Criminología, globalización y criminalidad

Actualizado
  • 01/12/2016 01:00
Creado
  • 01/12/2016 01:00
Desde las aulas de udelas

Desde hace aproximadamente doce años imparto clases de criminología en la Licenciatura en Investigación Criminal y Seguridad en Udelas. Esta oportunidad ha servido para detectar y enseñar los cambios cuantitativos y cualitativos que ha sufrido la criminología desde su nacimiento, en 1876, con César Lombroso.

La criminología ha sido, es y sigue siendo una ciencia multi e interdisciplinaria cuyo objetivo fundamental es el estudio causal–explicativo del antisocial, el tratamiento institucional y la prevención en sus variadas formas de la delincuencia.

Los delitos del pasado, en los que predominaba la fuerza física (delitos convencionales cometidos por personas comunes), han dado paso a los delitos no convencionales (en que la astucia e inteligencia es predominante). Es propio de individuos con un estatus socioeconómico superior, los delitos de cuello blanco (Edwin Sutheland) o la cifra dorada (Carlos Severin Versalle).

En el Código Penal panameño, recientemente, se ha legislado sobre cheques, tarjetas de créditos, delitos contra la seguridad pública, entre otros, que representan un cambio cualitativo en la legislación.

Los delitos convencionales no han desaparecido; por el contrario, han aumentado y se intenta explicarlo por el aumento de la población. Manuel López Rey manifiesta que en sociedades más desarrolladas que las nuestras se logra satisfacer las necesidades básicas del conglomerado, no así en las sociedades menos desarrolladas en que una parte de ella busca alternativas para satisfacerlas llegando a la realización de consultas antisociales.

La palabra globalización empieza a utilizarse a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989; en un inicio empezó con gran empuje, pero en la actualidad enfrenta dificultades por el sentimiento nacionalista, tanto en países europeos como latinoamericanos, que ponen en duda los beneficios que puedan traer los Tratados de Libre Comercio que, en definitiva, lo que buscan es imponer un sistema económico global, en que los beneficios son para los países económicamente más fuertes y Panamá no es la excepción.

En el mundo sin fin que ha brindado la globalización, por la ruptura de las barreras internacionales, la liberación de las economías, la diversidad de medios de comunicación y la tecnología con sus avances revolucionarios, ha sido aprovechada por la delincuencia como el lavado de dinero, robo de identidad, fraudes financieros, contrabando de armas de fuego, de vehículos robados, tráfico de drogas, de órganos y personas. Para lograr su poder económico, el crimen organizado recurre a la corrupción, que ha llegado a penetrar los tres poderes del Estado al punto que puedan perder su autonomía.

El crimen organizado se expande cada vez más en la que existen cuatro puntos esenciales: El social, que aprovecha las carencias socioeconómicas de las personas y es en ella que logran sus víctimas. Lo económico, en que las ganancias obtenidas sobrepasan la economía de los países donde operan. Lo político, que recurre a actos de corrupción al penetrar los tres poderes del Estado, que adolece de leyes o leyes no específicas, que favorecen fallos a la organización. Y por último, el aspecto jurídico en que el conocer su definición y características permitiría saber quién es el enemigo para poder controlarlo.

Es necesario no seguir aceptando las imposiciones extranjeras que desmoralizan nuestra identidad. Por tanto, resulta irrisorio pensar que se pueda combatir la criminalidad de nuestros tiempos —de una estructura compleja y diversificada— utilizando estrategias del pasado.

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