Panamá, un paraíso sexual

Actualizado
  • 27/06/2014 02:00
Creado
  • 27/06/2014 02:00
Una publicación puso el dedo en la llaga, la prostitución puede haberse convertido en un reclamo turístico

La primera edición de la revista ‘Panamá Site’ promociona el territorio panameño como un destino sexual.

‘Territorio de Placer, Panamá Cruzando Fronteras’, es el llamado en la portada, que invita a leer un artículo firmado por la periodista Katiuska Anzola, en el que presenta las facilidades que ofrece el país para los encuentros sexuales. Panamá, asegura el escrito, es ‘La Perla del Placer en América’.

La primera en estallar escandalizada públicamente en televisión fue la exvicecanciller de la República y presidenta de la Unión de Colegios Particulares, Nivia Rossana Castrellón, por unos párrafos en los que se hace referencia a los ‘estudiantes’ panameños que se costean su formación a través del comercio carnal.

El artículo precisa que, además de las cerca de 4 mil ‘trabajadoras reguladas’ que ejercen en Panamá, ‘hay otra categoría de chicas y chicos que trabajan de modo ilegal para costear sus estudios en el país’.

Markelda Montenegro de Herrera, directora general del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) —ente rector de las políticas públicas de igualdad de oportunidades para la mujer y de las políticas de prevención de violencia hacia la mujer— señaló que insinuar que las estudiantes en este país se prostituyen ‘es temerario y rebasa los límites de lo que puede tolerarse’.

Gilberto Solís, dirigente estudiantil de la Universidad de Panamá, sostuvo que en los pasillos de esa institución esos son ‘rumores’ difíciles de probar, ya que quien se decide por esa opción, lo hace de forma clandestina y no permitirá que los demás se enteren.

REGULACIONES Y CRÍTICAS

En la Constitución Política no existe ningún artículo que le da legalidad a la prostitución, pero en el Código Penal no se establece la prostitución como delito.

En el artículo 441 se tipifica solo la ‘prostitución forzada’ y en el artículo 448 se habla de ‘inducción o forzamiento de la prostitución’, también como falta.

Ambos artículos hacen parte del Título XV Delitos contra la Humanidad. Dicho de otra manera, la prostitución voluntaria no es ilegal, aunque no se castiga y está reglamentada.

Carlos Herrera Morán, miembro directivo del Colegio Nacional de Abogados, denuncia que la prostitución ilegal es evidente.

Y dijo que en algunos casinos, hoteles y discotecas de la ciudad de Panamá se realizan actividades de prostitución ilegal y hay gente comercializando y lucrando de esa actividad.

‘No hay ningún fiscal del Ministerio Público reprimiendo estos delitos’, aseguró el abogado.

Herrera Morán señaló que en el área bancaria y en los alrededores del hotel El Panamá, en el centro de la capital, son frecuentes esas actividades.

También señaló la frecuencia con que se publican ofertas sexuales masculinas y femeninas en periódicos y hojas de clasificados.

A los estamentos de seguridad y al Ministerio Público les corresponde investigar y aplicar la ley, pero no lo hacen, reprochó.

El Colegio Nacional de Abogados, adelantó Herrera, enviará una carta a la procuradora general de la Nación, Ana Belfon, para que se investigue sobre la trata de blancas en el país.

A PROFUNDIDAD

La socióloga Cecilia Moreno, directora del Centro de la Mujer Panamá (CEMP), consideró que la situación es más grave y preocupante porque la propaganda comercial sexual, de prostitución, proxenetismo, trata de mujeres y otras actividades sexuales irregulares ‘se han incrementado de forma escandalosa y pública en las ciudades más importantes del país, como Colón y Panamá, ante la mirada indiferente y la complicidad de las autoridades’.

Mencionó que la migración hace que algunas mujeres recurran a esa actividad como fuente de ingresos.

La socióloga subrayó que la prostitución ilegal y legal se ha incrementado en el país.

Aún así, Moreno indicó que es difícil demostrar que una persona se paga sus estudios prostituyéndose, a menos que lo confiese.

RECHAZO

La promoción de Panamá como un lugar para relajarse, disfrutar y fuente de placeres, a juicio del filólogo y profesor Rafael Candanedo, presidente del Colegio Nacional de Periodistas, es casi apología del delito.

‘No se trata de un texto de denuncia periodística sobre prostitución y proxenetismo, sino de publicidad cargada y promoción a favor de una situación aberrante’, opinó.

Candanedo, hasta hace poco presidente del Consejo Nacional de Periodismo, conmina a las autoridades panameñas a investigar dos aspectos: los responsables de esta ‘exhibición que contraviene las leyes’ del país y segundo, investigar las corrientes de proxenetismo y prostitución allí establecidas.

Enfatizó que las autoridades deben investigar bandas de proxenetismo que tratan de imponer y propiciar el ilegal negocio de la prostitución, la trata y el proxenetismo, a través de diversos artificios.

Teresita de Arias, expresidenta de la Comisión legislativa de Asuntos de la Mujer, alega que Panamá no es un paraíso sexual, ya que como en toda ciudad grande, hay una actividad de prostitución regulada con las normativas.

Indicó que las mujeres trabajadoras sexuales, agrupadas en una asociación, han planteado públicamente los riesgos y necesidades para la actividad que realizan.

Para la abogada Marlene Pérez, coordinadora de la Fundación de Asistencia Legal Comunitaria (Fundalcom), en el país la prostitución no anda por los niveles de que se llega al aeropuerto y ya hay chicas esperando para la actividad en cada esquina con solo presentar el dinero.

La Estrella de Panamá trató de localizar a la editora de la revista, Fabiola Brito, pero los intentos fueron infructuosos.

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