• 13/01/2009 01:00

Información y competencia en los mercados

Generalmente el manejo de información sobre precios y otras características de los bienes y servicios que se ofrecen en los mercados es ...

Generalmente el manejo de información sobre precios y otras características de los bienes y servicios que se ofrecen en los mercados es visto como un ejercicio útil para los consumidores, porque les permite hacer comparaciones que los lleven a tomar mejores decisiones de consumo.

Por ejemplo, comprar un paquete de 5 libras de arroz especial a B/. 2.00, en vez de tener que gastarse B/. 2.50, por supuesto que representa un ahorro de B/. 0.50 que puede destinarse a atender otras necesidades del hogar, sin que el ahorro implique en modo alguno un desmejoramiento del producto obtenido, porque en este caso se trata de bienes con calidades equivalente u homogéneas.

No obstante lo anterior, el correcto manejo de la información también puede ser de mucha utilidad para promover una mayor rivalidad y competencia entre los distintos proveedores en los mercados. Por ejemplo, ¿sabe usted amigo consumidor que se ofrecen a la venta paquetes de pasta que tienen un contenido neto de 425 gramos y que en los anaqueles aparecen al lado de aquéllos que tienen 1 libra (454 gramos)? Si ambos productos tuvieran el mismo precio un consumidor distraído pudiera pensar que es indiferente elegir cualquiera de las 2 marcas de pasta, porque su gasto va a ser el mismo. Sin embargo, esta decisión es errónea, porque se basa en una comparación incorrecta de los productos, pues si se calculara el costo por unidad de medida (por ejemplo gramos u onza) se vería que el producto que contiene 1 libra es evidentemente más barato.

De hecho, es quizás por esta situación que la gente se queda a veces con la impresión del costo absoluto en dinero, en lugar del costo por unidad real de producto comprado, lo que lleva a algunos locales que pueden calificarse como hipermercados (venden en general unidades tamaño familiar, o paquetes de unidades, antes que productos individuales) a informar a sus clientes lo que representa el costo por unidad física del producto a la venta. Es más, todos sabemos que una forma de aumentar el precio real de un producto, sin aumentar su precio nominal es reducir la cantidad de producto que se entrega, sea éste galletas o papel higiénico.

Lo anterior no implica en modo alguno que se dé una situación de competencia desleal o de violación de alguna ley sobre conductas empresariales, sino que más bien se trata de una táctica de mercadeo que intenta disimular el aumento real en el precio de los productos a través de la variación de las presentaciones, porque en general a las empresas no les conviene que el consumidor las identifique como marcas caras. Sin embargo, hay una condición indispensable para que esta táctica funcione y es que el consumidor se encuentre desprevenido. Que no se dé cuenta de que los productos no son realmente equivalentes, ya sea en su calidad o en su contenido, con los otros productos contra los que compite en los anaqueles de los supermercados.

La única manera de evitar esto es que el consumidor entienda la importancia de utilizar en su provecho la información, y preocupándose por estar informado, puede ayudar mucho a que las empresas se esfuercen por lograr la preferencia de sus clientes o, en otras palabras, sencillamente que compitan.

-El autor es administrador de Acodeco.pmeilan@acodeco.gob.pa

Lo Nuevo
comments powered by Disqus