• 25/01/2009 01:00

Cediendo se fortalece el pañameñismo

A mediados de 1993 alerté al presidente Guillermo Endara sobre la posibilidad de que Rubén Darío Carles se lanzara como candidato presid...

A mediados de 1993 alerté al presidente Guillermo Endara sobre la posibilidad de que Rubén Darío Carles se lanzara como candidato presidencial, apoyado por su partido, el Molirena. A principio de 2003 señalé que los tres aspirantes del Partido Arnulfista, Víctor Juliao, Marco Ameglio y José M. Alemán, no tenían posibilidades de triunfo en los comicios de 2004.

En todos los foros hablaba que Endara necesitaría los votos arnulfistas para vencer al PRD. Ya todos saben que fui acusado de traidor; persiguieron a mi familia e incluso no me renovaron el contrato en el Ministerio de Obras Públicas. Esas fueron las directrices de quien ostentaba el poder, en ese momento. Al final los resultados me dieron la razón. Aquellas voces que impedían ayer esa gran unidad, son las que hoy, luego de recapacitar, impulsan también la cohesión de la oposición.

Desde hace varios meses he hablado sobre la necesidad de una gran alianza para triunfar, de forma categórica, en mayo de este año. Lo he señalado en comentarios radiales, en artículos y en foros universitarios. Muchos de mis admirados hermanos panameñistas expresaron su rechazo a mi posición, pero debo admitir que la mayoría lo hizo con respeto y decencia.

Hoy observo, con mucho optimismo, las conversaciones para esa gran unidad de la oposición. Con el panorama por venir, todo parece indicar que los partidos Panameñista, Cambio Democrático, Unión Patriótica y Molirena, harán causa común para llegar al poder con un amplio apoyo de la comunidad. Es importante que de esa alianza también salgan compromisos serios para que podamos tener mayoría en la Asamblea de Diputados, en los municipios y en las juntas comunales.

Espero que con esa gran concertación triunfemos en las principales alcaldías y que le pongamos las energías y las fuerzas necesarias a los distritos de Panamá, San Miguelito, La Chorrera, Colón, Chitré, Las Tablas, Santiago, Penonomé y David. Debemos llegar con la mayor cantidad de votos para hacer los cambios que se requieren.

La primera iniciativa es convocar a los estamentos respectivos para aprobar la segunda vuelta electoral. Esta figura es necesaria para que nadie gane la Presidencia de la República con porcentajes ridículos, como ocurrió en 1994. El nuevo gobierno, que se instalará el uno de julio próximo, tendrá que recurrir al sacrificio, al ejemplo, al cumplimiento de las leyes y al castigo de quienes infrinjan las normas pacíficas de convivencia.

Será una administración que encontrará un panorama económico muy desolador. No tendrá las arcas llenas, como le ha ocurrido al actual gobierno. Si llegamos con la misma politiquería el pueblo se desencantará, lo que provocará el rechazo inmediato. El ambiente es esperanzador; se cumplirá mi deseo, como lo dije de manera pública hace dos meses, de endosarle mi confianza a Ricardo Martinelli en la papeleta del Partido Panameñista.

Gracias a Dios que Juan Carlos Varela escuchó el clamor de ese pueblo opositor; ahora, invito a mis socios políticos a trabajar por ese gran proyecto, teniendo como norte el bienestar general. Hay una gran masa de seres humanos sufriendo; trabajemos fortaleciendo la democracia y cambiando ese estado de abandono que sufren muchas regiones. Hoy hemos ganando cediendo y el panameñismo saldrá más fuerte.

Esa gran unidad impedirá que aquellos acostumbrados al fraude se salgan con la suya.

-El autor fue secretario de Prensa de la Presidencia de la República.rehernandez19@gmail.com

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