• 21/01/2009 01:00

Hijos de la revolución

La frase bíblica “el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra” tiene mucho peso para taparle la boca a algunos. En una nac...

La frase bíblica “el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra” tiene mucho peso para taparle la boca a algunos. En una nación tan pequeña es casi imposible que las pasadas generaciones no hubiesen estado, de una forma u otra, ligadas con el llamado proceso revolucionario.

En ese periodo se realizaron innumerables proyectos, carreteras, se construyeron viviendas, la sociedad siguió funcionando. La patria no se detuvo. Durante todo ese tiempo la economía no se detuvo, y todo esto ocurrió con la colaboración de aquellos que tenían el poder económico, que comerciaron con los militares, que les vendieron suministros, bienes y servicios. Colaboraron de una forma u otra con los que detentaban el poder desde los cuarteles. Durante la era de los militares un sinnúmero de civiles prestaron sus servicios, colaboraron, fueron beneficiados directa o indirectamente. No cabe el mencionar la época de la dictadura como un periodo donde una parte de la sociedad estuvo aislada, sin el menor contacto con el resto de la vida nacional.

Muchos de los que hoy levantan la voz por creerse con la fuerza moral de señalar y juzgar a sus semejantes solo por haber participado con los militares, en el fondo son hijos de la revolución, pues fueron beneficiados de alguna forma por las oportunidades que se dieron. Se beneficiaron por contar con parientes que devengaron salarios en el gobierno del cual hoy reniegan y que gracias a estas oportunidades lograron posiciones que de otra forma talvez no lograrían.

La época de los militares fue un tiempo aprovechado por algunos para enriquecerse, ganar beneficios, favores y escalar socialmente y hoy algunos intentar presentarse como aquellos que pueden arrojar la primera piedra.

La Nación es muy pequeña y todos estamos emparentados o somos o fuimos amigos de tal o cual. Y durante esa época fueron pocos los que realmente se levantaron en contra, una gran mayoría participó activamente o por indiferencia no se manifestaban ni a favor, ni en contra.

-El autor es M. Sc. Administración Industrial.gperear@cableonda.net

Lo Nuevo
comments powered by Disqus