Una línea de investigación errada

Actualizado
  • 08/09/2014 02:00
Creado
  • 08/09/2014 02:00
El criminólogo Octavio Calderón dice que ‘es raro’ encontrar un pie cortado por el tobillo con la bota puesta. 

El fémur y la tibia hallados el viernes pasado a orillas del río Culubre, según las pruebas de ADN, corresponden a la pierna izquierda de Lisanne Foon. Así lo confirmó una fuente del Instituto de Medicina Legal de la Procuraduría. A finales de junio, los moradores del sitio habían encontrado un pie de esta pierna, calzado de una bota. Las autoridades también investigan si una tira de piel de aproximadamente 20 a 30 centímetros, que estaba con los restos óseos, es parte de la misma pierna.

En el mismo lugar se encontraron, a mediados de junio, otros restos óseos de Kris Kremers, así como la pelvis y una costilla. Los huesos tenían una apariencia desgastada.

El rastro de Kris Kremers y Lisanne Froon se prdió el 1 de abril y lo último que se supo de ellas fue que habían subido por el sendero El Pianista. Desde entonces, los moradores de Altos de Romero han descubierto restos de osamentas a orillas del río Culubre, hecho que para Enrique Arrocha, abogado de la familia Kremers, no tiene otra intención que desviar la investigación.

No solo él piensa así. El criminólogo Octavio Calderón dice que ‘es raro’ encontrar un pie cortado por el tobillo con la bota puesta. Estas no son cosas de la naturaleza. ¿Cómo terminan juntos los huesos en el banco de arena?, se pregunta. La probabilidad de que eso pase es muy remota, respondió.

De acuerdo con el análisis de Calderón, ‘también resulta curioso que todos los huesos aparezcan en el mismo sitio. Puede ser que el asesino trató de picarlas’ (descuartizarlas), dice.

Esto no es consistente. Si corrieron con la misma suerte, ¿cómo es posible que algunos objetos, como la cartera, los teléfonos y la cámara, aparezcan intactos, mientras que los cuerpos de las jóvenes lo hacen por pedazos? Supongamos que el río las hubiese arrastrado, ¿cómo es posible que a la cartera no le pase nada?, cuestiona Calderón.

A su juicio, la línea de investigación debe centrarse en eso, en lo que no encaja, y eso no se está haciendo.

La fiscal Betzaida Pittí debió haber atendido el caso desde el primer momento como una investigación criminal. ‘Ya encontraron los huesos y todavía la fiscal está haciendo búsquedas’. ¿A quién busca la fiscal? Es un caso muy similar al del inglés Alex Humphrey, quien desapareció en el 2012, también en Boquete’, recordó.

‘Las autoridades insisten en que dos mujeres muertas todavía están perdidas’, acota Calderón.

Según el criminólogo, se desperdició hasta la única escena del crimen; es decir, el sitio donde se hallaron las osamentas. Ni siquiera hay fotos que muestren cómo estaban acomodados los restos; no existe una cadena de custodia. Los indígenas se llevaron las pruebas como si se tratara de una mensajería, se sorprende el criminólogo. Y hay un agravante: tiempo que pasa, verdad que huye.

La fiscal tuvo los perros a mano, pero no los aprovechó cuando efectuaron las búsquedas, solo siguió una línea de pensamiento ‘están perdidas en las montañas’, y no barajó otra hipótesis, añadió.

Además, agrega, la fiscal no tuvo en cuenta que las muchachas se fueron del hotel y dejaron sus pertenencias en el cuarto. ‘Ellas no estaban preparadas para subir la montaña. Hay algo que está chueco’, insiste el experto.

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