• 03/03/2009 01:00

El retorno de los arnulfistas

Dicen los norteamericanos que “hay muchas maneras de despellejar a un gato” y no dudo que con esa filosofía es que los arnulfistas empre...

Dicen los norteamericanos que “hay muchas maneras de despellejar a un gato” y no dudo que con esa filosofía es que los arnulfistas emprendieron su jornada de retorno al poder. Ante la certeza de la derrota con su frágil candidato Juan Carlos Varela y con una cantidad de aspirantes a diputados, representantes y alcaldes que sentían un peso enorme por la reciente administración de Mireya Moscoso y las acusaciones, ciertas o no, de corrupción que se le hicieron, los panameñistas vieron la oportunidad de tomar un atajo trepándose en el carro de Martinelli.

Para los promotores del cambio y la llegada al poder de los “independientes”, el panameñismo en primera instancia era una excelente adquisición; traen consigo estructuras que ellos no tenían, y además, vendían al resto del electorado la capitulación de toda la oposición ante el nuevo campeón, Ricardo Martinelli.

Pero el electorado no tragó la idea.

Después de meses de estar los jóvenes e independientes siguiendo al líder de la nueva corriente, este se entregaba a los “huesos viejos”. Ahora el supuesto cambio incluye a Willy Cochez, a Norberto Delgado, a Pablo Barés, a Arnulfo Escalona, a Mireya Moscoso, a Ivone Young, a la Durodólar, a Maco Rosas, Arturo Vallarino, Joaquín Jácome, etc., etc., etc.

Entonces, ¿dónde quedó el cambio que se pregonaba? Martinelli es un prisionero de su propia alianza. Me imagino que el peso que pudo tener un Papadimitri, Quijano, De Lima y Henríquez, ahora se comparte con las opiniones de los Varela, González Ruiz, Mulino, Galindo. El pasado que querían cambiar los envuelve. Solo que si comparamos los gobiernos arnulfistas de Endara y Moscoso con los de Pérez Balladares y Torrijos no hay punto de comparación. El país ha crecido con gobiernos PRD, se ha estancado con los arnulfistas, molirenas y otros.

El desempleo, la pobreza extrema y la pobreza disminuyeron con los dos gobiernos PRD, el doctor Balladares encontró un modelo económico agotado y procedió a cambiar el modelo, sentando las bases para un giro al crecimiento y desarrollo logrado ahora con la administración Torrijos, ya en nuestro nuevo modelo.

Panamá destaca como país de servicios, explota su posición geográfica en transporte marítimo, comunicaciones, carga aérea y turismo. La construcción se apoya en el turismo y como lugar de segundo hogar para ricos del norte, sur, este y oeste.

Hoy el PRD propone profundizar los logros con un gobierno PRD que lidere Balbina Herrera, un gobierno para la gente, mientras la oposición disfraza la intención del retorno al poder de los arnulfistas y molirenas detrás de las múltiples caretas de Martinelli. Ellos saben que no será Martinelli quien dirija el país, serán los mismos de ayer que hoy encontraron un atajo al poder, pero emboscados por sus propio pasado.

Al final el pueblo eligirá el 3 de mayo. No dudamos de que los panameñistas pagarán un precio alto al haber abandonado toda su historia de lucha opositora para convertirse en un partido segundón electorero.

Los postulados iniciales de la campaña del cambio de Martinelli se convierten en el peor enemigo de su propio creador, no dudo del triunfo de Balbina Herrera y del PRD, aliados a un Partido Popular y Partido Liberal comprometidos con un proyecto que no han traicionado jamás, ni a sus bases, ni los sueños de su pueblo.

* Ingeniero y analista político. mrognoni@sinfo.net

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