Quijano, el centenario canal de Panamá como causa nacionalista

Actualizado
  • 15/08/2014 21:48
Creado
  • 15/08/2014 21:48
El administrador Jorge Luis Quijano se define como un "técnico y un negociador duro y poco flexible" en defensa de su país.

Los 100 años de historia del Canal de Panamá han tenido destacados protagonistas entre los que figura su actual administrador, Jorge Luis Quijano, quien en una entrevista con Efe se define como un "técnico y un negociador duro y poco flexible" en defensa de su país.

Durante sus 39 años de vida profesional en el Canal, Quijano ha ocupado varias puestos hasta llegar a ser la máxima autoridad de la vía en unos de sus momentos más épicos, el de su ampliación, la obra de mayor dimensión mundial en lo que va de siglo XXI.

Precisamente, la administración de la ampliación del canal y del permanente conflicto con los contratistas internacionales ha expandido a todo el país el firme y respetado liderazgo que le reconocían con unanimidad sus compañeros de trabajo en todos los niveles jerárquicos.

Quijano convirtió este año el conflicto con el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC), principal adjudicatario de la obra, en una causa nacionalista de la que se hizo sonoro eco la mayoría de panameños.

"El Canal no les va a regalar nada". Ese ha sido y es el lema de su posición desde que GUPC, liderado por la española Sacyr y la italiana Impregilo, planteó en diciembre pasado un sobrecoste de 1.600 millones de dólares por encima de lo contratado y paró la obra por falta de liquidez.

Y es que Quijano tiene "muy claro", como subraya a Efe, que "nuestro norte en el Canal es servir al Estado panameño, además de nuestros clientes", y en esa dirección él busca "una disciplina perfecta, desde mi persona hacia abajo".

"Jamás el canal ha tenido problemas consiguiendo contratistas; nosotros sacamos una licitación y está la gente en línea para ver si ganan el contrato, porque una cosa que hace el Canal de Panamá es que siempre paga; pero somos duros, sabemos que somos duros a la hora de exigir que se cumpla el contrato", asegura.

La postura de Quijano tiene mucho que ver con su trayectoria, inmersa en la historia del Canal desde que era administrado con soberanía plena por Estados Unidos, que en diciembre de 1999 se lo entregó a Panamá en virtud de los tratados Torrijos-Carter del 7 de septiembre de 1977.

Cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y el jefe de Estado panameño, Omar Torrijos, firmaron esos tratados, Quijano llevaba tres años trabajando como ingeniero en el Canal.

"Yo apenas había iniciado mi vida profesional con un año y medio trabajando en la Refinería de Panamá, que era de Texaco, como ingeniero de procesos y pronóstico de embarques y, sin yo quererlo, me llamaron para el Canal y me hicieron una oferta que no podía rechazar, en diciembre de 1974", cuenta.

De aspecto marcial y juvenil, su abundante cabellera cana, su mirada clara y la seguridad de su discurso cuando habla del Canal le conceden, sin embargo, un halo de apacible y veterana sabiduría.

Su despacho se encuentra en el también centenario Edificio de la Administración, en el que se respira historia e institucionalidad, y se observa veneración hacia él entre sus más estrechos colaboradores.

"El canal se ha convertido en un punto neurálgico de la economía mundial; para el mundo, es un atajo que ha acortado distancias y que ha permitido que muchos países se desarrollen; para Latinoamérica, en los últimos 10 años, ha sido la puerta a nuevos mercados, especialmente para Chile, Ecuador, Perú y también Colombia", explica Quijano.

"Para Panamá, el Canal significa crecimiento, crecimiento y más crecimiento", agrega y explica que la vía interoceánica "actualmente es un centro logístico de puertos, ferrocarriles, conectividad aérea y zonas francas que hace que ya no solo se quiera pasar por Panamá sino parar aquí", agrega.

Según Quijano, "la administración norteamericana lo enfocaba simplemente a dar el servicio al mejor costo posible porque el principal usuario era, y es todavía, Estados Unidos, y ellos lo que querían es que esta ruta fuera lo menos costosa posible".

"La administración panameña -relata- se propone darle el valor real que tiene esta ruta, y desde el primer momento empezamos a invertir en nuestra infraestructura para llevarla a su máxima capacidad, con una ampliación como la que estamos viendo hoy en día".

"Los ingresos totales del Canal -según su administrador- son de unos 2.500 millones de dólares, de los que 1.800 se quedan aquí en Panamá; pero lo importante es que cuando empezamos a sumar lo directo, lo indirecto, lo paralelo, lo inducido, estamos hablando de que aportamos un 25 por ciento del PIB".

Sobre su futuro personal, comenta: "no sé que más me tiene Dios en el camino, pero no soy político. Yo creo que no, eso no da para mis zapatos, soy un tipo mas técnico, duro al negociar, y en la política uno debe ser más flexible; yo soy poco flexible".

"Espero terminar mis cinco años y dos meses para completar los siete años de mi período, y aunque tengo la opción de otros siete, cuando termine este tendré ya 45 años de servicio y hay que darle la oportunidad a otros; mi compromiso aquí es también crear una buena cama de relevo generacional", concluye. EFE

Alejandro Varela / EFE

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