• 07/02/2009 01:00

A Jorge y Marlene

Jorge Falconett (22 años) y Marlene Mendizábal (19) eran estudiantes militantes del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre (F...

Jorge Falconett (22 años) y Marlene Mendizábal (19) eran estudiantes militantes del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre (FER-29). Jorge estudiaba ingeniería en la Universidad de Panamá. Marlena estudiaba en el Instituto Nacional. Eran novios. Corría el mes de enero de 1976 (dictadura de Omar Torrijos).

Marlena viajó al distrito de Atalaya (Veraguas) a donde su abuela materna. Jorge también viajó allá atendiendo una invitación de su compañero universitario, Roberto Pinzón, cuyos padres residían también en Atalaya. El día 30 de enero Roberto invitó a Jorge a Mariato. Ambos viajaron en un "jeep" con los padres de Roberto, y Jacinto Mc Donald.

El sábado 31 Pinzón, Mc Donald y Falconett decidieron bajar a la playa a cazar iguanas, por lo que portaban un fusil 22. Marlena pidió prestado un vestido de baño y se dirigió también a la playa. Se encontró con Jorge y sus amigos.

Según Pinzón y Mc Donald, ellos dejaron solos a los novios y regresaron a casa a mediodía para buscar un trasmallo. Le indicaron a Jorge que si ellos no regresaban, que se fueran a la casa. Según esta versión, esta fue la última vez que la pareja fue vista, pues desapareció.

El domingo 1 de febrero se inició la búsqueda. El día 3 se encontró el cadáver de Marlena en el Río "Estero Hondo", con el cabello "amarrado" a unas raíces de mangle. Jorge nunca fue encontrado.

Según la Comisión de la Verdad (CV) que investigó los asesinatos y desapariciones durante la dictadura militar de Omar Torrijos y de Noriega, no hay suficientes elementos de convicción para demostrar que lo ocurrido a Marlena fue un asesinato, "pero tampoco un accidente."

Igualmente, en el caso de Jorge. En el caso de Marlena, la CV determinó que hubo suficientes elementos de convicción para concluir que la búsqueda de la verdad fue "obstaculizada", debido al incumplimiento de los deberes del funcionario público y por intimidaciones contra familiares de Marlena, por exigir una investigación justa.

La CV mantuvo la convicción moral que presupone el uso del poder estatal para ocultar lo que sucedió realmente.

Además, una diligencia que no llegó a concretarse durante el proceso fue la posibilidad de practicar una prueba de ADN a los familiares de Marlena, para determinar si los restos exhumados por unos antropólogos argentinos en 1992 correspondían o no a los de la víctima. Los familiares sostienen que no son los de ella. Una persona dijo haber visto orificios y sangre en el cadáver de Marlena al voltearlo.

La CV fue autorizada por los familiares para que se hiciera la prueba, pero hasta hoy día esta diligencia no se ha hecho.

Los supuestos restos de Marlena duermen el sueño de los justos en la morgue judicial.

- El autor es educador. pastornatural@gmail.com

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