La brecha salarial, ¿son los hijos?; ausencias críticas en la organización de los cuidados

Actualizado
  • 28/10/2018 03:01
Creado
  • 28/10/2018 03:01
La maternidad es considerada uno de los principales obstáculos enfrentados por las mujeres para alcanzar mejores niveles de igualdad. Poco se habla sobre el papel del Estado como impulsor de políticas de cuidados

Recientemente me topé con un par de artículos publicados en un periódico español que hacían referencia a las implicaciones de la maternidad en la vida profesional de las mujeres. El titular de uno de ellos llamó poderosamente mi atención y desató este escrito. Decía así: ‘la brecha salarial son los hijos'.

Son comunes los análisis y opiniones que señalan la maternidad como uno de los principales obstáculos enfrentados por las mujeres para alcanzar mejores niveles de igualdad en relación a los hombres en la política, la economía e incluso en la ciencia. Afirmaciones del tipo a la que contiene uno de los dos artículos mencionados: ‘La maternidad llega a veces como un cataclismo que abre una brecha en la vida profesional de las mujeres', u otro recientemente publicado en el diario nacional La Prensa : ‘la maternidad es una de las mayores causas de la brecha salarial de género', forman parte de este enfoque para abordar la desigualdad, que coloca a las mujeres y a sus hijos en el centro de la problemática; protagonizándola y explicándola.

Desde este enfoque, si las mujeres desean avanzar en sus carreras profesionales al mismo ritmo que los hombres y, por tanto, cerrar la denominada ‘brecha de género', tendrán que decidir entre algunas opciones (para las que las tienen): renunciar o postergar la maternidad o abandonar su carrera por el bien de una maternidad completa, dedicada, apegada… Para algunas mujeres con mayor disponibilidad de recursos económicos, también está la opción de transferir las ‘cargas' de cuidados a otras mujeres, a quienes emplean como domésticas o cuidadoras, para que suplanten su rol en el hogar.

AUSENCIAS CRÍTICAS EN LOS CUIDADOS

MISIÓN Y VISIÓN DE FLACSO

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) es un organismo regional, instituido por la UNESCO para impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de las Ciencias Sociales.

El Programa FLACSO-Panamá busca dotar a la población de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.

Sin venir a negar aquí la vinculación entre maternidad y brecha de género, sí creo que es urgente un cambio de enfoque porque el vigente centra la problemática exclusivamente en las mujeres, su decisión de ser madres y el desarrollo de la maternidad, así como presenta a los hijos e hijas como lastre que impiden el desarrollo profesional de las madres. Una fotografía más amplia de la situación permite visibilizar a otros actores relevantes y factores determinantes en la organización social de los cuidados, que normalmente figuran ausentes, tanto en las responsabilidades de cuidado, como en los análisis críticos sobre las barreras encontradas por las mujeres en su camino hacia mejores niveles de igualdad con los hombres.

Destacaría al menos dos ausencias críticas: una es la del Estado, deficitario en la provisión de políticas públicas de cuidados; y otra son las paternidades no responsables, desarrollada por padres que descargan sobre las mujeres la responsabilidad de los cuidados de sus propios hijos.

POLÍTICAS PÚBLICAS DE CUIDADOS

En relación a las políticas de cuidados cabe destacar el reducido e irrelevante rol que asume el Estado en la organización social de los cuidados, porque todavía es imperante el entendido de que éste tiene que ver con los hogares y en particular con el trabajo no remunerado de las mujeres. Un estudio reciente realizado por el PNUD en Panamá titulado ‘el bienestar cuidado: una responsabilidad que debe ser compartida' da cuenta de este déficit de regulación y provisión de servicios de cuidados por parte del Estado a través de políticas públicas. Destacaría muy particularmente que la licencia por maternidad en Panamá es de 14 semanas, mientras que la licencia de paternidad es de 3 días.

CORRESPONSABILIDAD Y PATERNIDADES RESPONSABLES

Por su lado, sin negar la existencia de padres vinculados a las tareas de cuidados de manera responsable y equitativa con sus parejas, sigue imperando el entendido de que con ellos no va eso. No hay más que ver cómo les afecta a ellos la paternidad en su carrera, en relación a como nos afecta a las mujeres. En Panamá, según datos de la última Encuesta de Uso del Tiempo (INEC, 2011), en promedio, las mujeres dedican 29 horas semanales a tareas domésticas y de cuidados, mientras que los hombres 13. Se cuenta con sobrados estudios científicos que ofrecen evidencias sobre la falta de corresponsabilidad en diferentes países, pero también hay testimonios y realidades que se escuchan y observan contundentemente en nuestros entornos más cercanos y cotidianos.

Todo ello sin negar que, tal y como están las cosas, la maternidad se presente como un obstáculo para el desarrollo profesional de las mujeres. El problema es que esto es así porque todavía las mujeres asumen de manera casi exclusiva las responsabilidades de cuidados en el hogar; porque el estado delega en los hogares y los hombres delegan en las mujeres.

REORGANIZACIÓN SOCIAL DE LOS CUIDADOS

Es urgente una nueva organización social de los cuidados interpelando, al menos, a las dos ausencias críticas mencionadas, lo que debe revertir en: políticas públicas de cuidados y paternidades responsables. Muchos cambios sociales, culturales, políticos y económicos tienen que ocurrir para ello, pero también vale de mucho empezar a cuestionarse a uno mismo en este escenario.

Un cambio de enfoque es necesario para dejar de vincular de manera acrítica, simplista e injusta la maternidad con la brecha de género en el ámbito profesional y en el acceso de las mujeres a puestos de decisión en la política, la economía o la ciencia; y que permita entender que es tan problemática la maternidad como la paternidad vigente, así como la responsabilidad que dejan de asumir en ello las políticas públicas. Regresando al titular que generó estas líneas, el problema no son los hijos, sino que su cuidado recaiga o se concentre sobre nosotras, con las ausencias críticas mencionadas.

La autora es antropóloga e investigadora del Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá

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