Los directores de escuelas, culpables por la falta de sillas

Actualizado
  • 23/03/2015 01:00
Creado
  • 23/03/2015 01:00
Los educadores acusan a los jefes de los colegios de no gestionar la compra de insumos a tiempo. Meduca intentará comprar sillas con garantía de tres años

Mientras aumenta el volumen de despojos acumulados en los ‘cementerios de sillas’, cada vez más estudiantes deben sentarse en bloques de construcción o viejos tablones de madera.

Este es el panorama en muchas de las escuelas públicas del país al comienzo de cada año escolar.

Lo mismo sucedió el pasado 2 de marzo, cuando los centros educativos tuvieron que quejarse para recibir sus bancas en fechas posteriores al inicio de clases.

La escuela Ricardo J. Alfaro, en Tocumen, tuvo que ser equipada con 200 sillas nuevas; la escuela Cuervito, en Barú, requirió 30 sillas y el Centro Educativo Básico General San Miguel Arcángel, en Las Mañanitas, 250.

Ya, antes de comenzar las labores académicas, el IPT de San Miguelito reclamaba 800 sillas.

Peor aún, en la segunda semana de clases, estudiantes de la escuela Quebrada Bonita, en Colón, todavía se sentaban en bloques.

En el colegio de cerro Puerco, en el distrito comarcal de Müna, faltan 300 sillas, y, en la escuela Guacamaya, reciben clases en el suelo.

CASO LAS MAÑANITAS

Un total de 250 sillas, por primera vez, faltaron en el plantel San Miguel Arcángel, en Las Mañanitas, lo que impidió, entre otras cosas, el inicio de la jornada escolar.

Carlos Tuñón, profesor de Ciencias Sociales del colegio, atribuye la problemática a la ‘mala gestión’ de la dirección de la escuela.

El educador refuerza sus palabras al observar que una semana después de haber solicitado las bancas, el Meduca envió los equipos y ahora hay un excedente.

‘Debe haber un programa de reemplazo de sillas al finalizar cada trimestre cuando hay 30 dañadas y es más sencillo repararlas. No se debe esperar a que haya 200 dañadas, porque es más complicado’, aconsejó.

RESPONSABILIDAD

Nelva Reyes, dirigente y educadora con 23 años de servicio, explicó que los directores de los colegios deben hacer con antelación un listado de la cantidad de sillas que requieren.

‘Siempre se dañan unidades; antes, el colegio Artes y Oficios arreglaba sus propias sillas, pero la ministra Lucy Molinar eliminó ese programa’, comentó.

Reyes cuestionó que todavía hay estudiantes de pie o compartiendo su puesto.

Al final de año, el educador hace un reporte de cuántas sillas faltan, para que el director haga la petición a la Dirección Regional de Educación.

Diógenes Sánchez, educador con 15 años de servicio y presidente de la Asociación de Profesores del Instituto José Dolores Moscote, coincidió con Reyes. El docente insistió en que los directores no hacen el debido inventario de necesidades para solicitárselas a las autoridades y pidió frenar la burocracia del Ministerio de Educación (Meduca) que demora ese trámite.

‘Los directores no agilizan la solicitud... hay tortuguismo; no suplen las sillas a tiempo y reaccionan al calor de las críticas’, remarcó.

Juana López, profesora jubilada y coordinadora del Magisterio Panameño Unido, recomendó al Meduca facilitar los insumos a tiempo antes de darse los problemas.

‘Es necesario que cada colegio maneje su matrícula probable para el inicio de clases’, expuso.

Por su lado, el dirigente Armando Espinosa criticó que los funcionarios administrativos de todas las instituciones públicas utilicen sillas acolchonadas y giratorias, mientras los niños deben estar incómodos.

‘Los niños de las escuelas se sientan en bancas de tablones de madera dura y hierro, eso es fastidioso’, afirmó.

COMPRA DE SILLAS

La ingeniera Marcela Paredes, titular del Meduca, plantea que habría que esperar los resultados de un proceso de impugnación a una licitación pública para la compra de materiales para reparar las sillas dañadas.

Las bancas debieron haber sido reparadas antes del inicio del año escolar; sin embargo, la licitación de los materiales fue impugnada y actualmente espera ser definida en el Tribunal de Contrataciones Públicas.

Otra razón que explica la falta de sillas es la demora de los directores para solicitar los dineros del Fondo de Equidad de la Educación (FECE), una partida que se le entrega a todas las escuelas de acuerdo con la cantidad de estudiantes.

La ministra indicó que también hay un proceso de compra de sillas, que toma 60 días. ‘Nosotros esperamos que en estos primeros 30 días se haga la primera entrega’, dijo.

Añadió que esa compra permitirá equipar nuevas aulas de las escuelas que están en construcción.

Paredes sostuvo que son 700 mil estudiantes y, si se renueva cada año el 10% de las sillas, son 70 mil que deben ser renovadas.

En ‘PanamaCompra’, una silla (madera revestida de plástico) supera los $75. La ministra apuntó a incluir en las especificaciones solamente sillas reparables, con garantía para 3 años de uso.

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