Principio y final de una gestión ‘envenenada’

Actualizado
  • 29/09/2014 02:00
Creado
  • 29/09/2014 02:00
El nuevo organigrama se ‘enfermó’ en el camino. Solo dos ejecutivos de los nueve iniciales terminaron el quinquenio

El dream team del director de la Caja de Seguro Social (CSS), Guillermo Sáez Llorens, tiene un presupuesto de $624 mil al año solo en salarios.

Esta estructura, nombrada a discreción de quien dirija la institución, ha despertado el apetito de quienes cobran el botín político y se ha convertido en parte de las negociaciones del Pacto de Gobernabilidad.

Fuentes del Partido Revolucionario Democrático sostienen que ya cuentan con cinco de estas posiciones, que el equipo del próximio nuevo director, Estivenson Girón, asegura no se han nombrado.

SIMPLIFICACIÓN

Pocos y mejores. Así resumía Sáez Llorens su estilo gerencial, al iniciar su periodo al mando de la Caja de Seguro Social, en 2009.

En lugar de reunirse con los 25 directores nacionales con los que contaba el organigrama a su llegada, lo hacía en encuentros de solo once personas; él, el subdirector Marlon de Souza y su equipo de nueve ‘superdirectores’ ejecutivos, añadidos a la parte superior de la jerarquía organizacional, cpn sueldos excepcionales.

Javier Díaz, en Prestaciones Médicas; Lourdes Paredes, Recursos Humanos; Carlos Tasón, Transformación e Innovación; Alberto Maggiorie, Finanzas; César García, Prestaciones Económicas; Marisol Velasco, Comunicación; Rosaura González Marcos, Asesoría Legal, y Daniel Ciniglio, Infraestructura y Servicios de Apoyo, integraron el equipo. Se agregó después a Adelys Varela, en Logística.

Por esos días, cada miércoles, Velasco convocaba a rueda de prensa en el salón de Junta Directiva, donde Sáez Llorens compartía los resultados de la semana y los directivos hablaban de los proyectos que llevaban entre manos.

Pero, en agosto de 2012, Díaz renunció para hacerse cargo de la jefatura del Ministerio de Salud, en reemplazo de Franklin Vergara. Lo sucedió Liska Richard, quien hasta ese momento era subdirectora de Prestaciones Médicas.

Velasco también dejó su cargo, para ser sucedida por la presentadora de televisión Iris de Arco, quien meses después fue sustituida por Isabel Marrero.

En el camino, se creó la Dirección Ejecutiva de Atención al Asegurado, bajo el mando de Adelys Varela, quien luego se fue con Díaz, como secretaria general del Minsa.

Tras el escándalo de una compra millonaria de pruebas portátiles combinadas para la detección rápida de anticuerpos del virus de inmunodeficiencia humana, Varela renunció al Minsa para ocupar una de las subsecretarías del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Antes de esa dimisión, Lourdes Paredes ya no era responsable de los 24 mil funcionarios de la Caja. Su puesto lo ocupó Yadira Escobar, una jubilada que aún no se había retirado de la institución.

También abandonó el puesto la directora de Asesoría Legal, Rosaura González Marcos. Emérita López desempeña esta función en la actualidad.

La arquitecta Lineth Monterrey reemplazó a Ciniglio.

El último de los directores que se distanció de la CSS, en su caso para dirigirse al Minsa, fue Tasón, en 2013. Tasón tenía entre sus proyectos la emisión de la ficha digital que, cinco años después, sigue sin concretarse.

Doris Arias, secretaria general de la Caja, también dejó de ser parte de la institución tras una denuncia en su contra por el supuesto delito contra la administración pública en perjuicio del Estado.

Casi todos los directores nacionales devengan un salario de $3 mil más $3 mil de gastos de representación. $6 mil en total. La excepción es Marrero, que gana $3 mil de salario y mil de gastos de representación.

Por su parte, los directores nacionales disponían de $100 mil, cantidad que Sáez Llorens aumentó a $125 mil.

Por esta decisión, Fernando Núñez Fábrega, entonces secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción (hoy Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información) , presentó ante la junta directiva de la CSS una advertencia de mala práctica administrativa.

Luis Lee, de la Asociación de Funcionarios Administrativos de la Caja de Seguro Social (Anfacss), se opuso a este abultado equipo gestor. ‘Sáez Llorens aprovechó para nombrar a sus amigos o a personas que le recomendaba el Ejecutivo. Fue una mala inversión que se hizo con los fondos de los asegurados’, dice.

‘Más que el número, hay que comparar los indicadores de cada una de estas direcciones. Qué había cuando llegaron y qué logros dejan’, sostiene el exdirectivo Eric Bonilla.

Lee recomienda eliminar estas posiciones.

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