Alepo se prepara para la guerra química

Actualizado
  • 22/09/2013 02:00
Creado
  • 22/09/2013 02:00
El régimen de Bachar Al Asad se ha comprometido ante las potencias internacionales ha destruir su arsenal químico. En el país, sin embar...

El régimen de Bachar Al Asad se ha comprometido ante las potencias internacionales ha destruir su arsenal químico. En el país, sin embargo, después de haber vivido el peor ataque de este tipo en 25 años nadie descarta nada y se preparan para lo peor.

Un mes después del uso de armas químicas en la localidad de Goutha (Damasco) y con más de 1.400 civiles afectados, aún no hay pruebas que demuestren quien está detrás de esta masacre.

CLASES DE QUÍMICA

Algunos lo tienen claro. ‘Estoy convencido de que el régimen de Bachar Al Asad es el responsable del uso de armas químicas en la ciudad de Goutha (Damasco) el pasado 21 de agosto. En su intento de recuperar la ciudad no le tembló el pulso al usarlas contra la población civil y acusar a los rebeldes de haber lanzado el ataque’, afirma Mohammad Zayed, estudiante de primer grado de Ciencias Químicas en la Universidad de Homs.

‘No sé si los rebeldes tienen este tipo de armas en su poder. Sólo puedo decir que yo no he visto a soldados del FSA manipular este tipo de sustancias’, sentencia el estudiante.

Otros afinan más, Abd Al-Monamalbba, responsable del único grupo en la ciudad de Aleppo capaz de afrontar un ataque similar, señala: ‘Si los rebeldes tuvieran armamento químico, haría meses que se habría acabado la guerra y, desde luego, jamás las usarían contra la población civil. Eso ha sido obra de Irán o de Rusia para acusar al FSA’, afirma.

Mohammad Zayed escribe en la pizarra con un rotulador de color azul mientras 16 alumnos prestan atención a sus explicaciones. ‘El régimen posee gas Sarín, VX y gas mostaza. Si os enfrentáis al gas sarín debéis abrir las ventanas para ventilar. Es letal, pero se dispersa rápidamente; el VX es más peligroso. Afecta por inhalación pero también al contacto con la piel, los ojos o la nariz. No debéis quitaros nunca el traje químico’, advierte este antiguo alumno de química reconvertido a profesor.

Este joven sirio entrena a un grupo de 26 civiles –antiguos bomberos, estudiantes universitarios, soldadores o conductores de maquinaria pesada–. ‘Si el régimen lanza mañana un ataque químico contra la ciudad de Alepo estaremos preparados para actuar y ayudar a los civiles’, comenta Mohammad Zayed, que lleva dando estas clases de preparación desde hace menos de dos meses.

Los hombres de esta brigada tienen disposición, pero pocos recursos. Cuentan tan sólo con 24 trajes obtenidos en un asalto a una base militar del régimen y tres máscaras antigas.

‘Si se produce un ataque haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a los civiles. Sin máscaras no podremos hacer mucho por ellos, porque ni siquiera colocarse un trapo mojado cubriendo la boca y la nariz sirve para evitar inhalar los agentes químicos’, reconoce Zayed. ‘Sabemos de nuestras limitaciones pero trataremos de salvar el mayor número de vidas. Es importante que haya grupos como este por todo el país. Sin este tipo de brigadas, en caso de ataque la gente moriría como murió en Goutha’, sentencia.

LECCIÓN DE VIDA

Dos alumnos se presentan voluntarios para realizar un simulacro de evacuación. Se colocan el traje y las máscaras antigás y acuden al patio de esta antigua escuela situada en un barrio del oeste de la ciudad de Alepo.

En el suelo otro alumno hace las veces de herido. Abd Al-Monamalbba les da las últimas instrucciones y comienza el simulacro ante la mirada del resto del aula que ve cómo evolucionan sus compañeros. ‘Los alumnos reciben clases de primeros auxilios para poder asistir a los civiles en caso de ataque. Sobre el terreno nuestro equipo se guiará por las indicaciones del personal médico del hospital de Zarzour, que serán los encargados de atender a los afectados’, apunta.

El objetivo de la brigada no acaba aquí. Quieren informar a los vecinos de qué hacer en caso de ataque. Reparten folletos en los que se explica cómo actuar. ‘Son nociones básicas para que puedan aguantar hasta que los equipos acudan en su ayuda’, comenta Zayed. Entre otros consejos apunta que deben mojarse la cara con agua y tratar de ponerse un trapo o una toalla en la boca y la nariz para no inhalar el gas.

Las armas químicas han sido las protagonistas absolutas de la guerra en Siria desde hace semanas. Es imposible saber la dimensión del arsenal que hay en sus almacenes, puesto que Damasco no firmó la Convención para la prohibición de armas químicas.

Fuentes de la inteligencia israelí señalan que es el mayor del mundo. Desde Francia, se apunta que Siria dispondría en su haber cerca de 1,000 toneladas de agentes químicos –sobre todo Sarín, VX y gas mostaza–. Por su parte, Nuclear Threat Initiative, un consorcio que tiene por misión de reducir el riesgo de armas nucleares, químicas y biológicas, afirma que Siria tiene uno de los mayores arsenales químicos de Oriente próximo.

El Centro Sirio de Estudios Científicos e Investigación (CERS, en sus siglas en inglés), es el centro neurálgico de su producción y cuenta con, al menos, cinco plantas en las ciudades de Palmira, Homs, Hama, Latakia y Alepo.

‘En ‘El Nuevo Alepo’ (barrio de Alepo) se encuentran varios almacenes donde se fabrican este tipo de armas. El régimen los destruirá antes de permitir que el FSA se haga con ellos’, afirma Abd Al-Monamalbba. ‘Y creo que al régimen no le temblará el pulso a la hora de usar su arsenal contra los civiles y acusar a los rebeldes del ataque’.

En el pasado, el régimen usó fósforo blanco y gas chlorine, que atacaba directamente al aparato respiratorio y dejaba a la gente con ataques de asma porque no podían respirar, explica.

Lo sirios no confían en la diplomacia ni en Occidente. Más allá de los compromisos siguen preparándose a diario para cualquier posibilidad. Hasta que la entrega del material químico a Naciones Unidas no sea efectiva, aquí nadie descarta nada. Las alertas siguen encendidas y la guardia en alto.

DUDAS Y RECELO

Pese a las dudas interpuestas por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, Siria entregó como estaba previsto el inventario de sus armas químicas. Lo hizo ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, cumpliendo la fecha límite fijada en el acuerdo ruso-estadounidense alcanzado el 14 de septiembre en Ginebra, según anunció ayer la OPAQ.

Ahora la secretaría técnica tendrá que examinar la información recibida, por lo que decidió aplazar la reunión de su consejo ejecutivo prevista para hoy, en la que debatiría sobre la destrucción de las armas químicas.

El acuerdo ruso-estadounidense para el desmantelamiento del arsenal químico sirio establece que el régimen de Bashar al Asad debe entregar la totalidad de su arsenal con el objetivo de destruirlo a mediados de 2014.

El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y su par ruso, Serguei Lavrov, conversaron el viernes sobre su ‘cooperación, no sólo para adoptar las reglas de la OPAQ, sino también para lograr una resolución firme y fuerte en el seno de Naciones Unidas’, según declaró Kerry.

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, también llamó a una solución política a la crisis de ese país. ‘Respaldamos un rápido comienzo del proceso de destrucción de las armas químicas de Siria’, dijo Wang en la Brookings Institution de Washington.

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