Los malos ciudadanos son el peor enemigo de una Bahía sana

Actualizado
  • 04/02/2015 01:00
Creado
  • 04/02/2015 01:00
El proyecto de saneamiento que se ejecuta desde 2007 a un costo de $900 millones descontaminaría las playas de la ciudad para el 2017

El Proyecto de Saneamiento de la Ciudad y la Bahía de Panamá, iniciado en 2007, y valorado en $900 millones, enfrenta peligros asociados a las malas prácticas de los empresarios y ciudadanos panameños.

‘Si los panameños no tomamos conciencia de todo el trabajo y esfuerzo realizado para tener una bahía más limpia y sana, toda la iniciativa de saneamiento se echará a perder’, expresó Tatiana De Janon, coordinadora general del proyecto.

El plan de saneamiento de la bahía consiste, básicamente, en la instalación de ocho colectoras de aguas residuales que recogen las descargas residuales de la ciudad y las dirigen hacia la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, ubicada en el corregimiento de Juan Díaz.

Por el momento, se está terminando la instalación de las colectoras, que tienen diámetros de entre 12 y 72 pulgadas.

‘Necesitamos que el resto de la población ponga de su parte, porque si no el objetivo no se podrá lograr’, añadió De Janon, quien está a cargo del programa desde agosto de 2011.

De acuerdo con la ingeniera civil —que colabora con el proyecto dirigido por el Ministerio de Salud—, se ha detectado que algunos comercios y residencias siguen conectando ilegalmente sus sistemas de aguas residuales y servidas directamente a las quebradas y ríos cercanos.

Tampoco se están respetando las servidumbres de los ríos, donde se encuentran ubicadas las colectoras que transportan las aguas residuales.

‘Nos hemos encontrado terrazas residenciales y hasta viviendas sin permiso ubicadas dentro de la servidumbre. Esto nos impone muchos obstáculos para la instalación de las colectoras’, informó.

AVANCE GLOBAL

De Janon reveló que el proyecto de saneamiento registra un avance de 90%, mismo porcentaje que reportó en abril del año pasado. En junio de 2013 arrojó 87%.

La primera etapa del millonario proyecto debería estar concluida en 2017, según el cronograma.

BAÑARSE EN LA BAHÍA

Aunque en octubre de 2011, el entonces presidente Ricardo Martinelli declaró que los panameños podrían disfrutar de las playas de la bahía a partir del 2014, en realidad no fue así.

‘Una vez se deje de contaminar la bahía con las aguas residuales, se necesitará de un periodo de entre 10 y 15 años para que ésta se recupere’, contó De Janon, citando estudios realizados al respecto. Significa que al menos hay que esperar entre los años 2025 y 2030 para disfrutar de las aguas de esa zona protegida.

LAS COLECTORAS

La instalación de las colectoras está bastante avanzada, afirmó De Janon.

La de Curundú está en construcción y deberá estar lista para operar en los primeros meses de este año.

La colectora Tapia podría iniciar su funcionamiento en el primer semestre de este año, cuando se finalice la construcción del interceptor este, que recoge aguas de los ríos Tapia, Tocumen, barriadas de Don Bosco y Ciudad Radial, para llevarlas hasta la Planta de Tratamiento.

La instalación de una parte de la colectora de Juan Díaz deberá comenzar en los próximos días, pues ya fue adjudicado el contrato.

También están en agenda la colectora Quebrada Iguana, que pasa por Marbella y el Santuario Nacional, en Obarrio. Esta obra contribuirá al saneamiento del río Matasnillo.

EL CASO MATASNILLO

De Janon explicó que los encargados del proyecto han observado que la vieja colectora de Matasnillo, que se conectó al proyecto, presenta problemas de descargas por otros puntos del río.

‘Esa colectora vieja de Matasnillo requiere ser estudiada y rehabilitada para lograr que se sanee el río del mismo nombre’, arguyó.

SIGUIENTE ETAPA

Para la segunda etapa del programa de saneamiento, que se extenderá después del 2017, ya se están iniciando los procesos de contratación. Entre estos se encuentra la expansión de la Planta de Tratamiento, que actualmente trabaja 2.2 metros cúbicos por segundo. Ese lugar fue inaugurado en agosto de 2013 y tiene un terreno de 35 hectáreas para su expansión.

El segundo módulo de la planta, que ya se está licitando, podría purificar 4.4 metros cúbicos por segundo.

‘Eso depende del crecimiento de la población, la demanda poblacional. Estamos respondiendo a eso exactamente’, adujo la experta.

Adicionalmente, se está culminando la actualización del plan maestro para definir obras adicionales que extiendan el beneficio de saneamiento a otras comunidades que hayan tenido crecimiento poblacional. El documento servirá para planificar las etapas posteriores.

‘Cuando tengamos la actualización del plan maestro vamos a tener bien definida la segunda etapa del proyecto en su totalidad’, precisó.

Hasta el momento, se han construido 140 kilómetros de redes de alcantarillado, 56 en Tocumen y el resto en San Miguelito; además, 76 kilómetros en las colectoras y 34 en el sistema interceptor.

Lo restante, manifestó, se completa con la culminación de obras en los primeros meses de 2015, como el sistema interceptor este, cuya función es traer las aguas residuales del sector este de la ciudad de Panamá hacia la Planta de Tratamiento.

Posteriormente, arrancará la ejecución de la segunda fase de esta primera etapa que abarca redes de alcantarillado en San Miguelito. El plan contempla 47 kilómetros de tuberías de entre 6 y 8 pulgadas, que se conectan de las casas a las colectoras.

APOYO CIUDADANO

La ingeniera De Janon insistió en solicitar el apoyo de los ciudadanos. "Imagínese terminar el proyecto, que las aguas estén limpias y seguir recibiendo basura", sostuvo. Según la especialista, el desperdicio que se arroja a las vías también afecta el trabajo realizado, pues "la basura que está en las calles pasa al sistema pluvial, que la conduce al río y de allí desemboca a las aguas de la bahía".

"La gente bota la basura a los ríos y las playas, pero nadie quiere bañarse en una bahía rodeada de basura... tenemos que contribuir, no arrojando desechos", aconsejó.

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