Familiares no descartan secuestro

‘Es muy difícil aceptar que hemos llegado a un momento en que los esfuerzos del Sinaproc serán menos agresivos’, indicó con el rostro compungido Hans Kromers, el padre de Kris, una de las dos holandesas extraviadas desde el 2 de abril en Boquete, al enterarse de que la intensa búsqueda de diez días deja paso al ‘monitoreo’ en la zona.

Ayer, según informaciones del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), el personal especializado que se encontraba en el área descartó el último sitio en donde podían haber estado las jóvenes.

Arturo Alvarado, director del Sinaproc, explicó que los organismos de seguridad bajaron la vigilancia en la zona a la fase de monitoreo para dar paso a la Dirección de Investigación Judicial y al Ministerio Público para que inicien las investigaciones y determinen si ha habido privación intencionada de libertad y no simple extravío.

Se conoció que la Personería de David inició ayer la investigación de oficio correspondiente.

La gobernadora de Chiriquí, Rita Sittón de Fundora, afirmó que el caso pasará a las autoridades judiciales.

Por otro lado, Alvarado detalló que se recorrieron 946 kilómetros entre todos los senderos que ha recorrido el personal de seguridad. ‘Hemos buscado lo que se tenía que buscar’, indicó.

Según Alvarado, en la última fase, que se realizó desde el jueves pasado, la operación se intensificó con la colaboración del Servicio Nacional Aeronaval, el Servicio Nacional de Fronteras y la Policía Nacional.

‘Lamentablemente, no hemos dado con ningún rastro de las jóvenes en el área’, declaró el funcionario.

Se conoció que en Panamá se encuentra un experto de la Policía de Holanda colaborando con los agentes del Ministerio Público, además de un equipo de investigadores de este país dándole seguimiento al caso.

INCERTIDUMBRE

‘Al principio pensábamos que Lisanne y Kris se habían perdido, ahora la incertidumbre de su paradero nos golpea. Estamos convencidos de que si hubiese algún indicio en la montaña, su equipo lo hubiera encontrado’, aseguró Kromers.

‘Es muy importante para nosotros saber que la investigación de la Policía va a seguir en toda su intensidad y tenemos confianza en esa parte’, agregó.

Kromers pidió a la comunidad información sobre cualquier detalle. ‘Pedimos a la comunidad, a la gente panameña, que nos ayuden a encontrarlas’, insistió afectado el padre de Kris.

‘Gracias por todo lo que han hecho... es muy importante para la familia todo lo que han hecho... estamos convencidos de que llevarán este trabajo en la forma más profesional posible’, declaró, a su vez, Martyn Froon, hermano de Lisanne.

La madre de Kris, Roilu Kromers, mencionó la celebración de una misa (de la cual no dio fecha ni lugar) para implorar por el bienestar de las extraviadas.

Además, se dio a conocer que las familias están ofreciendo $2,500 para quien facilite una ‘pista de oro” que permita dar con la ubicación de las chicas.

Los familiares aseguran que no descartan la posibilidad de que las muchachas hayan sido raptadas. ‘Nosotros no sabemos nada, pero dejamos todas las posibilidades abiertas’, eso tendrán que esclarecerlo las autoridades oficiales y judiciales de Panamá’, dijeron los parientes de las holandesas.

COOPERACIÓN

José Manuel Terán, embajador de Panamá en los Países Bajos, manifestó que se ha prestado toda la ayuda posible y dijo confiar en una pronta solución del caso.

En cuanto a la posibilidad de secuestro, Terán dijo que no se puede asegurar, pero tampoco descartar.

Wiebe de Boer, embajador de Holanda en Panamá, señaló que las policías de ambos países están cooperando estrechamente.

‘No voy a hablar mucho de eso, pero ambas policías están trabajando estrechamente en el caso’, corroboró De Boer, quien añadió que desde el inicio de las operaciones se incorporó a la investigación un experto de Holanda que fue desplazado a Panamá.

La dueña del local en Boquete donde se hospedaban las jóvenes desde el pasado 29 de marzo, Miriam Guerra, señaló que al momento de su desaparición las chicas ‘no tenían planes ni para ir al volcán Barú’. Guerra mencionó que el martes 1 de abril fue el último día que las jóvenes holandesas estuvieron en su residencia y que solo se llevaron una mochila y dejaron en su habitación sus chamarras, billeteras e incluso uno de sus pasaportes. Lisanne Froon y Kris Kromers, de 22 y 21 años, respectivamente, acababan de concluir sus estudios de Trabajo Social y Psicología y llegaron a Panamá para aprender español y colaborar en trabajos domunitarios en la región.