• 18/03/2009 01:00

Evitemos a toda costa ‘el barrio de trifulcas...’

Soy un convencido de que el pueblo panameño ha mejorado su grado de madurez política — gracias a los tiempos muy duros que le ha tocado ...

Soy un convencido de que el pueblo panameño ha mejorado su grado de madurez política — gracias a los tiempos muy duros que le ha tocado vivir — y que, en vez de una absurda campaña de dimes y diretes con los consabidos apodos, insultos y actos degradantes hacia los candidatos y quienes los representan, la Nación está muy interesada en ver y analizar las propuestas de gobierno y planes de trabajo de los candidatos.

Sabemos que por disciplina partidaria habrá muchos que votarán por su candidato presidencial; habrá muchos que votarán pasionalmente en contra de candidatos presidenciales porque sí, pero existe una buena parte del electorado, sobre todo entre la juventud, que está indecisa (alrededor de un 35%) y este sector marcará la diferencia y establecerá quién será el candidato que menos pierda en las elecciones venideras, porque estimo que ninguno sobrepasará el 50% de los votos, y tendremos como presidente al candidato que sea menos rechazado, no el más aceptado. Este sector, más que interesarle una campaña llena de diatribas, insultos y saltos a la prehistoria política nacional, está interesado en un mejor futuro; ver propuestas electorales coherentes con nuestra realidad y que lleven al país hacia el progreso, una mejor calidad de vida, una mejor calidad de educación y una mayor participación ciudadana en las decisiones gubernamentales.

Siempre habrá quienes, en el intento de hacerse notar y salir electos, seguirán las líneas politiqueras de siempre, intentando insultar, avergonzar, lastimar y desprestigiar. Ésos, dentro del nuevo concepto de mundo que vivimos, no tienen cabida por su agotamiento y obsolescencia política. Aquí se hace un llamado a los medios, tanto hablados como escritos, para que colaboren con el fin de que si se dan estas actitudes y situaciones politiqueras, verdaderamente alienantes, bochornosas e irrespetuosas hacia la Nación, estas no sean festinadas y que ayuden a centrar la campaña, en forma eficiente y efectiva, en lo que a la Nación realmente le interesa: las propuestas electorales y las posibilidades reales de que se lleven a cabo.

Ya ha llegado la hora de que a los aspirantes a la Presidencia de la República, el pueblo les exija respeto, coherencia en sus planteamientos y que, por su propio bien y de una vez por todas, abandonen la funesta práctica de alimentar con falsas esperanzas las inquietudes de la Nación. Tenemos que ser realistas y comprender que dentro de los esquemas mundiales que nos toca vivir, el bienestar y el futuro de la Nación están en juego. Al fin y al cabo, tenemos que ser coherentes con nuestra cambiante realidad, con nuestra idiosincrasia, e intentar seleccionar la mejor propuesta electoral; todo esto dentro de nuestras particulares circunstancias y el actual abanico de posibilidades de emisión del voto, incluyendo la posibilidad del voto nulo.

-El autor es arquitecto e ingeniero civil.arquinde@cableonda.net

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