uno puede ganar una elección siendo cara bonita, siendo deportista o artista, pero el proceso de calidad debe exigir que los políticos digan lo que son. Se necesita transparencia, y un nivel mínimo de preparación. No debe tener un título de afuera, pero sí conocimientos básicos. Debe demostrar que sabe bien lo que va a hacer, que sabe hablar y debatir. Los partidos políticos en Panamá deben saber cómo son sus candidatos, que participen en foros públicos.

¿CÓMO LOGRAR QUE LOS PARTIDOS POLÍTICOS LOCALES ENTIENDAN ESO?

Hay dos mecanismos. Uno a largo plazo es la educación, una apuesta por el Estado y por la familia. La segunda, a más corto plazo, son mecanismos institucionales, reglas. Tenemos que intentar incorporar este tipo de ideas a través de la legislación y prácticas, que los políticos den la cara y se enfrenten en foros civiles a las personas. Que hagan pedagogía ciudadana. Como ciudadanos debemos hacer algo; si no, no nos podemos quejar. Debemos incorporar una demanda social para que el político se dé cuenta que si no cambia su actitud va a ser despreciado; si no, no vamos a contribuir al cambio.

HABLA DE TRANSPARENCIA Y DE REGLAS, MIENTRAS AQUÍ LOS PARTIDOS Y LA IGLESIA CATÓLICA DEBATEN Y CHOCAN SOBRE UN PACTO ÉTICO QUE AYUDE A NEUTRALIZAR LA HOSTILIDAD Y AGRESIVIDAD DE LA PRÓXIMA CAMPAÑA. ¿ES FAVORABLE SU FIRMA?

Nuestra sociedad no es de ángeles, y por eso existen pactos. El principal es la Constitución y a veces hay cosas que no contempla. Entonces, la renovación del pacto es básica, nuestra capacidad de humanos está en pactar, hacer uno incluyente y que articule las grandes avenidas de la política. Además, la forma de suavizar las desavenencias es tener a una sociedad civil muy activa, porque no podemos pensar que los políticos van a arreglar todo discutiendo y acordando.

¿QUÉ OPINIÓN LE MERECE LA ASAMBLEA DE PANAMÁ?

Es muy poco profesionalizada. Hay datos bastante sorprendentes: por ejemplo, la clase política panameña tiene el mayor índice de endogamia de América Latina, dos tercios. Otra falla desfavorable: el 35% de los diputados panameños dicen que se dedican a otra actividad, además de la política. El ideal es que un diputado se dedicara cien por ciento al tema de la política, porque un profesional de algo se dedica a ese algo y cobra por ese algo. Eso supone algunos tabúes: ser político es algo que debe ser bien pagado, no voy a decir cuánto es bien pagado, eso lo debe decidir cada país.

¿CUÁN DESFAVORABLE ES QUE LA CLASE POLÍTICA PANAMEÑA SEA TAN ENDOGÁMICA?

Hay estudios que dicen que médicos generan hijos médicos, maestros generan maestros, en la música, el teatro, en todo eso hay sagas familiares, y es inevitable. Lo que es pernicioso es que alguien entre en política porque tenga el nombre del padre, y sin que tenga algún mérito. No es bueno que su único capital sea el apellido.

EL PAÍS ESTÁ POR ENTRAR EN UN PROCESO ELECTORAL… ¿CUÁL ES SU BALANCE SOBRE EL PANORAMA?

L o explicaré desde lo regional: América Latina se renueva gracias a procesos electorales medianamente aceptables, desde hace 20 años. Eso es sorprendente. Ahora, esa evidencia está produciendo dos tipos o grupos de países: unos en los que la política está fuertemente personalizada en un líder muy prestigioso o carismático, que tiene una descomposición y a la vez produce una descomposición de los partidos. Ahí se está volatilizando los partidos. Ejemplos: Guatemala, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Argentina. En el otro grupo, la política está más institucionalizada, los políticos tienen maquinarias más o menos sólidas, y tienen enclaves muy firmes. Ejemplo: México, Chile, Uruguay y Brasil. ¿Dónde está Panamá? Las próximas elecciones son claves para dirimir esto: se está moviendo al primer grupo de países, la personalización de la política y un debilitamiento de los partidos políticos.

¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AHÍ, Y QUÉ SE PUEDE HACER PARA REVERTIR ESE EFECTO?

En buena parte del siglo XX se articuló la política en torno a dos grandes partidos políticos: entre dos familias políticas, la perredista y la panameñista o arnulfista. La reconstrucción de estos dos polos es básico, si no ocurre y si se personalizan las candidaturas, Panamá entrará en un proceso irreversible de descomposición de sus partidos, en un tipo de política distinto, que personalmente no me gusta, porque no es muy institucionalizada y depende mucho del capricho individual de esas personas y en su capacidad de financiar sus campañas. Las elecciones de 2014 ayudarán a decantar por un grupo o por otro.

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