El Parque Recreativo Omar y sus controvertidas hectáreas

Actualizado
  • 06/10/2013 02:00
Creado
  • 06/10/2013 02:00
PANAMÁ. Ha sido muy comentado en la prensa y medios televisivos que los vecinos del Parque Omar han ido moviendo sus cercas más de lo de...

PANAMÁ. Ha sido muy comentado en la prensa y medios televisivos que los vecinos del Parque Omar han ido moviendo sus cercas más de lo debido, comentarios muy peligrosos porque no son ciertos.

Y no es que quiero defender a los propietarios de las fincas adyacentes sino que no hay nada peor que comentar sin tener la seguridad de que es verdad. Hay una regla muy sencilla: ‘Primero investiga y después comentas’.

Y para poder aplicar esa regla a continuación les daré ciertas aseveraciones en las que fundamento mis investigaciones y el siguiente escrito.

Fui presidente del Club de Golf de Panamá en 1973 cuando se hizo la transacción de la venta de la finca. En adición a lo anterior, vivo muy cerca del Parque, hace más de 35 años, y con mi señora hacemos ejercicios muy a menudo o sea que hemos podido observar el perímetro del mismo y no ha cambiado desde que, el Club de Golf entregó la propiedad en 1973.

El artículo de La Estrella del domingo 15 de septiembre donde anexan plano de lo que era la finca original es de lo más absurdo que hemos visto en muchos años.

Afirmar que el terreno usurpado es de 8.6 hts de las 64 originales no guarda relación con la realidad.

Posiblemente esas 64 hts, eran las originales cuando el Club se fundó en 1914 pero no cuando se vendió que solamente eran 56 hectáreas.

El área afectada de usurpación como dice el plano, que comprende prácticamente toda Carrasquilla, y todos los terrenos colindantes por la calle Primera Parque Lefevre es otra locura igual. ¿Y qué me dicen de los terrenos que colindaban al hoyo 12 (el push botton mejor conocido como el Tranca Alfaro)?.

En las 8.6 hts. que dice el artículo que fueron usurpadas (86.000 metros cuadrados) se puede hacer una urbanización de 60 lotes de 1,000 metros cuadrados; cada uno incluyendo calles, y parques. Camino por ahí todos los días y no los encuentro.

LA TRANSACCIÓN, COMPRA Y VENTA DE LA FINCA Y ANÉCDOTAS.

La transacción fue muy sencilla: ‘ te lo compro o te lo compro’ (con amenazas de por medio) por $2.1 millones con precio cerrado y no por metro cuadrado.

‘Te doy 3 años para mudarte con entregas parciales. Cambio y fuera. ¿Entendiste, muchachito?’.

LAS ANÉCDOTAS:

El general Torrijos tenía amigos en el Club y acostumbraba a ir a tomarse unos tragos en un bar muy agradable que se llamaba el Hoyo 19, desde ahí se podía contemplar el verde y gran parte de la ciudad.

En una de esas visitas comentó que le gustaría que ese lugar se convirtiera en un parque para la ciudad y para uso de todos los capitalinos.

A los socios más jóvenes casi nos da un faracho. Y así empezó la vaina.

La transacción por parte del Gobierno fue liderizada por el alcalde de ese momento, el Ing. Ernesto ‘Tito’ De Diego.

En ese entonces el Alcalde De Diego, nos decía que con ese dinero, nos alcanzaba para comprar un terreno en otro lugar, hacer una cancha nueva y una Casa Club. Definitivamente aunque era ingeniero no tenía la menor idea de lo que estaba hablando. Terminamos con una inversión de $ 7 millones y con una deuda de cinco millones ¡Magnífico negocio!

Los pagos se hicieron de la siguiente forma y la compra la hizo el Municipio de Panamá: Un primer pago por la suma de $1 millón y el saldo de $1,1 millones al momento que se le hacia la entrega total de la finca.

Es importante que la comunidad conozca que este último pago fue devuelto por falta de fondos y nos fuimos, como se dice, ‘ de rebote en rebote’, jugando baloncesto con él, hasta que fue cancelado posteriormente, 6 meses después. (historia patria).

El Municipio de ese entonces hizo un levantamiento de linderos, rumbos y medidas que deben reposar en los Archivos de la Municipalidad, parece ser que son 56 hts. (560 mil metros cuadrados).

A continuación les expondré ciertos hechos para que se conozca el destino de las hectáreas no encontradas, y que se le culpan a los colindantes.

Hace 40 años (y no cuatro) la ciudad estaba en pleno crecimiento, la Vía Porras, era solamente de 2 vías, la cerca colindante con la misma era de malla ciclón y las bolas de golf se salían constantemente (fuera de límites, out of bounds) y era un peligro constante para los autos, buses y peatones. Las bolas pegaban más duro que una piedra, y ustedes no tienen idea dónde nos ponían a nuestras madres.

Un socio con nombre y apellido Carlos Arosemena Lacayo, le presentó a la Directiva, un proyecto de sembrar árboles a todo lo largo de la Vía Porras. Es importante que se conozca que ese lindero tenía 600 mts. lineales. Esos árboles sembrados hace más de 40 años todavía existen y están ubicados en el derecho de la vía que se estableció en ese entonces.

En el periodo de transición de la propiedad al Gobierno Nacional a través del Ministerio de Obras Públicas, inició el proceso de ampliación a 4 vías, estableciendo un nuevo derecho de vía, lógicamente esa ampliación se hizo casi a su totalidad hacia lo que es el futuro parque. Ahí se perdieron aproximadamente 10 mil metros cuadrados, una hectárea.

Otro espacio importante es, donde está ubicada la Clínica Dr. Carlos Brin, que según los datos de planos que tengo ocupan aproximadamente 11 mil metros cuadrados.

No puedo creer que se haya perdido esa cantidad de metros cuadrados, pues el Parque tiene un perímetro de metros lineales.

Para terminar un consejo a la administración del Parque, manden a hacer un levantamiento de medidas y linderos y con mucho gusto los acompaño a recorrer todo el perímetro del mismo.

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