Seguridad — ¡SOS! — inseguridad?

Los Diez Mandamientos de la Seguridad : 1. La primera policía no está en la calle, está en la casa: sin padres responsables la seguridad falló. Si padre e hijo se arrancan hasta la madrugada no hay seguridad. 2. La escuela y los maestros no son policías, pero son una primera línea defensiva: con maestros bien preparados y estimulados, que implanten una disciplina consciente (el reglazo expiró), y tengan coordinación eficiente con padres receptivos, se inicia ya la seguridad preventiva. Un niño bien supervisado entre el hogar y la escuela, guiado además con incentivos, como el deporte y otros, será muchísimo más difícil que el hampa o drogas lo recluten. 3. Seamos más creativos para confrontar la creatividad delictiva: mientras el asaltante, ladrón, criminal, narcotraficante, vendedor clandestino de armas, lavador de dinero, cada uno en su escala, actúe con ingenio, recursos y técnicas (veamos el caso Murcia, nivel “INCAE”), preparémonos mejor los “policías preventivos” (padres, abuelos, maestros, sacerdotes, pastores, instructores deportivos, Policía Nacional, autoridades judiciales). Trabajar desunidos, descoordinados, es regalarle terreno al crimen organizado. Necesitamos estrategias nacionales integrales. Hay situaciones graves, no politicemos este tema, no cuñas ni demagogias electorales, por favor. Los muertos son de todos los colores y clases. De no actuar ya vamos a mexicanizarnos o salvadoreñizarnos. Requerimos esfuerzos y coordinaciones serias, científicas, técnicas, ajenas a campañas. 4. El Estado tiene la primera responsabilidad, y, recordemos, el Ejecutivo, por tanto la Policía Nacional, no son por sí solos el Estado, pero sí primeros responsables. Por consiguiente, ante la alarma mundial que la droga y conexos, pandemia más que endemia, provocan con sus negociados billonarios, la Policía Nacional requiere una reingeniería, un Plan Integral de Estado, interdisciplinario. Tal vez en esta materia sí valga la pena, y sea urgente, un Patronato de Asesoría Tecnológica (no jefes de los policías, asesores). 5. Los bancos y carros blindados merecen planes especiales, mejores normas y equipamiento incluso; desde Colombia y México, entre otros países, nos llegan “instructores superiores del crimen”, y los nuestros aprenden rápido. Los bancos, empresas de seguros y custodia de valores, necesitan no llegar jamás a los 700 asaltos armados anuales de México; ningún ejecutivo de multinacionales visita ese país, mandan a terceros. Hay que custodiar con técnicas policiales adecuadas y modernas a la Zona Libre de Colón. 6. Bancos y empresas deben ayudar al Estado a que los cuiden mejor, pero exigir mucha más eficiencia. 7. El policía, principal recurso humano, incluyendo guardias privados, será siempre atraído por el dinero fácil que ofrece el criminal, hay que alentarlos y vigilarlos, para que evadan las tentaciones. Lo principal en ese policía es ser bien pagado, tratado y respetado, luego bien exigido en sus responsabilidades, y si cae en ilícito, bien guardado entre las rejas. 8. El Ministerio Público y el Órgano Judicial deben integrar un ente, triangulando acciones con la Policía Nacional, apoyados por todos, en especial los medios, para la prevención y la represión, hasta el juzgamiento oportuno, control y resocialización en cárcel. 9. Los gobiernos deben especializar mucho más en materia policial científica, el entrenamiento policial no acaba nunca. 10. Requerimos policías adiestrados con disciplina de tipo militarizada, sin espantos, policía panzón no alcanza ladrón (hasta los bomberos y niñas Scouts tienen esa disciplina). Amén.

-El autor es embajador de Panamá en Perú.homiliadiaz@gmail.com