De fuegos artificiales, celebraciones y una cultura por el ruido excesivo

Actualizado
  • 31/12/2021 00:00
Creado
  • 31/12/2021 00:00
Desde la estructura del Estado y a nivel privado las celebraciones, como las fiestas de fin de año, implican el uso de fuegos artificiales en zonas urbanas, en la que hay hospitales. Un análisis de esta cultura
De fuegos artificiales, celebraciones y una cultura por el ruido excesivo
El uso de fuegos artificiales se ha convertido en el estilo de vida de nuestra sociedad. Mientras más son los decibeles, más es la celebración
Geraldine Emiliani. Psicóloga Es psicóloga con maestría en psicología clínica y de la personalidad. Psicóloga jurídica. Terapeuta familiar y de pareja.
¿Qué piensa usted del excesivo uso de fuegos artificiales para las celebraciones, incluso en los actos gubernamentales en zonas urbanas y muy cerca de centros hospitalarios?

Fatal. Aquí estamos acostumbrados a celebrar lo que se nos venga en gana y lo peor haciendo uso del ruido. El uso de fuegos artificiales se ha convertido en el estilo de vida de nuestra sociedad. Mientras más son los decibeles, más es la celebración. ¿O habrá algún negocio de por medio? Además, el ruido que produce puede causarle un infarto a una persona con problemas del corazón, y molestias a los que sufren de presión alta.

¿Cómo evalúa el comportamiento de la sociedad frente al ruido?

Pareciera una costumbre, un hábito. En la calle, en el vecindario, en la casa. El panameño no habla, el panameño grita al hablar. Y mientras más grita, cree tener la razón en todo.

El diputado Juan Diego Vásquez presentó un anteproyecto de ley que busca regular las emisiones de ruido. ¿Cómo analiza la iniciativa?

Estoy de acuerdo. Es una excelente iniciativa porque busca proteger a la población de enfermedades causadas por el ruido. El ruido afecta de manera fisiológica al organismo y aumenta los niveles de estrés e irritabilidad e influye en la concentración. Además de causar problemas en la parte auditiva.

La propuesta contempla multas desde $200 hasta $5,000 por el incumplimiento de la norma. ¿Considera razonable la sanción económica?

El panameño está acostumbrado que para cumplir con una norma la única manera es que sea a través de una sanción económica. Donde le toquen el bolsillo es cuando toma conciencia de que la norma es para su bien. Lamentable, pero es así.

Mucho se ha hablado de los perjuicios a la salud auditiva que causa el excesivo ruido, pero pareciera que estamos condenados al ruido en las zonas urbanas. A su juicio, ¿qué debemos hacer como sociedad para mitigar el problema?

Bajar los decibeles del ruido. Sin embargo, eso en verdad no es suficiente, por tanto, hay que educar a la población en lo importante que es para su salud en general evitar el ruido. Se podrían hacer campañas a través de los medios, en las escuelas, en las barriadas con la ayuda de los representantes de corregimiento y de las instituciones de salud.

En actos del gobierno deben quedar excluidos totalmente, ya que es un gasto absolutamente innecesario y derrochador de recursos
Ariel Rodríguez. Biólogo Es docente universitario. Posee un doctorado en ciencias naturales y una maestría en conservación y manejo de vida silvestre
¿Qué piensa usted del excesivo uso de fuegos artificiales para las celebraciones, incluso en los actos gubernamentales en zonas urbanas y muy cerca de centros hospitalarios?

El uso de fuegos artificiales debe estar regulado de alguna manera en tiempo, espacio y lugar, al menos las formas más grotescas. En actos del gobierno deben quedar excluidos totalmente, porque es un gasto absolutamente innecesario y derrochador de recursos en un país con muchas personas pasando hambre. Para los animales silvestres y domésticos estos sonidos son completamente perturbadores e incluso mortales.

¿Cómo evalúa el comportamiento de la sociedad frente al ruido?

La sociedad panameña en general vive en medio de una cultura de ruido y es por esto que ha normalizado el ruido excesivo. Lo correcto es regular y que el ruido en barriadas sea controlado como debe ser. El ruido de la industria ya tiene sus regulaciones, solo hay que hacerlo cumplir con rigor.

El diputado Juan Diego Vásquez presentó un anteproyecto de ley que busca regular las emisiones de ruido. ¿Cómo analiza la iniciativa?

Es oportuno revisar e incorporar todos los estudios científicos sobre ruido para que esta iniciativa tenga sustento científico y que no sea visto como un proyecto antojadizo.

La propuesta contempla multas desde $200 hasta $5,000 por el incumplimiento de la norma. ¿Considera razonable la sanción económica?

Creo que dependiendo del tipo de ruido y las fuentes de emisión, podría incluir otras formas adicionales de sanciones, con tal de que los ruidosos de los barrios no queden impunes. Aquí hay un abuso institucionalizado en colonias o barriadas del ruido. Cada quien se cree con el derecho de emitir ruidos y sonidos sin control, y que no respeta al vecino. Todos estos abusos domésticos o de barrio terminan transformados en otros abusos como sociedad ante temas más complejos. Quien no respeta al vecino y a su propia familia, no respeta a nadie.

Mucho se ha hablado de los perjuicios a la salud auditiva que causa el excesivo ruido, pero pareciera que estamos condenados al ruido en las zonas urbanas. A su juicio, ¿qué debemos hacer como sociedad para mitigar el problema?

El Estado debe ser garante, como todos los Estados civilizados, del derecho a vivir en paz, armonía y silencio. Nadie debe abusar del derecho ajeno a su paz y bienestar. La gente en su casa no debe ser perturbada por el abusador ni por nadie. Así de simple.

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