Ministerio de Cultura, entre la aspiración tardía y los retos del presente

Actualizado
  • 07/06/2019 02:00
Creado
  • 07/06/2019 02:00
El 6 de junio de 1974, cuando el país era gobernado por los militares, se creó el Instituto Nacional de Cultura (INAC). El recién electo presidente, Laurentino Cortizo, alega que lo elevará a Ministerio de Cultura, con mayor presupuesto. Un anhelo de muchos

‘Si la creación del ministerio va acompañada con políticas públicas y los presupuestos adecuados, no tengo duda de que en pocos años nuestra sociedad verá el impacto'

¿Cómo analiza la propuesta de elevar el INAC a un ministerio?

WALO ARAÚJO

GESTOR CULTURAL

La creación del Ministerio de Cultura es una medida largamente esperada por la gente del sector cultural. Ya era hora de que un gobierno tuviera la visión de reconocer el papel de la cultura en el desarrollo del país, dándole el nivel de ministerio a esa cartera. Panamá tiene una institucionalidad y unas políticas públicas y culturales muy desactualizadas y rezagadas en muchas áreas con respecto a los otros países latinoamericanos... Las políticas culturales bien diseñadas y ejecutadas tienen capacidad para generar cohesión y cambio social, empleo e innovación, autoestima y reputación para el país, como pocas otras políticas sectoriales.

¿Considera que con la nueva estructura se garantiza mejores políticas en materia cultural?

Si la creación del ministerio va acompañada con las políticas públicas y los presupuestos adecuados, no tengo duda de que en pocos años nuestra sociedad verá el impacto transformador que puede tener la cultura.

El INAC históricamente fue la cenicienta en el presupuesto del Estado. A su juicio, ¿por qué los gobiernos no destinan presupuestos al tema cultural?

Pienso que nuestros gobiernos no han otorgado presupuesto ni prioridad a la cultura porque son un reflejo de nuestra sociedad. Y en general en nuestra sociedad predomina un escaso entendimiento del papel que puede tener la cultura como motor de empleo, desarrollo, cohesión y cambio social, y también de autoestima y reputación como país. Pero eso parece estar cambiando...

El INAC cumplió este año 45 años de existencia, ¿cuál es su análisis de la labor desarrollada durante estas cuatro décadas?

El INAC desarrolló en sus primeros años un importante papel dinamizando el sector cultural en Panamá. Muchos buenos profesionales trabajaron y trabajan aún hoy en el INAC. Sin embargo, en las últimas décadas el papel del INAC en el mapa de los actores de la cultura pasó a ser secundario, y más recientemente, casi irrelevante. Es una institución víctima de una crónica falta de voluntad política, que yo no achacaría solamente a la clase política, sino a nuestra sociedad en su conjunto. Sin embargo, nuestra sociedad en décadas recientes también ha producido un boom de festivales, proyectos culturales y nuevos públicos. Esto ha ocurrido, en mi opinión, por combustión espontánea y por el surgimiento de liderazgos de personas y colectivos muy concretos. El Estado ha respaldado económicamente muchas de estas iniciativas, a veces más, a veces menos, pero no ha contado con una institucionalidad capaz de ejercer liderazgo estratégico ni de orientar el rumbo del sector cultural del país. Tampoco ha sido capaz, por la falta crónica de prioridad y de recursos, de salvaguardar y poner en valor adecuadamente el patrimonio cultural panameño, ni de ofrecer servicios educativos en las artes con calidad y en condiciones adecuadas.

¿Qué recomendaciones ofrece en relación a la creación del Ministerio de Cultura y para el próximo ministro?

Para que se dé la transformación del INAC en Ministerio de Cultura, pienso que es importante que el equipo ministerial cuente con profesionales de la gestión cultural como asesores. Los artistas, músicos, bailarines y poetas no han probado ser muy buenos haciendo gestión pública. Quienes ocupen cargos de dirección en el Ministerio de Cultura, más que figuras del arte y la cultura, deben ser buenos profesionales que tengan visión de Estado y estén actualizados en materia de políticas públicas culturales internacionales, puesto que nuestro país está en eso bastante rezagado. Carlos Aguilar Navarro es un profesional que ha tenido una muy buena trayectoria y tiene a su favor que fue el responsable de la exitosa transformación de Canal 11 en SERTV; pienso que esa experiencia le va a ser muy útil ahora. Mi recomendación es que se piense en crear una institución y una administración ágil, no burocrática, con personal altamente cualificado, por méritos y con estabilidad. Senacyt, la entidad rectora en ciencia, tecnología e innovación, es un buen modelo de institución por la visión estratégica y agilidad en la gestión que ha mostrado. También es crucial, en este país gravemente centralista, que la institucionalidad en cultura se descentralice y que las decisiones, por ejemplo, sobre museos o recursos culturales locales de las ciudades y comunidades no se tomen desde una refrigerada, burocrática y desconectada oficina de la capital. Es importante acompañar a las ciudades, poblados y comunidades del país a mapear sus necesidades, contar con los actores locales del desarrollo y establecer planes de acción a la medida de esas necesidades.

‘EL IMPACTO POSITIVO DE LA CULTURA EN LA SOCIEDAD HA SIDO COMPROBADO EN OTROS PAÍSES, YA ES HORA DE APOSTAR AL DESARROLLO A TRAVÉS DE LAS ARTES Y LA CULTURA'

SALLY BARDAYÁN

ACTIVISTA DE DERECHOS HUMANOS

¿CÓMO ANALIZA LA PROPUESTA DE ELEVAR EL INAC A UN MINISTERIO?

Acertada, pero atrasada; como dice el dicho, más vale tarde que nunca. Panamá hasta el momento no ha priorizado las artes y la cultura, relegando su función a algo extra e innecesario, un gran error. El Ministerio de Cultura tiene la capacidad de cambiar esto. El impacto positivo de la cultura en la sociedad ha sido comprobado en otros países, ya es hora de apostar al desarrollo a través de las artes y la cultura para un mejor Panamá.

¿CONSIDERA QUE CON LA NUEVA ESTRUCTURA SE GARANTIZA MEJORES POLÍTICAS EN MATERIA CULTURAL?

La nueva estructura no garantiza necesariamente mejores políticas culturales –para eso se necesita más que presupuesto–, pero definitivamente un ministerio estaría mejor posicionado que una institución para llevarlas a cabo. Actualmente, la mayoría de los problemas de la institución tienen que ver con falta de presupuesto y la creación del ministerio permitiría desarrollar políticas culturales a largo plazo. Además, la designación de Carlos Aguilar es un paso positivo por su trayectoria comprobada y su compromiso con la cultura.

EL INAC HISTÓRICAMENTE FUE LA CENICIENTA EN EL PRESUPUESTO DEL ESTADO. A SU JUICIO, ¿POR QUÉ LOS GOBIERNOS NO DESTINAN PRESUPUESTOS AL TEMA CULTURAL?

Los gobiernos no destinan presupuestos a temas culturales porque es una inversión cuyo retorno social y económico es menos aparente que el de otros sectores. Además, en un país con altos niveles de desigualdad, destinar un presupuesto elevado a temas culturales inevitablemente vendrá acompañado de quienes reclamen que los presupuestos para la cultura podrán justificarse únicamente después de que el Estado haya cumplido con derechos fundamentales como la salud, educación, etc.

EL INAC CUMPLIÓ ESTE AÑO 45 AÑOS DE EXISTENCIA, ¿CUÁL ES SU ANÁLISIS DE LA LABOR DESARROLLADA DURANTE ESTAS CUATRO DÉCADAS?

Mi concepción de la labor del INAC está dividida en dos periodos: el de la ‘revolución octubrina' y el de la época posinvasión. La primera fue caracterizada por un renacimiento para los artistas y gestores culturales; no solo en espacios de la élite, sino a nivel popular con murales, grupos de música y teatro callejero. En el segundo periodo la labor del INAC fue menos aparente y más concentrada en la ciudad. Por ejemplo, en 1993 se creó la obra colectiva internacional ‘América Unida por el Arte' en el Parque Omar con más de 30 artistas, que fue derrumbada por el gobierno saliente. En general, he visto poco apoyo al interior del país en materia de arte y cultura.

¿QUÉ RECOMENDACIONES OFRECE EN RELACIÓN A LA CREACIÓN DEL MINISTERIO DE CULTURA Y PARA EL PRÓXIMO MINISTRO?

La creación del Ministerio de Cultura es algo sin precedentes para nuestro país y, por ende, debe evitar improvisaciones y errores en la medida que sea posible. Este cambio se dará en medio de una de las crisis de legitimidad más grandes en la Panamá posinvasión... la sociedad civil estará alerta y cualquier error puede costarle su recién adquirido rango de Ministerio, para el detrimento del arte y la cultura en Panamá. El ministro designado tiene una oportunidad enorme, con una responsabilidad de la misma talla.

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