El A2 PAN, una mutación del Covid-19 que nació en Panamá

Actualizado
  • 15/06/2020 00:00
Creado
  • 15/06/2020 00:00
Los científicos determinaron que, debido a la ubicación del país, llegaron cuatro linajes diferentes del virus de Estados Unidos, tres de Europa (Francia, Italia y España) y uno de Asia. “Las modificaciones en las variantes del virus dieron origen a un nuevo linaje, típico del país, el A2 PAN”, explica Juan Pascale, director del Instituto Conmemorativo Gorgas

El nuevo coronavirus está mutando y en Panamá se ha originado un nuevo linaje del virus a consecuencia de la modificación de otras ocho variaciones que fueron importadas de tres regiones del mundo.

El país se mantiene aún en cuarentena como una medida de prevención.

“Las modificaciones en las variantes del virus dieron origen a un nuevo linaje, típico del país, el A2 PAN”, explicó Juan Miguel Pascale, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud (Icges), en el Webinar Académico: Situación Actual del Covid-19, avalado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.

“Cuando se reabra el aeropuerto y veamos que en otro país se mencione el A2 PAN es porque alguien que salió, que se fue de acá (Panamá), contagió a otra persona”, agregó Pascale.

Los científicos del Icges le están siguiendo la pista al nuevo coronavirus. Al momento, los investigadores han secuenciado 150 genomas del Sars-CoV-19 para determinar sus orígenes y mutaciones. Los análisis genéticos determinaron que en el país fueron introducidas cuatro linajes diferentes del virus de Estados Unidos, tres de Europa (Francia, Italia y España) y uno de Asia.

La posición geográfica del país, que lo convirtió en centro de conectividad de la región, favoreció el ingreso de las diferentes variedades del virus de “un solo golpe”, aseguró el médico e investigador del Igces. El cierre de los vuelos procedentes del continente asiático, donde se originó el brote, impidió que se diera más acceso del virus de esa región del mundo.

El médico e investigador del Icges explicó que los virus RNA, como el que causa el Covid-19, no cuentan con enzimas que editen los errores de las copias, es decir, cuando el virus va haciendo copias de sí mismo, la enzima que replica el genoma comete errores, que son conocidos como mutaciones. “Es igual que cuando uno está escribiendo y comete errores y se utiliza un programa de edición que inmediatamente alerta y corrige. Los virus de RNA no tienen capacidad de edición”, añadió.

“La mayor parte de las mutaciones probablemente no tendrá ningún efecto”, puntualizó Adriana Heguy, directora del Centro de Tecnología del Genoma de la Escuela de Medicina Grossman, de la Universidad de Nueva York, citada por la BBC Mundo.

“Pero algunas de estas mutaciones sí pueden tener efecto sobre el virus", añade Heguy.

Las vacunas

Xavier Saéz Llorens, pediatra, infectólogo e investigador, dijo que hay cuatro cepas tradicionales de coronavirus, que solo causan un resfriado común. Se tratan de las 229E (1966), OC43 (1967), NL63 (2003), HKU1 (2005), causantes, entre un 15% a un 30%, de los resfriados comunes

Panamá ha reportado más de 20mil casos positivos de Covid-19.

Existen, sin embargo, otras tres que son más agresivas y letales. El Sars CoV-1, que surgió entre 2002 y 2003, en el sudeste asiático y se esparció por 29 países e infectó a 8 mil personas. Antes de que la epidemia fuera declarada controlada, en julio de 2003, un 10% de los contagiados fallecieron.

Entre 2012 y 2015 circuló el virus que producía el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (Mers-CoV), que se originó en Arabia Saudita y que contagio a 2,500 personas al propagarse a otros países. El 34% de los infectados perdieron la vida. La enfermedad que produce este coronavirus se considera desaparecida.

Por último surgió el Sars-CoV-2 en Wuhan, China. Los primeros análisis aseveran que el virus pudo aparecer entre noviembre y diciembre de 2019. Pero, posteriores estudios apuntan a que empezó a circular en agosto de 2019.

La letalidad del Sars-CoV-2 es aún incierta porque usualmente se calcula al final de la pandemia, para que sea más precisa. Por los casos documentados, la letalidad podría estar en un 5.6%, indicó Saéz Llorens.

El número de contagios del nuevo coronavirus supera los 7 millones de personas y los muertos se acercan al medio millón. Hay 224 vacunas en desarrollo, la mayoría en estudios preclínicos. Once han empezado sus ensayos en humanos, de las cuales tres están muy adelantadas. Una de ellas fue creada por la Universidad de Oxford, en Reino Unido, con un vector viral, un adenovirus de chimpancé. “Está siendo desarrollado en un tiempo record”, adelantó el infectólogo.

Esta vacuna pronto será probada en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Se estima que entre septiembre y octubre se podrían tener los resultados del estudio yen paralelo se podría estar produciéndose masivamente la vacuna. Las otras dos están siendo producidas en China, con un adenovirus como vector, y en Estados Unidos, una que es a base de RNA, con importantes avances.

“Espero que el desarrollo de vacunas se produzca a un ritmo acelerado, sin precedentes. Ojalá que para octubre, noviembre o diciembre podamos tener un vacuna porque es lo que puede cambiar el escenario de la pandemia”, concluye Saéz Llorens.

Por el momento, existen datos que indican que el uso de plasma convaleciente o de anticuerpos monoclonales que pueden mejorar el pronóstico de los enfermos en estado crítico.

Panamá está lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño. Al momento existe entre un 5% y 6% de seroprevalencia (inmunidad al virus), muy lejos del 70% que se considera necesario para evitar una segunda oleada del coronavirus. “Llegar a allá significa demasiados casos graves, demasiadas defunciones”, señaló Saéz Llorens.

La mayor tasa de letalidad del país está en los pacientes de arriba de 60 años con más de 300 defunciones. Mientras, que los pacientes entre 20 y 60 representan el 56% de las hospitalizaciones, de los cuales un 25% fallece. “Esta población no puede considerarse inmune porque tiene un porcentaje de defunciones no despreciable”, consideró Julio Sandoval, médico intensivista y asesor del Ministerio de Salud (Minsa) para el Covid-19.

Las autopsias de los pacientes infectados por Covid- 19 demuestran daño endotelial y microtrombosis, es decir inflamación y obstrucción de los vasos sanguíneos. Los intensivistas panameños han optado por tratamientos con esteroides y heparinas para reducir las muertes, que suman más de cuatro centenares en el país.

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