‘La Cumbre que marca el rumbo al desarrollo’

Actualizado
  • 19/10/2013 02:00
Creado
  • 19/10/2013 02:00
PANAMÁ. Con un discurso marcado por una lista de prioridades, el presidente de la República, Ricardo Martinelli, inauguró anoche la XXII...

PANAMÁ. Con un discurso marcado por una lista de prioridades, el presidente de la República, Ricardo Martinelli, inauguró anoche la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.

Enfocar la mirada en la pobreza, en la titulación gratuita de tierras, maximizar los niveles de competitividad y no perder de vista la educación ‘como clave del desarrollo’ escalando de la cantidad a la calidad, el mandatario panameño selló el destino de las próximas cumbres para potenciar la integración con la igualdad y la cooperación como bases.

Y con su singular estilo hizo recomendaciones: que las próximas cumbres sean bienales (tomando en cuenta la recomendación de una comisión encabezada por el expresidente de Chile Ricardo Lagos).

Esta Cumbre ‘representa una oportunidad para reflexionar sobre qué países queremos y hacia dónde vamos’, aseguró Martinelli Al acto protocolar que dio apertura a la cita anual donde jefes de Estado analizarán hoy diversos temas de interés social, económico y político solo asistieron: el presidente de República Dominicana, Danilo Medina; de México , Enrique Peña Nieto; el presidente de España Mariano Rajoy; por Paraguay estuvo Horacio Cartes; el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho; así como también el presidente de este país, Aníbal Cavaco, además del anfitrión, el presidente Ricardo Martinelli.

A la cumbre se ausentaron los mandatarios de Brasil, Guatemala, Nicaragua, Perú, Argentina, Uruguay, Bolivia, Cuba, Chile, Ecuador y Venezuela.

El salón del Centro de Convenciones Figali de Amador se vistió de blanco y el logo tricolor de la Cumbre tiñó el escenario principal del auditorio que estaba lleno por encima del 70% de los puestos habilitados para el acto inaugural. Fue notoria la cantidad de sillas vacías en un evento que le costó al gobierno $8.6 millones.

Aún así, el programa continuó y dentro del mismo Enrique Iglesias, secretario General de Iberoamérica, se despidió de este evento dejando como huella los avances alcanzados y los retos que deparan a las posteriores cumbres.

Sus reflexiones le dieron color al escenario a partir de dos preguntas claves: ¿Porqué la Cumbre Iberoamericana? y ¿hacia dónde vamos? Iglesias destacó que las 22 cumbres previas han construido una América Latina más democrática que está comenzando a fortalecer su regionalismo sobre la base de la integración. Un ideal que nunca debe abandonarse porque para él ‘es mejor andar en un convoy (grupo de vehículos) que andar solo’, expresó con nostalgia el veterano secretario, quien no dejó de repetir la importancia de estos encuentros que se han desarrollado bajo un amplio proceso de transición donde se ha redefinido la gobernanza.

Bajo estos argumentos, el secretario Iberoamericano resaltó la importancia de esta XXIII versión, a la que bautizó como ‘la Cumbre del cambio, de la modernización’.

Las palabras de Iglesias, visiblemente conmovido y nostálgico, fueron secundadas por el presidente de España, Mariano Rajoy.

En su corto pero emblemático discurso, Rajoy no abandonó su ideal de que las próximas cumbres deben ir encaminadas hacia la renovación.

Para él, qué mejor escenario de estos cambios que en Panamá, un país que calificó como ‘seguro’ y que tiene una gran tarea: ‘garantizar la ampliación del Canal que beneficiará al comercio mundial’, lo que convertirá al país en una ‘sociedad abierta internacionalizada’.

Un elemento dominante en el evento fue la participación del rey Juan Carlos I de España, que por primera vez estuvo ausente en una Cumbre, pero por medio de un video hizo llegar sus disculpas a los mandatarios. Razones de salud le impidieron estar en Panamá.

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