'Quiero que La Estrella de Panamá sea parte de la memoria del mundo', Guadalupe García

Actualizado
  • 24/11/2017 01:05
Creado
  • 24/11/2017 01:05
La directora técnica de la Biblioteca Nacional, Guadalupe García de Rivera, es la primera panameña en el comité de la Unesco que selecciona los documentos que cuentan la historia de la humanidad. Panamá solo ha registrado uno

Hay que tener mucho ojo y bien educado para identificar entre papeles, generalmente muy viejos, las joyas documentales de un país, los archivos que apuntalan su historia, la cédula de identidad de la nación. Esa tarea le toca ahora a Guadalupe García de Rivera, directora técnica de la Biblioteca Nacional ‘Ernesto J. Castillero', que se ha convertido en la primera panameña en formar parte del Comité Regional de la Memoria del Mundo de la Unesco para América Latina. El grupo tiene la responsabilidad de poner en valor aquellos registros históricos que conforman el acervo cultural de toda la humanidad: identificar las piezas dispersas del rompecabezas de nuestra civilización. Panamá, asegura, tiene un papel preponderante en este relato colectivo inconcluso que se inició en 1992. ‘Tenemos documentos importantes de nuestra historia que también son relevantes para la historia del mundo y es nuestra obligación identificarlos y compartirlos', sostiene la especialista, con la declarada intención de incorporar a esa colección mundial de testimonios singulares, las piezas identitarias de la misma panameñidad. Para hacer país, aclara, es primordial conocer los orígenes del proyecto nacional para no errar el camino hacia el futuro. ‘Estamos obligados, como buenos panameños, a conocer y entender nuestra historia y no puede hacerse si no cuidamos los documentos que la avalan', acotó.

¿CÓMO SE INCORPORA A ESTE SELECTO GRUPO DE DOCUMENTALISTAS, SI SE LES PUEDE LLAMAR ASÍ?

Es el Comité Regional el que emite las invitaciones al país, a través de la Cancillería, que debe presentar a especialistas con un perfil determinado. Esta es la primera vez que Panamá recibe una invitación y en la Biblioteca Nacional me postularon a mí. Mandé mi currículum y resulté elegida. El puesto no es remunerado y tiene una duración de cuatro años.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES RESPONSABILIDADES?

Lo más importante es identificar documentos que sean representativos de la historia del país, en todas sus manifestaciones, y que tengan relevancia, mejor no solo para el país, sino también para la región y el mundo. El programa quiere convertirse en la ‘memoria del mundo', pero también promueve que el propio país haga esa recopilación con criterios más locales.

¿SERÁ USTED LA QUE DECIDA QUÉ DOCUMENTOS PANAMEÑOS SE INCORPORAN AL PROGRAMA?

No. Mi trabajo en el Comité Regional es evaluar las propuestas de otros países y aunque puedo y debo proponer documentos panameños, yo no voto sobre su aceptación.

¿TIENE YA IDEA DE QUÉ DOCUMENTOS NACIONALES PUEDEN PRESENTARSE?

Tenemos mucho trabajo pendiente. Panamá solo tiene un documento registrado en la Memoria del Mundo. Es una fotografía del Museo del Canal de Panamá sobre los empleados antillanos del ‘silver roll' o planilla de plata y fue aceptada en 2011. Se presentó un año antes con una propuesta colectiva de Barbados, Jamaica, Santa Lucía, Reino Unido, Estados Unidos y Panamá. Yo creo que un periódico como La Estrella de Panamá , con 168 años de historia, que ha recogido todos los sucesos importante del istmo durante ese tiempo, debe estar en la colección.

¿CÓMO SE HACE. ES ESTA UNA PROPUESTA EN FIRME?

Yo tengo claro que en la próxima reunión del Comité, que esperamos que se pueda realizar en Panamá, en el mes de octubre, vamos a llevar propuestas. Tengo también la responsabilidad de crear el comité nacional del programa Memoria del Mundo, para lo que espero la asistencia de la Cancillería. La invitación debe hacerse a investigadores, historiadores, representantes de instituciones en las que repose todo tipo de patrimonio documental, como la ACP, el Archivo Nacional, los museos y también los periódicos. Debe haber representación tanto privada cómo pública, la Iglesia y otros centros religiosos con registros históricos. Es una recopilación y evaluación que debe ser consensuada. En mi opinión, un documento que podría formar parte de la Memoria del Mundo es La Estrella de Panamá , la colección completa, además del Acta de Fundación de la ciudad de Panamá, la primera en el Pacífico y a punto de cumplir quinientos años, o los mismos Tratados Torrijos Carter, los originales, que todos deberíamos saber dónde están. Es también un trabajo de puesta en valor .

¿Y CÓMO SE EVALÚAN Y SE ACEPTAN LOS DOCUMENTOS?

Los documentos deben ser únicos e irreemplazables y deben ser originales. Además se toma en cuenta que estén abiertos a la consulta pública y la propuesta la haga el propietario. Se sopesa, asimismo, su relevancia para el país, la región y para el mundo. En Panamá tenemos mucha información de hechos que sucedieron en el país, con impacto nacional y regional. El primer paso es determinar dónde están los documentos, en qué condiciones están.

¿ALGUNA LIMITACIÓN?

La memoria también guarda archivos de audio, testimonios de la identidad del país, como la letra del Himno Nacional, los registros de los primeros trajes típicos, las técnicas de las joyas de la pollera, la singularidad de la información es lo que debe argumentarse y presentarse correctamente.

¿HAY MUCHA COMPETENCIA?

Países como Brasil y México son miembros desde el origen del Comité, en 1992, y son los países que mayor documentación han presentado. Esa es nuestra aspiración, poner en valor al patrimonio documental pana meño. Colombia presentó la Carta de Jamaica, de Simón Bolívar (y también la ha presentado Ecuador); Argentina y Chile, documentos sobre derechos humanos; Cuba, sobre su campaña de alfabetización. Debemos identificar lo que nos define como nación y aporta de forma diferenciada al relato colectivo .

COMO ESPECIALISTA, ¿QUÉ VALOR LE DA A ESTE PROYECTO?

Los documentos nos ayudan a entendernos como sociedad, como nación, nuestra civilización. Es un trabajo de todos salvaguardar y proteger nuestro patrimonio y una obligación preservar la memoria del país, las voces del pasado. En ese sentido, es fundamental el papel de la Red Nacional de Bibliotecas, el más democrático y plural de todos los repositorios.

DOCUMENTOS PARA NO OLVIDAR

Para la Unesco, un documento ‘es aquello que consigna algo con un propósito intelectual deliberado', tomando en cuenta tanto su contenido informativo como el soporte en el que se consigna. ‘Ambos elementos pueden presentar una gran variedad de formas y ser igualmente importantes como parte de la memoria', destaca el organismo en su página sobre el proyecto Memoria del Mundo, concebido para preservar el patrimonio documental. Creado en 1992, el programa recoge el patrimonio que refleja la diversidad de los pueblos, su cultura, su historia, sus idiomas y costumbres, y por su relevancia debe ser protegido y accesible de forma permanente y sin obstáculos. La Unesco identifica amenazas como el saqueo, la dispersión o el comercio ilícito para destacar la importancia del proyecto, para el que cuenta con todos los países miembros. Trabaja desde la Secretaría Central, el Comité Consultivo Internacional y Comités Regionales y Nacionales, como el que se espera tenga Panamá próximamente.

HISTORIA Y PATRIMONIO

Es directora técnica de la Biblioteca Nacional

Nombre completo: Guadalupe García de Rivera

Formación: Bibliotecóloga

Resumen de carrera: Santiagueña de origen, terminó el sexto año en el Instituto Urracá (1980). Se graduó en la Universidad Federal Do Río Grande Do Sul, en Puerto Alegre, Brasil, donde obtuvo el título de licenciada en Biblioteconomía (1986). Es máster en Bibliotecas y Patrimonio Documental por la Universidad Carlos III, de Madrid (2012) y desde este año, la primera panameña en el Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco-Mowlac, También es intérprete público autorizado español-portugués y portugués-español.

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