• 03/03/2009 01:00

¿Loco? pero bruto, no

Algunos que creen que ya tienen el Poder Público mostraron el cobre amenazando a los servidores públicos con aquello de “vayan limpiando...

Algunos que creen que ya tienen el Poder Público mostraron el cobre amenazando a los servidores públicos con aquello de “vayan limpiando sus escritorios”. Frente al 3 de mayo aún no hay nada definitivo, aparte de la percepción fomentada por una campaña generada en los 11 Principios de la Propaganda que ejecutó Joseph Goebbels, ministro de Adolfo Hitler, quien llevó al Holocausto a más de 6 millones de judíos.

Frente a esa sistemática mentira “disfrazada”, hay una verdad que muestra el verdadero rostro —ajeno a los sectores populares— que utiliza distintos “disfraces de pueblo”, asunto que no es locura inventada.

En la plana 2 del diario La Prensa , 30 de julio de 1994, nota suscrita por el periodista Hermes Sucre Serrano, dice en su titular: “Cambio Democrático no acepta el Ministerio de Trabajo”.

La noticia destaca la afirmación del licenciado Ricardo Martinelli Berrocal: “La directiva de nuestro partido (CD) decidió que nadie acepte el Ministerio de Trabajo, porque un partido de corte empresarial no puede ser juez y parte en un ministerio tan sensitivo”?

Otra fuente CD dijo al periodista que “un nombramiento así constituye una especie de corregiduría entre empleados y empleadores”. Cambio Democrático aspiraba a ejercer un cargo, según la fuente, en el que “se puedan realizar obras de tipo social, y en el se tenga el mayor y mejor contacto con los sectores más necesitados del país, como en el Ministerio de Vivienda”. Martinelli aceptó y fue el primer ministro del Canal, y le dio cobijo a ¿cuántos CD de entonces?

La única finalidad de tal ministerio sin cartera era, y es, presidir la Junta Directiva del Canal de Panamá; y no más de 2 ó 3 secretarias o asistentes.

En 5 años no creo que el “corte empresarial” del precitado partido político haya cambiado. Los adeptos de otros partidos sumados al Cambio, parecieron responder a sus intereses mercantilistas, a la transacción de espacios políticos con los cuales podrían resarcir los costos invertidos para tratar de controlar el “país comercial”, sin pensar en el país social.

En la propaganda de la candidatura de la locura, los más pobres de verdad son los que alegan locura; los menos “humildes” se diluyen entre los más de tres millones de locos por el Movimiento del Cambio (¿?) a menos que sea el Movimiento del rey loco de Madagascar? “para mover el bote”?

Este Cambio dice que reformará el Código de Trabajo. Sería para eliminar el salario mínimo pues un policía zoneíta jubilado, adepto al Cambio, escribió que aquí la gente quiere trabajar por cien balboas mensuales. Y el 1º de Mayo podría ser el día del “colaborador”?

¿Loco? ¡Pero no bruto! ¿Votar por ese grupo empresarial que no cree en el sindicalismo? ¡Tampoco soy pendejo!

* Asesor sindical y laboral; árbitro laboral. miguelangelperezcisneros@gmail.com

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