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- 22/10/2009 02:00
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Con tan sólo tres días al mando del PRD, Mitchel Doens, recién electo secretario general, enfila todos sus ataques contra el presidente Ricardo Martinelli. Después de meses de ser una oposición casi inexistente, Doens asegura que no se quedarán callados ante las irregularidades dentro del gobierno. El ex ministro del gobierno de Pérez Balladares, acusa a Martinelli de querer sacar del camino a Ana Matilde Gómez, procuradora de la Nación, ofreciéndole un puesto en el servicio exterior, afectando la institucionalidad del país. “El PRD no se quedará de brazos cruzados y vamos a denunciar lo que haya que denunciar”, agregó. Las constantes críticas contra el mandatario parecen reflejar el despertar de un gigante.
En primer lugar haciendo un diagnóstico de la situación política y compartiéndolo con todos nuestros copartidarios para que conozcan en qué momentos estamos viviendo, que se caracteriza por el peligro de que en el país se desate una persecución política no solamente contra dirigentes del PRD, sino también contra figuras del sector empresarial que el régimen considera no forman parte de sus intereses o su entorno político.
Nosotros estamos viendo que están tratando de interferir en la Corte Suprema de Justicia, tratando de cambiar el Ministerio Público, introducir una ley que afecte la estabilidad de los jueces y magistrados de los tribunales superiores. Y estos, no son sólo producto de la información política, sino de los hechos. Además sabemos que hay un listado de parte del gobierno con que se pretende perseguir personas prestantes de nuestro partido y también figuras prestantes de la empresa privada. Eso definitivamente va a llevar a nuestro país a una desestabilización, porque se está rompiendo los procedimientos legales.
El partido tiene que prepararse para hacerle frente a esta situación al igual que hicimos en enero del año 90, ir a las bases, conversar con ellos, intercambiar estos criterios y desde la base de nuestro partido elaborar una estrategía de oposición para hacer frente a esta tropelía.
La unidad es fundamental para poder enfrentar esto y yo pienso que con las elecciones del nuevo CEN, que además refleja las distintas corrientes del partido y las distintas instituciones que forman parte nuestra estructura de dirección política, se da un paso muy importante hacia la unidad. Hay que trabajar con las instancias medias y con las bases del partido, tanto las bases como los estamentos de dirección, tomando conciencia, de que sólo unidos podemos enfrentarlo.
Cuando se pierden elecciones generalmente pasan estas cosas, pero la sensatez y la experiencia es que cuando ello ocurre lo mejor es hacer cambios. En el país hay una cultura de alternabilidad del poder. El señor Martinelli presentó una propuesta donde muchos se ilusionaron incluyendo vastos sectores del poder empresarial y de profesionales. Hablando de un cambio, pero en el fondo era una palabra hueca, vacía. Martinelli es un cambio regresivo en la historia. Un cambio que nos está llevando a las mismas condiciones que se dieron en 1968 donde un gobierno oligárquico, en el que pequeñas familias en el poder impedían que la democracia se desarrollara, donde había un Órgano Judicial represivo a favor de sus intereses.
Yo pienso que ganó el torrijismo, esa doctrina de participación en la vida política, económica y social del país, de todos los sectores como una visión internacional de independencia, donde el apoyo de las clases sociales más necesitadas forman parte de ella. Este no es un problema ni de izquierda ni de derecha, nosotros los torrijistas creemos que hay que avanzar con las dos manos, porque esa es la enseñanza de nuestro mentor. Aquí no se trata ni de izquierda ni de derecha, sino trabajar por Panamá y todos los panameños.
En el PRD hay veces que se es dirigente y hay veces que no. Yo he participado en varias elecciones internas del partido, a veces he salido triunfador y otras derrotado. Lo que pasa que hay gente que no tienen la conciencia de que no siempre se puede ganar, que no les gusta perder o piensan que le va mejor con el gobierno de turno. Hay muchos de esos y si en algo ha caraterizado a este partido es que si quiere un cargo tiene que ir a la votación y si quiere ganar tiene que hacer trabajo político y persuadir. Si es un buen torrijista y pierde usted se queda en su partido y sigue luchando por sus aspiraciones, pero si no, usted sencillamente hace lo que han hecho estos señores.
Yo pienso que el domingo se cerraron, después de los resultados, cualquier tipo de malestar. Había una gran carga emocional en todos los compañeros, precisamente por las consecuencias de las elecciones. En las elecciones cuando se gana todos ganamos, la victoria es de todos, pero cuando hay derrotas entonces buscamos culpables, yo pienso que nosotros mismos, todos somos los culpables de todo de lo que pasó en las pasadas elecciones.
Yo pienso que sí, porque había realmente un sentimiento de cambio. Balbina es una fuerza política en este partido y es una figura que es aprecida, pero había realmente un sentimiento de cambio y prevaleció ese sentimiento.
La compañera Balbina Herrera va a participar en nuestra Comisión Asesora, va a ser una asesora política y goza de todas las prerrogativas de la que gozan nuestros copartidarios. Ella va a iniciar sus giras va a seguir hablando con todos sus compañeros y va a seguir trabajando y estudiando para prepararse para las próximas elecciones.
Una mujer muy tenaz.
Una traidora.
Un hombre con mucha perseverancia.
Una figura con fuerte personalidad y convicción.
Como una persona tenaz.
El PRD se dirige hacia una reestructuración a nivel nacional. Hacia una reorganización para preparar una fuerte oposición al Gobierno Nacional.
Yo pienso que el secreto para que exista unidad en el partido es que el CEN no se parcialice por una u otra corriente o se parcialice a favor o en contra de las aspiraciones futuras electorales y de dirección que hay en el partido de parte de nuestros compañeros. Yo pienso que la dirección del partido debe dejar a un lado las aspiraciones políticas y enfrentar el peligro más grande que hay es que nos quieren destruir.
Que una cosa es mandar en un supermercado y otra gobernar un país. En un país no se puede perseguir a la gente como lo hace en una empresa. No puede ser presidente, y al mismo tiempo el que hace los reglamentos y el juzga. Eso lo puede hacer en su supermercado, pero para gobernar usted tiene que concertar, persuadir, debatir y argumentar. El problema es que Martinelli no se ha quitado el gorro del Súper 99.