Jaime Alemán Healy: ‘Martinelli agredió primero’

Actualizado
  • 28/08/2014 02:00
Creado
  • 28/08/2014 02:00
Ninguno de esos cargos lo hizo tan célebre como aquel arrebato de ira del sábado 15 de febrero de 2014

Jaime Alemán Healy es abogado y economista, fue asesor legal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ministro de Estado, fundador del Banco del Istmo y embajador de Panamá en Washington.

Ninguno de esos cargos lo hizo tan célebre como aquel arrebato de ira del sábado 15 de febrero de 2014, cuando, harto de los abusos y la prepotencia de Ricardo Martinelli, le propinó un recto de derecha en la cara durante una boda en la que se daban cita más de mil invitados, la mayoría pertenecientes a las familias más acomodadas del país.

El hecho lo convirtió en comidilla de los pasillos, comentarios en las redes sociales y glosas y caricaturas en los diarios: ¡Le había dado un puñetazo al mandamás de Panamá en el cenit de su poder!

Entonces, la campaña política estaba en el tramo final y Martinelli, de 62 años de edad, se sentía seguro de permanecer en el Palacio de las Garzas por cinco años más, a través de la fórmula José Domingo Arias-Marta Linares de Martinelli.

‘Kid Jaime trompeó a El Capo después de llamarlo ladrón en el matrimonio anoche. ¡Aplauso cerrado de todos!’, escribió en Twitter un exultante Roberto Eisenmann, fundador de La Prensa y blanco favorito de los ataques del Presidente.

El catedrático universitario Miguel Antonio Bernal, por su parte, recordó que Alemán fue el mismo que tuvo los pantalones para destituir, mediante un decreto que firmó junto a Eric Arturo Del Valle, al dictador Manuel Antonio Noriega en 1988.

‘Primero destituyó a Noriega y ahora quiña a Martinelli’, contextualizó.

Este incidente ocurrió después de que Alemán, de 60 años de edad, terminara de escribir un libro autobiográfico. Pero fue tal su impacto y significado que decidió detener la edición para incluir el polémico episodio.

Finalmente, el libro, titulado La honestidad no tiene precio , se publica esta misma semana. Son once capítulos y 500 páginas que recogen toda su vida, incluyendo aspectos inéditos de nuestra historia reciente.

En su autobiografía, Alemán cuenta con detalles que el altercado se dio en la fiesta de matrimonio de Ximena Vallarino (hija de Alberto y Adriana de Vallarino) y Ricky de la Guardia (hijo de Jorge y Maruja de de la Guardia).

Fue en la casa de Vallarino en Buenaventura, Río Hato. Había mucha tensión, relata Alemán, quien fue embajador de la administración de Martinelli en Washington entre julio de 2009 y enero de 2011.

‘Stanley Motta me había dicho que no se quedaría mucho tiempo porque no quería toparse con el presidente. Yo, en cambio, me quedé’.

‘A eso de la 1:00 de la madrugada, continúa Alemán, se me acercó Ricardo. Yo no quería conversar con él, pero le reclamé todo el daño que le había hecho a personas allegadas y familiares’.

La discusión duró unos diez minutos hasta que Martinelli lo empuja y, según su testimonio, él reaccionó con el puño.

Los empresarios Pedro Heilbron y Pancho Zeimetz -en calidad de réferis— se interpusieron entre los contendientes para evitar nocaut.

VIAJE SIN CONSULTA A WASHINGTON

Uno de los motivos que llevaron a Alemán a tomar la decisión de dejar su cargo como embajador en la capital de Estados Unidos fue el viaje a Washington que hizo Martinelli en diciembre de 2010, para reunirse con los representantes de American Chamber of Commerce (Amcham) sin consultarle a él ni al canciller Juan Carlos Varela.

‘En ese momento se veía muy mal que un presidente visitara Estados Unidos sin invitación a la Casa Blanca, pero él insistió, dejándose llevar por Jimmy Papadimitriu’.

‘Yo fui muy amigo de Martinelli. Fui una de las personas que más lo apoyó porque creí mucho en su mensaje de que ‘se podía meter la pata pero no la mano’ . También porque conocía su capacidad ejecutoria, es una persona muy trabajadora, muy capaz’.

‘Pero se desvió de ese objetivo y me fui decepcionando desde un principio. Se lo comuniqué, pero lamentablemente fueron infructuoso mis mensajes. Al final, decidí renunciar, a pesar que me pidió seguir’, recordó Alemán.

Después del desastroso incidente, ambos se estrecharon la mano en marzo de 2014. La noticia del encuentro, incluso, se publicó.

Alemán presidía un evento internacional de negocios en el hotel Trump, donde el mandatario había sido invitado a dar las palabras de bienvenida. ‘Lo cortés no quita lo valiente’, dijo Alemán para reafirmar que si bien no estaba de acuerdo con el proceder de Martinelli, no podía obviar una elemental norma de cortesía, especialmente cuando se trata del mandatario.

En el libro no faltó su experiencia como ministro de Gobierno durante la época militar.

‘El presidente preparó el decreto nombrándome como Ministro de Gobierno y Justicia (1988), y lo firmó esa misma noche. Acto seguido, Arturo Delvalle y yo firmamos el decreto destituyendo al general Noriega como comandante de las Fuerzas de Defensa’.

Posteriormente, Del Valle sería relevado del cargo por Noriega y Alemán tuvo que irse a Miami en un avión que le puso a su disposición Frank Kardonski.

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