Miguel Mayo: Noriega es atendido por los mejores especialistas

En los últimos días circuló una versión sobre la muerte del ex hombre fuerte de Panamá, Manuel Antonio Noriega, la cual fue desmentida por sus familiares.

El ministro de Salud, Miguel Mayo, al ser indagado por el estado de salud de Noriega, en una entrevista televisiva se excusó de no estar autorizado para hablar sobre la condición de salud de este u otro paciente.

Mayo recordó que la familia del ex general designó a un vocero oficial para que informara del estado de salud de Noriega, el cual fue sometido a una intervención quirúrgica el pasado 7 de marzo de este año, para extirparle un tumor cerebral. Producto de la operación sufrió una hemorragia, por lo que los galenos debieron practicarle una traqueotomía e inducirle a un estado de coma. Tras ello, se presentó una complicación como es la pancreatitis.

El jefe de la cartera de Salud agregó que Noriega es atendido por los "mejores especialistas del sector".

"Hipertensión, úlcera péptica y rinitis alérgica, problemas urológicos y neurológicos derivados de un accidente cerebrovascular", conforman el cuadro clínico de Noriega, según un informe oficial de diciembre de 2012.

Otro informe del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses reveló a mediados de 2016 que el ex general presentaba "un deterioro neurológico secundario al tumor cerebral" por lo que no era apto para acudir a un proceso judicial en ciernes, por la muerte del sindicalista Heliodoro Portugal, ocurrida en enero de 1970, juicio que está suspendido.

Noriega fue extraditado a Panamá tras cumplir 20 años de cárcel en Estados Unidos y Francia por narcotráfico y blanqueo de capitales. Noriega salió de la cárcel El Renacer el 28 de enero de este año, luego de ser beneficiado con tres medidas cautelares de casa por cárcel para ser operado.

El ex militar cumple una condena por los homicidios  de Hugo Spadafora y de la  denominada "Masacre de Albrook", en la cual fueron fusilados el mayor Moisés Giroldi y otros once militares alzados. Aún tiene pendientes otros dos juicios por la muerte de dos militantes panameñistas, en la provincia de Chiriquí, en 1968.