La dictadura, una época de crisis, escasez e incertidumbre

El tiempo del militarismo abrió paso a unos días que marcaron la historia panameña envuelta en una crisis de hambre y ambición por el poder y una dictadura que divide a un Panamá en dos: la primera una democratización que buscaba Omar Torrijos Herrera; la segunda de un Istmo inseguro, violento e invadido por un país que quiso ayudar, pero este destruyó la esperanza de un pueblo con bombas y balas.

La toma de decisiones "estratégicas", fueron los detonantes que hicieron que el tiempo de la dictadura fuese dura y cruel para una población que se sentía desestabilizada, por la falta de un líder que tomará el control de un país que se estaba desmoronando.

Los rostros de los estudiantes, los grupos civiles y la población en común, eran las caras valientes que salían constantemente a protestar y a marchar en contra de las arbitrariedades que eran reprimidas por los militares, en donde se cometían violaciones en contra de las personas que estaban aprendiendo a vivir bajo una ley de sobrevivencia que se estaba imponiendo en esta época.

El poder y el control trajeron como consecuencia sangre, muertos, sanciones económicas, desesperación en hombres y mujeres, saqueos a establecimientos y una migración de familias que hoy cuentan desde su punto de vista como se vivió una dictadura comandada por Manuel Antonio Noriega.