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Actualizado
- 19/01/2015 01:00
Creado
- 19/01/2015 01:00
La detención de Hurtado es cuestión del azar: depende de que las autoridades coincidan con ella
Para que María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS colombiano, sea buscada activamente por las autoridades migratorias panameñas, estas tendrían que contar con una alerta internacional de búsqueda emitida por la Interpol. Antes, el Gobierno colombiano debería solicitar la boleta roja a la agencia policial internacional, lo que todavía no ha ocurrido.
Mientras tanto, la detención de Hurtado es cuestión del azar: depende de que las autoridades coincidan con ella.
En Colombia, el Tribunal Supremo ordenó nuevamente su captura el pasado 16 de enero, pero la medida no tiene efecto en la jurisdicción panameña.
El director del Servicio de Migración, Javier Carrillo, indicó que rastrear a Hurtado ‘no es parte de sus funciones’.
Como están las cosas, ‘si damos con ella, sería sancionada con una multa de $50 por cada día de permaneció ilegal en el territorio’, indicó Carrillo. Tendría que regularizar su estatus migratorio o abandonar el país.
La exjefa del DAS está en Panamá desde 2010, cuando el entonces presidente, Ricardo Martinelli, y el entonces canciller (hoy ministro de la Presidencia), Álvaro Alemán, le concedieron asilo territorial. Hurtado es sindicada por supuestamente organizar una serie de escuchas telefónicas ilegales en Colombia.
En julio de 2013, la Corte declaró inconstitucional el asilo a Hurtado. El gobierno de Juan Carlos Varela suspendió la medida coincidiendo con la expiración de su pasaporte.
Los días pasan y el futuro de la exjefa del DAS sigue incierto. Sin poder salir del país que le negó el refugio legal, tendrá que entregarse a las autoridades judiciales colombianas o, en un escenario más optimista para ella, permanecer escondida del servicio de migración panameño.
Versiones contradictorias
Los miembros del actual gobierno no parecen muy cómodos al hablar sobre Hurtado con los medios de comunicación. Sus respuestas a los cuestionamientos de la prensa local son generalmente cortantes e incluso contradictorias.
“No conocemos su paradero”, es la frase más usada. No obstante, el pasado 12 de enero, Yaribeth Calvo, directora de la Oficina Nacional Para Atención al Refugiado (ONPAR), confirmó que Hurtado había solicitado refugio en Panamá a finales del pasado diciembre, pero le fue negado.
“Ella (Hurtado) está aquí”, había dicho la canciller Isabel De Saint Malo a La Estrella de Panamá diez días antes, el 2 de enero, durante la instalación del nuevo periodo de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, días más tarde, la canciller cambió su postura y dijo: “En realidad no estoy segura de que esté en Panamá”, como fuera reportado en una nota de este diario el pasado 16 de enero.
Hasta el momento, Hurtado tiene aproximadamente 160 días de permanecer ilegalmente en Panamá.
En Colombia, sus abogados están a la espera de que el Tribunal Supremo falle a favor de Hurtado.
“Estamos seguros de que ella es inocente. No cometió delito”, manifestó Jaime Camacho, defensor de Hurtado.
Los días pasan y el futuro de la exjefa del DAS sigue incierto. Sin poder salir del país que le negó el refugio legal, tendrá que entregarse a las autoridades judiciales colombianas o, en un escenario más optimista para ella, permanecer escondida del servicio de migración panameño.
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