El Barrio Chino de la ciudad de Panamá

Actualizado
  • 03/12/2022 00:00
Creado
  • 03/12/2022 00:00
Además del comercio, los chinos en Panamá fundaron sociedades regionales y religiosas con el fin de promover la cooperación mutua entre sus ciudadanos. La presencia de estas instituciones es la prueba que respalda sus orígenes fundacionales
El restaurante Kwang Chow (o Guangzhou, la ciudad de origen de muchos chinos en Panamá), establecido en 1972, fue en su época de gloria un salón de banquetes, lo que todavía se evidencia en su decoración y su amplio segundo piso.

La fuerza de la migración china en Panamá tiene sus huellas en unas calles del centro histórico de la ciudad; viva representación de las complejidades y rica historia, como barrio étnico, de las grandes migraciones globales. Luego de la tragedia de Matachín, los chinos en Panamá se establecieron en el distrito parroquial de Santa Ana, en las inmediaciones de la primera terminal del Pacífico del Ferrocarril en la Ciénaga. Comprende las calles Colón y Salsipuedes, la avenida B, muy cercano al antiguo puerto y mercado público, una excelente localización para el comercio. La calle de Salsipuedes era una centralidad relevante para el arrabal; así lo expresa una carta dirigida al gobernador del distrito capital Domingo Cajar: “Aludimos al mal estado en que se halla la calle de Salsipuedes, una de las más públicas debido a su cercanía a la estación del camino de hierro que concluye en la Ciénaga. La calle está intransitable, no solo para las carretas, sino para los que atraviesan a pie, y ha venido a ser la más importante del tránsito de la ciudad al ferrocarril...” (La Estrella de Panamá, 10 de agosto de 1865).

Un espacio de intercambio comercial

Hacia 1880 en Salsipuedes se había establecido el 'Gran Bazar Chino y Japonés' de Kwon On Wo & Co así como el Hong Kee & Co de Kum Sing Chong, ambas tiendas dedicadas a la importación de sedería fina, adornos y porcelana. Funcionaban también otros locales como el de Gustavo Herrera, que en 1887 vendía materiales de construcción de coches y carretas, herraduras para caballos y mulas, sombreros y calzados. Agustín Berio era propietario del hotel Italia, con cuartos amueblados en 1866 mientras que Fidel Tejada era propietario de la Botica del Pueblo en 1876. Sin embargo, en el sector había constantes incendios, como los ocurridos el 27 de abril de 1884 y el 13 de junio de 1894.

El Barrio Chino de la ciudad de Panamá
El relleno del Javillo y la avenida B

Esta situación cambió durante el siglo XX, el barrio mejoró y llegó a ser residencia de importantes familias panameñas y extranjeras dedicadas al comercio. En 1908, la avenida B se extiende desde la plazoleta de Arango hasta la recién inaugurada plaza 5 de Mayo, con la nueva estación del ferrocarril. Además, el área se expande sobre la playa de Javillo, mediante un relleno con material excavado del Canal que fue comprado al gobierno de la Zona. La empresa encargada, The Javillo Realty Company (José Rodríguez y Rodríguez), se fue a la quiebra en el año 1919 y no termina el proyecto. En 1922, A. S. Boyd concluye la parte de la urbanización que disponía de noventa y cinco lotes, y la construcción de calles y alcantarillado mediante un contrato con la Secretaría de Fomento y Obras Públicas. Estas nuevas calles conectarían la avenida Norte, donde termina el mercado público, a un punto frente a la Cervecería Balboa. Sería el enderezamiento de la avenida Norte, nombrada calle del mercado. En la parte del relleno, frente al mar, el contratista construyó una calle de 30 pies de ancho que nombraría avenida Porras (Star and Herald, 31 de agosto de 1922).

Las asociaciones regionales y religiosas
La calle José A. Sosa, que era el límite con el mar, se logró sanear como parte del programa de recuperación de los espacios públicos del Terraplén, de la pasada administración alcaldicia. La construcción de infraestructura es uno de los primeros pasos, pero hace falta la gestión para lograr una mejora urbana.

Además del comercio, los chinos en Panamá fundaron sociedades regionales y religiosas con el fin de promover la cooperación mutua entre sus ciudadanos. La presencia de estas instituciones es la prueba que respalda sus orígenes fundacionales. A excepción de una minoría de origen taiwanés, los migrantes provenían de la región de Cantón, en China (Guangdong), y se congregaban en diferentes sociedades: Hok San, Sam Yap, Fa Yin, Gou Kong Chow (Say Yap) y Chung San. La sociedad Gu Gong Zhou, fundada en 1899, agrupa cuatro ciudades vecinas y es la segunda más grande de todas después de la sociedad de Fa Yen. El edificio que la alberga actualmente no es el original, sin embargo, sigue siendo el lugar de reunión para conversar, interactuar, jugar mah-jong, y hasta una 'capilla' para adorar al gran guerrero Guan Gong.

Entre los edificios religiosos se encuentra la sociedad religiosa Tung Hing Tong, creada en 1898, donde opera el templo de Tong Xing y donde se adora a Guan Gong. La Logia Masónica china es en realidad la sede de un partido político en China que precedía al Partido Comunista, y hasta el Partido Nacionalista, evidenciando la activa participación política de los chinos aun cuando residen en ultramar. Sigue funcionando como una 'logia', pero sus actividades distan mucho de ser las de promover un movimiento político. Al organizarse en numerosas sociedades regionales, poco a poco se evidenciaba la falta de una institución central que unía, en vez de fraccionar al grupo chino en Panamá. Fue motivo de la creación de la Asociación China de Panamá, en 1943, cuyo primer presidente fue José Lao Ling-Sang. Esta institución sustituyó a la Cámara de Comercio y la Liga Nacionalista China de ese entonces y funcionó como el sitio donde se ventilaban los intereses comunes de los chinos en Panamá. Hoy la oficina operativa fue trasladada al sector de El Dorado, considerado como el nuevo barrio chino, aunque este es el lugar donde se forjaron los primeros líderes que han guiado a la comunidad en su integración al país.

Pasado reciente
La Casa Juan Siu fue por mucho tiempo la tienda de productos chinos más importante y donde hacían las compras de los ingredientes necesarios para una receta auténticamente china. Fue también el establecimiento que popularizó los productos chinos entre los panameños. Muy cerca de allí, la Casa del Té, una tienda especializada en la venta de las mil especies de té chino. Aquí, muchos panameños probaron también la eficiencia de la acupuntura, las infusiones, y el 'chi gong' para los males que los aquejaban.

Los años 70, con el declive del centro histórico, fue por el contrario un momento de auge con la adquisición de inmuebles del área por los paisanos, así lo demuestra una revisión del catastro. Sin embargo, a pesar de su connotación, el Barrio Chino quedó excluido del polígono que declara al centro histórico del Casco Antiguo como área de interés patrimonial. No es necesario convertir la zona en un parque temático o en una versión acartonada de su milenaria cultura. Hay que recuperar el área del abandono en que se encuentra y elaborar estrategias en pro de su mejora junto a los comerciantes, dueños de propiedades y representantes de la sociedad china en Panamá. Esto sería un gran reconocimiento para las presentes y futuras generaciones que hoy forman parte de la diversidad cultural que es Panamá.

Edificio de la Asociación China de Panamá.
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