El Sicamoch es parte del negocio de los ‘piratas’

Actualizado
  • 08/07/2014 02:00
Creado
  • 08/07/2014 02:00
Desde junio de este año, la organización transportista de la zona oeste legalizó a 45 busitos ilegales que a la fecha no han cumplido 

Desde el inicio de la administración del presidente Ricardo Martinelli, Eliécer Montenegro, secretario del Sindicato de Conductores de Automotores de La Chorrera (Sicamoch), pedía en todas las reuniones del grupo con los funcionarios de la ATTT la eliminación de los buses ‘pirata’.

El tiempo transcurría y los llamados buses ‘alternativos’ seguían en las calles.

Montenegro solicitó a la ATTT que le autorizara cobrar el mismo pasaje que los ‘‘piratas”, que le liberara de zarpar desde la terminal de Albrook y que le subsidiara 39 centavos por pasajero.

Las autoridades no accedieron a las peticiones del Sicamoch, ni siquiera cuando paralizaron el servicio a principios de 2014. ‘Nos engañaron’, reconoce el dirigente.

A principios de este año, los afiliados al Sicamoch cambiaron de pensamiento y cobijaron en el gremio a un grupo de ‘piratas’.

La regulación de estos vehículos ‘alternativos’ ha sido a medias, porque mantienen las mismas prácticas que los que no han sido amparados por las concesionarias.

LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL GOBIERNO PASADO

En junio de este año, Montenegro expresó su descontento por la cantidad de buses ‘‘piratas” que circulan en el oeste.

Para esa fecha, el dirigente contó 80 buses ilegales que seguían en las calles con el ‘patrocinio’ de las autoridades del Tránsito.

Esta práctica ha existido siempre, aclaraba Montenegro; sin embargo, lo que le preocupaba era el incremento de las unidades que operan al margen de la ley.

Los miembros del Sicamoch se reunieron para discutir una solicitud de la ATTT. La entidad, que está obligada a hacer cumplir el reglamento del tránsito, le pedía al Sicamoch que acogiera a un grupo de ‘piratas’, reveló Montenegro.

‘Decidimos autorizar 30 permisos para buses ‘pirata’; les hemos solicitado los documentos, las pólizas de seguro y los permisos de la ATTT’, afirmó.

La treintena de ‘concesionarios’ estarán bajo el paraguas del Sicamoch a cambio de 5 dólares por el zarpe.

‘No se les permite conducir en chancletas ni en camisetas. Deben estar presentables. Se les solicitó la licencia adecuada porque muchos de los que conducen ni siquiera poseen el documento’, declaró Montenegro.

El dirigente, que hasta ese mes defendía el servicio que brinda su organización, y aseguraba que contaban con suficientes unidades de lata (sin aire acondicionados) y climatizadas para trasladar a todos los pasajeros desde La Chorrera, le daba ahora un espaldarazo a los ilegales.

Montenegro sustentó su cambio de pensamiento en que algunos miembros del Sicamoch no pudieron reparar sus buses de lata y la ley prohíbe la introducción de buses escolares para el servicio de pasajeros. Para estos últimos se otorgaron 15 permisos.

PASAJE SIN REGULACIÓN

Antes, una de las críticas que hacía Montenegro a los transportistas ilegales era la libertad para fijar el pasaje. Ahora, dice que este tema es competencia de la ATTT.

Los buses que zarpan de la Calle 25, en Calidonia, cobran entre un dólar con 50 centavos y dos dólares por pasajero. Si es de noche, la tarifa se incrementa.

Los conductores de las 45 unidades que ampara el Sicamoch no tienen el precio regulado y tampoco cobran el precio ($1.50) que cobran las unidades climatizadas que tiene la organización.

Montenegro estimó que para lograr esto, la ATTT debe realizar un estudio que podría tardar un tiempo indefinido.

‘A nosotros nos costó trabajo acogerlos porque eran conductores que andaban en chancletas y no portaban la licencia. Al principio ellos cambiaron, pero luego ya no porque los piratas que no están dentro del grupo hacían lo que les daba la gana en las calles’, criticó.

Cómo distinguir los piratas del Sicamoch y los que están por la libre no es una tarea fácil, aunque Montenegro asegure que los de su grupo tienen el logotipo del gremio y un distintivo de la ATTT.

‘Hay más unidades que piden ingresar, pero no podemos aceptarlas a todas, pues la organización tiene un límite’, concluyó.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus