Lucía Meza: Hay una brecha de infraestructura. Urge hacer una planificación

Actualizado
  • 19/07/2022 00:00
Creado
  • 19/07/2022 00:00
'La invitación que se hace es tratar de cumplir con las buenas prácticas que existen para mitigar esa amenaza, de poca transparencia', afirmó la representante del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en Panamá, quien en el marco de los 25 años de acción de la institución en el país conversó sin tapujos sobre financiamientos, proyectos de inversión, cooperación técnica y los principales desafíos, entre otros temas
CAF tiene una cartera de crédito en Panamá, al cierre del 29 de junio de 2022, de $2,678 millones.

La representante del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en Panamá, Lucía Meza, sacó un espacio de su apretada agenda para hablar de la misión de la institución financiera multilateral en pro del desarrollo sostenible del país. El tiempo que la ocupa durante este mes de julio es la conmemoración de los 25 años de acción del banco en Panamá.

Egresada de la Universidad Central de Venezuela en 1989, su país de origen, Lucía es economista de profesión, con un máster en gestión y financiación de infraestructuras por la Universidad Politécnica de Madrid - Fundación Agustín de Betancourt 2006.

Ingresó a CAF en 1993 y desde entonces ha ocupado diversos cargos. En 2010 fue nombrada directora de proyectos, región norte; en la vicepresidencia de infraestructura, cargo donde permaneció hasta que el 1 de enero de 2021 fue designada para asumir la representación de banco y estrechar las relaciones con Panamá, a través de la formulación de programas de trabajo con el sector público y privado que promuevan el desarrollo sostenible y la integración regional.

Conversa con 'La Decana' sobre el trabajo que ejecuta en Panamá en materia de financiamiento, cooperación técnica, su foco de interés y los desafíos.

La representante del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) en Panamá, Lucía Meza.
¿Cómo han sido estos 25 años de integración de Panamá como miembro del CAF?

De un trabajo muy intenso, colaborativo, de muchas alianzas con instituciones hacia Panamá como el resto de las instituciones de cooperación internacional para poder ejercer la función de banca multilateral, atrayendo recursos de fuera de Panamá a América Latina. Hemos podido tener la oportunidad de participar en el financiamiento de muchos proyectos importantes en el país, pero también en un amplio programa de asistencia técnica, capacitación sobre todo para empleados públicos y una cantidad de estudios técnicos, siempre con el objetivo del desarrollo sostenible de Panamá y aquellas oportunidades que tiene el país para lograr la eficiencia de infraestructura y sus servicios básicos.

¿Cuánto ha financiado el CAF a Panamá en estas más de dos décadas y en qué sectores específicamente?

La cifra total de financiamientos está en alrededor de $7.000 millones ($3.902 millones son desembolsos). Como agencia de cooperación internacional, la importancia que tiene esta cifra es que nuestro trabajo se basa en la búsqueda y alianzas con instituciones financieras fuera de la región para traer recursos a América Latina en mejores condiciones. Por otro lado, se han aprobado recursos para el apoyo de asistencia técnica, que si bien no son cifras globales altas de financiamiento y es un poco difícil de medir, le han servido a Panamá para unirse a buenas prácticas de ejecución y gestión de servicios públicos y mejorar toda la normativa que rodea los sectores donde trabajamos, que básicamente son infraestructura, agua y saneamiento, tecnología, logística, telecomunicaciones, que son muy importantes para el camino del desarrollo en Panamá.

Actualmente, ¿cuál es el portafolio de la cartera de préstamos que maneja CAF para Panamá y cuál es la deuda?

Tenemos una cartera, un portafolio de alrededor de $2.500 millones. Eso es un ciclo. Son financiamientos a diversos plazos y el país va abonando, pagando, repagando, y ese número siempre es variable. Todo es crédito. La diferencia con el sistema financiero privado es que nuestro fin último es de desarrollo sostenible y los productos financieros se acompañan con estos reconocimientos y con fondos de cooperación que son no reembolsables.

Insisto, ¿a cuánto asciende la deuda que Panamá tiene con CAF?

CAF tiene una cartera de crédito en Panamá, al cierre del 29 de junio de 2022, de $2.678 millones. La República de Panamá le debe a CAF por concepto de capital en cartera de préstamos, al 29 de junio 2022, $2.433 millones.

¿Tienen planeado financiar el programa hídrico del Canal?

Estamos en conversaciones con ellos. Financiamos también hace unos años un programa de conservación de 14 cuencas a nivel nacional y esa información es valiosa para el desafío del Canal de preservar la cuenca. Sí estamos trabajando con ellos y explorando oportunidades de colaboración para ver cómo podemos sumarnos a esos estudios que se están haciendo, primero a nivel técnico para definir qué inversiones son necesarias hacer y un plan a medio o largo plazo que garantice la conservación de la cuenca.

¿Qué cifras de financiamiento se barajan para este proyecto?

Todavía estamos en la parte de las definiciones técnicas para explorar el espacio de colaboración que podemos dar. También hemos apoyado el programa de saneamiento de la bahía, a través de 10 préstamos otorgados, y acompañado varios proyectos del Idaan (Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales), que si bien no están en el área de la zona protegida del Canal, son muy importantes porque el tema del agua en Panamá tiene que trabajarse de manera de poder considerarse su ciclo integral, y esto tiene que ver con lograr una mayor eficiencia de la gestión del recurso hídrico. Se tienen que ver desde las acciones que se van a hacer en conservación de cuencas, hasta cuáles van a ser esos sistemas de captación, como son los sistemas de distribución, y luego cómo es el consumo de agua. En este momento, Panamá es uno de los países que tiene indicadores de mayores pérdidas (de agua) y todo eso son oportunidades de eficiencia que luego van a ser favorables para la tarea de conservación de cuencas y de racionamiento de luz.

¿En qué etapa está el programa de conservación de cuencas?

Ya terminó e incluyó actividades de reforestación. Se escogieron cuencas a nivel nacional y se ejecutó de la mano del Ministerio de Ambiente. El programa debe haber terminado en 2008.

Profundice, ¿en qué proyectos en concreto se concentran las mayores inversiones del CAF en Panamá?

¡Sí! En los proyectos de infraestructuras más grandes que se han ejecutado en los últimos años, comenzamos acompañando programas de vialidad en 1997, 1998, finales de 1990, en todo lo que se planteó hacer para la conexión de las áreas revertidas del Canal. Luego vino el financiamiento grande a proyectos como el Metro de Panamá, participamos en el club de bancos que financió la ampliación del Canal de Panamá, hemos dado 10 financiamientos para el programa de saneamiento de la bahía, que es una inversión por etapa y todavía le falta. También hemos sido muy activos en apoyar al sector educativo, desde apoyo a escuelas para el mejoramiento de infraestructuras hasta programas de capacitación a docentes; y estamos acompañando la definición de un nuevo sistema nacional de cualificaciones en Panamá. ¿Qué significa eso? Que ahora en la era digital hay nuevas habilidades que no están certificadas en el país y se requiere hacerlo, y estamos trabajando en ese apoyo de identificar esas nuevas carreras técnicas para que tengan sus respectivas cualificaciones. También estamos apoyando a la Universidad de Panamá en la mejora de infraestructura en la Facultad de Ciencias y en la renovación y actualización de su pénsum de estudios; en la ejecución del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE) y en el programa para la renovación del Instituto Nacional de Desarrollo Humano (Inadeh) que está muy ligado a las habilidades laborales que permitan mejorar la capacidad técnica del recurso humano de Panamá. Por otro lado, también estamos trabajando en nuevas herramientas que puedan contribuir en acercar el mercado laboral con la oferta de recurso humano y a través del Cospae (Consejo del Sector Privado para la Asistencia Educacional) estamos trabajando en unas aplicaciones con nuevas tecnologías para poder relacionar toda esta capacitación laboral que se está haciendo con las ofertas de puestos de empleo que hay. De manera que ahí hay mucho trabajo por hacer. También apoyando las reformas educativas que es necesario y obligatorio considerar ahora que nos encontramos en esta era digital.

Si bien es cierto, CAF es una fuente importante de financiamiento de proyectos de infraestructura a gran escala, la realidad es que algunas de las obras en las que ustedes han tenido participación se han visto envueltas en escándalos de corrupción, fenómeno que también se está viendo reflejado en otros países de la región.

¡Sí! Definitivamente, no solo de la región sino del mundo. Este concepto de la infraestructura tiene orígenes históricos en la era del imperio romano y siempre ha estado muy ligado a la política por el acto y pacto que tiene la ejecución de obras en la sociedad, en los ciudadanos. Entonces, el tema de los manejos poco eficientes y de ilícitos siempre ha rodeado estas grandes obras que involucran cuantías de dinero muy importantes de presupuestos de las naciones. La invitación que se hace es tratar de cumplir con las buenas prácticas que existen, unos lineamientos de recomendaciones para mitigar esa amenaza que tiene el sector, de poca transparencia; y tiene que ver, justamente ahora en esta era digital, con una cantidad de herramientas que hay para hacer públicos los procesos y que sean de participación de muchas instancias de control, no solo del Estado y del gobierno, sino del ciudadano común.

¿Qué aportes hace el CAF en materia de buenas prácticas en infraestructura? ¿Cuáles son sus recomendaciones?

Estamos trabajando con el Ministerio de Obras Públicas y lo hemos acompañado no solo en el financiamiento de obras, sino en los procesos de mejores prácticas que pueden optimizar la eficiencia de la ejecución del ministerio, por poner un ejemplo. Y ahora hay una metodología para licitar proyectos que se llama BIM, afianzada con toda la información del planteamiento del proyecto del concurso que se haga de licitación para escoger a las empresas, de los que participan, de los costos involucrados. Todo esto está asociado en un sistema público de libre acceso para medios, ciudadanos, organizaciones de interés; y creemos que esa es la mejor manera de blindar las operaciones. Con relación a las recomendaciones que hacemos de buenas prácticas de ejecución de infraestructura, está el poder trabajar la planificación del sector de acuerdo a cuáles son las obras que pueden tener mayor impacto en el bienestar común y que no responda a criterios de beneficios particulares.

¿Cómo está la infraestructura en la región?

La infraestructura es tan importante. Pero en la región hay una brecha tan grande de infraestructura y servicios públicos que un gobierno de cuatro o cinco años no es suficiente para cubrir esas brechas. La invitación es poder hacer una planificación que incluya tareas de corto plazo, proyectos de mediano plazo, y otros a largo plazo, y que todo ese plan sea discutido, estudiado de acuerdo con aquellos que puedan ser de mayor eficiencia en el manejo del presupuesto. Herramientas de cómo mitigar estos temas de transparencia hay, y en estos momentos más que nunca por las ventajas que nos ofrece la era digital.

¿La inclusión de un país en las listas grises de paraísos fiscales afecta de algún modo los financiamientos de instituciones como CAF?

¡Bueno! Definitivamente, sí los afecta. De Panamá siempre comentamos que el principal logro que se ha tenido en este acompañamiento como institución financiera en estos 25 años, ha sido obtener el grado de inversión. ¿En qué se traduce esto? En poder conseguir recursos en condiciones mejores para sus inversiones, y ese trabajo se logró hacer a través de un plan y un compromiso de medio plazo que fue más allá de una administración, de un gobierno, de ordenar las finanzas públicas del país y ofrecer una seguridad a los mercados en cuanto a ese manejo financiero. Esto se logró con un programa serio, de profesionalización también dentro del Ministerio de Economía y Finanzas. El reto a futuro es mantenerlo. En el caso de las listas pasa lo mismo, en este momento siempre hay esa alerta sobre Panamá de cuestionamientos de la transparencia, al igual que en otros países de América Latina. Panamá lo ha hecho, pero es muy importante seguir trabajando en esos programas que permiten ese listado de temas que se evalúan para luego arrojar esa calificación, poder trabajarlo y mitigarlo, porque si se logran superar esos problemas, se traduce en poder tener acceso a mejores condiciones de recursos financieros para el país. Y (las listas grises) también afectan la inversión extranjera. Los inversionistas extranjeros que están fuera ven de manera amplia dentro de su evaluación de opciones, y esta es una, por supuesto que sí. Se han hecho muchos avances con relación a todo lo que rodea los procesos del sistema financiero en Panamá y las tareas que se están revisando ahora son precisamente todos los temas no financieros, todo lo que acompaña la creación de una empresa, el acompañamiento administrativo jurídico. Confiamos que se logren estas mejoras del proceso para que definitivamente Panamá salga de esas listas.

Tengo entendido que llevan adelante un programa de educación e inclusión financiera. En su análisis, ¿cómo está Panamá en este renglón?

En todos estos años de acción en Panamá no solo hemos apoyado proyectos públicos o del sector público, sino también una línea de apoyo al sector privado que logramos a través de los bancos del sistema financiero. Otorgamos líneas de crédito a los bancos para poder llegar a la pequeña y mediana empresa, específicamente, porque no tenemos la capacidad para atenderlos directamente. En el marco de esa meta de sostenibilidad, estamos apoyando un programa de inclusión financiera y de educación financiera, que van de la mano. La inclusión financiera se va a lograr si comenzamos a educar desde la infancia con buenas prácticas de finanzas personales. Es un trabajo interesante que estamos haciendo de la mano de la Asociación Bancaria, que involucra al Ministerio de Educación y a la agenda de educación del país. Es un programa que esperamos ver sus frutos muy pronto. Panamá ha tenido avances en el tema de educación financiera. Un ejemplo en el que no hemos participado, pero que reconocemos, es el del Banco General con medios de pagos como Yappy, con el cual uno compra un aguacate en la calle y no tiene que tener manejo de efectivo. Eso tiene una cantidad de ventajas para esta población excluida, que estaba fuera del sistema financiero, de poder tener un orden en sus cuentas, acceso a financiamientos a futuro de acuerdo con su escala de negocios, todo eso va a servir para mejorar el ecosistema de empresas pequeñas y medianas, y también para lograr formalizar la cantidad de emprendimientos informales que hay en Panamá, que al igual que en toda América Latina, es en donde mayor generación de empleos hay.

¿La educación financiera podría ser un catalizador para disminuir la tasa de informalidad?

¡Correcto! ¡Sí!, totalmente. A través de capacitación se pueden acompañar esos emprendimientos informales, que se inserten en el sistema financiero y que puedan contar con los beneficios que trae, de crédito, de buen manejo de sus negocios y en general para la población. La educación financiera también va con cambiar un poco la cultura que hay en el país, por ejemplo, demasiado enfocada al consumo; y ese es un trabajo que hay que hacer desde la niñez.

Hay quienes sugieren que la educación financiera se debe incluir como una materia en el pénsum académico. ¿Qué opina?

¡Totalmente! E ir acompañando la educación de la persona a medida que crece, por supuesto, en el cuidado y el manejo de sus finanzas personales.

¿Qué contribución ha hecho CAF en la conservación del medio ambiente?

¡Bueno! En general nuestra misión como instituto, como institución de cooperación internacional es el desarrollo sostenible, y dentro de esa misión, en el caso de Panamá, nuestra estrategia está enfocada en apoyar una mayor cohesión social y territorial del país y en ese trabajo hay un gran desafío en el tema de sostenibilidad. Uno de los apoyos más recientes ha sido el acompañamiento técnico para poder plantear una política pública, una política nacional de cambio climático, que sea la guía de esos compromisos que el país ha asumido en los acuerdos de nivel internacional, relacionados con el cambio climático y cómo se puede aterrizar ese tema. Esa gran política nacional, en ese camino que tienen que recorrer los países de eficiencia para lograr mitigar los efectos del cambio climático. Panamá, como ya sabemos, es uno de los tres países del mundo que es carbono negativo, pero esa condición se podría perder si no se toman medidas de inmediato que mitiguen todo el efecto de las emisiones inapropiadas para el medio ambiente. Creemos que a futuro hay enormes oportunidades en el país, de inversión. Hemos cuantificado solo por considerar algunos sectores en más de $58.000 millones.

¿En qué sectores?

¡Bueno! Primero todo lo que tiene que ver con logística, que sabemos es crucial para el país. El Canal ya tiene una ruta verde, pero ha anunciado, se ha comprometido la ACP, a que el 100% de sus operaciones sean verdes, y eso requiere de una enorme inversión. Después en energía, todo lo que tiene que ver con ese balance energético que se requiere mitigar y también en temas de eficiencia energética. Panamá tiene la particularidad que 365 días al año depende de climatización artificial y siempre decimos que en este país el aire acondicionado no solo es un tema de confort, sino de salud, por los altos niveles de humedad. Ahora con tecnología adecuada hay muchas oportunidades para el país en el tema de eficiencia. Además de todos planes que hay de electromovilidad, de nuevas líneas del Metro. La ciudad de Panamá cuenta con esa ventaja que no la tienen todas las ciudades de la región. Los planes son ampliar todas esas líneas del Metro para motivar y promover el uso del transporte público de baja emisión; todo lo que tiene que ver con la sustitución de flotas tanto de vehículos particulares como de transporte público, por transporte eléctrico, ese es el futuro de todos los países. Todos están trabajando en esos programas que van a permitir mitigar los efectos del cambio climático y Panamá ya comienza con una ventaja al ser carbono negativo, pero sí requiere hacer planes a nivel de cada sector de cómo van invertir en los próximos años para conservar esa condición que tiene hoy.

¿Cuál es la estrategia de acción de CAF en Panamá y sus mayores desafíos?

¡Sí! Poniendo el marco de lo que es la estrategia de acción de CAF en Panamá, que no ha cambiado, lo que busca es que el país tenga mayor cohesión social y mayor cohesión territorial. Panamá, recordemos, está entre los diez países más desiguales del mundo y a nivel territorial también es un país con enormes diferencias. La condición de la ciudad capital con este enorme hub logístico de nivel mundial no tiene nada que ver con el resto de las provincias. El mayor desafío de Panamá, por un lado, es poder modernizar todo ese hub de servicios logísticos y mantenerse en el top de la oferta logística para el comercio global, pero, por otro lado, cómo lograr que el resto del país se una, digamos, vincular al resto del país a ese hub. Son temas que venimos mencionando y que son el aporte que creemos que desde CAF estamos haciendo con esta mirada de entidad de cooperación internacional de vocación iberoamericana que es nuestra institución.

¿Cuál ha sido el aporte de CAF a Panamá en la etapa de recuperación pospandemia?

Con la pandemia, no solo a Panamá, sino a nivel mundial fue necesario activar una cantidad de recursos para sortear las necesidades que trajo la emergencia sanitaria, la crisis económica. En el caso de CAF, de inmediato se activó una línea de crédito que sumó a nivel global $2.500 millones y en el capítulo de Panamá se otorgó una línea de crédito inmediata para apoyar no solo los gastos relativos a la atención sanitaria, sino también a la emergencia social. América Latina ha sido la región a la que peor le ha ido con la pandemia y eso lo que hace es mostrar la vulnerabilidad que tiene la población: tenemos el 8% de la población mundial y con la pandemia tuvimos el 35% de las muertes. El llamado es a trabajar en esas vulnerabilidades. Aún no hemos superado la pandemia y van a venir a futuro nuevas amenazas, el cambio climático, estamos en un cambio de era de la humanidad y las amenazas no son de un solo país, no son de solo un grupo económico. La sostenibilidad requiere un trabajo conjunto, público-privado, de todas las instituciones y ciudadanos para en común poder mejorar esas condiciones en América Latina, de sostenibilidad, de lograr mejor inclusión, porque en la medida en que seamos más fuertes vamos a poder sortear mejor todos estos retos a futuro.

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