‘Blindan’ los petroglifos del río que será intervenido por Barro Blanco

El Gobierno y los ngäbe buglé reconocen como patrimonio histórico los petroglifos de la ribera del río Tabasará, en terrenos intervenidos por la construcción de la hidroeléctrica Barro Blanco.

La protección los petroglifos, tal como lo establece la Ley 17 del 2002, fue discutida en la sesión de ayer de la mesa que negocia el futuro de la central energética, rechazada por los indígenas porque supone la anegación de zonas anexas a la comarca Ngäbe Buglé.

El reconocimiento de la necesidad de proteger este patrimonio cultural en la mesa de negociación supone un revés para Barro Blanco.

Durante la reunión también se acordó que la secretaría técnica que asiste al diálogo deberá explicar los puntos de convergencia y coincidencia en el debate sobre el impacto de Barro Blanco en la arqueología del río Tabasará.

Mientras tanto, en Santiago de Veraguas, otro grupo de indígenas rechazaba la posibilidad de que la dirigencia ngäbe llegase a un acuerdo con el gobierno, aduciendo que no está legitimada para ello. ‘Este grupo no representa a la mayoría del pueblo indígena’, advirtió Toribio García, presidente del congreso de Kodriri.

La mesa de negociación se volverá a reunir en la mañana del lunes, cuando se debatirá sobre una inspección de la Anam a la hidroeléctrica.