Roberto Luzcando, el legado de un gran poeta

Con una trayectoria impecable y extensos reconocimientos nacionales e internacionales, Roberto Luzcando se consolidó como uno de los grandes poetas panameños de todos los tiempos. Su partida, anunciada el 16 de noviembre, a la edad de 83 años, representa una gran pérdida para la literatura panameña.

Fue autor de 14 obras poéticas, cinco ensayos y una de cuentos. Además, miembro fundador, junto a Esther María Osses y reconocidos escritores, del Grupo Gaspar Octavio Hernández, que contaban con trayectoria y trascendencia en la literatura panameña, en las luchas nacionalistas y en diversos campos del arte y la cultura en todo el país.

“Roberto Luzcando no solo fue un estupendo sonetista, sino también de un poeta que hace filosofía mientras recrea la vida en cada uno de sus poemas entrañables”, destacó Enrique Jaramillo Levi.

Con juicio de valor, Levi resaltó que sus tres grandes poemarios favoritos de Luzcando son El tripulante de la sombra; Para ir con el viento y Los poemas del alfabeto.

Griselda López, escritora, periodista y primera directora de la televisora estatal panameña Sertv, indicó, por su parte, que la poesía de Luzcando eran clásica, bien hecha, bien formulada y sin improvisaciones. “Luzcando fue para Panamá un poeta valioso, brillante, con poesía llena de contenido. A todos nos duele su partida”, señaló.

Moraiva Ochoa, poetisa, quien conoció a Luzcando en el Grupo Gaspar Octavio Hernández en la década del 50, lo recuerda como un “excelente poeta” y “cuentista”.

“Realizó un trabajo muy poético que lo hizo merecedor de varios premios. Es admirable porque dedicó toda su vida a la literatura”, dijo.

En un plano cuentista, Carlos Fong, narrador y ensayista, catalogó el trabajo de Luzcando como un ramillete de historias duras y crueles marcadas por la violencia y un sentimiento nacional, pero que nos presentan a personajes que gravitan en una realidad contradictoria.

“Con sus ensayos conocemos a los poetas de su generación, los problemas del arte y la cultura y la obra de Tristán Solarte”, indicó Fong.

Quien también coincidió fue Rafael Ruiloba, poeta, narrador, ensayista, crítico literario y profesor universitario panameño, que en un escrito dedicado a Luzcando plantea que “leerlos es como meter la mano en una cesta de cobras para buscar un pañuelo, pero al hacerlo descubrimos que la cesta y las cobras existen en nuestra mente, pero su realidad es tan poderosa que el pañuelo nos muerde la mano o la conciencia”.

Jaramillo Levi consideró que desde su punto de vista una de los mejores cuentos publicados fue “Relatos de dipsómanos, orates y otra gente rara” de 1977.

Luzcando también será recordado por su profesión como profesor de Lengua y Literatura Española, que ejerció desde 1967 en diversos colegios particulares y privados de diferentes ciudades del país. Entre 1975 y 1994, en la Universidad Santa María la Antigua y en la Universidad de Panamá. Asimismo, cuando asumió cargos administrativos en el antiguo Instituto Nacional de Cultura (INAC), ahora conocido como Ministerio de Cultura.

Según Levi “la creatividad de Luzcando es honda y duradera, no solo porque además de ser un gran escritor era un humanista, sino por sus méritos docentes”. “Hay que leerlo, valorarlo y difundirlo, porque su obra es un bastión permanente de nuestra mejor literatura", recalcó.

Por todo el legado que dejó Luzcando, la escritora Griselda López consideró importante que el Ministerio de Educación establezca que sus obras sean enseñadas a los estudiantes, así como también lo puede hacer la Universidad de Panamá desde sus clases de literatura.

“En poesía nos dejó libros que deberían de estar en el currículum escolar para que los chicos valoren la poesía y comprendan el lenguaje poético y su ciencia”, expresó Fong, al tiempo que explicó que los ensayos de Luzcando ayudan a entender el movimiento poético nacional y fue un escritor de cuentos que dejó una radiografía del ser panameño con sus dualidades buenas y malas.

“Sonetos son”, “Los colores de la bandera” y “Los poemas del alfabeto”, por ejemplo, son libros con poesía limpia, entusiasta, y fresca para los jóvenes”, comentó el narrador, quien tuvo la oportunidad de trabajar con Luzcando cuando él dirigió la Revista Nacional de Cultura, en el antiguo INAC.

Jaramillo Levi, por su parte, ve indispensable que las nuevas generaciones de poetas panameños lean el libro de antología, El Tripulante de la Sombra, que recopila 50 años de obras poéticas de Luzcando, por su profundidad conceptual y su virtuosismo formal.