• 06/04/2009 02:00

Cuando la esperanza es víctima de la política

No pensé en lo difícil que seria ser candidato en unas elecciones, especialmente cuando uno participa en el interior del país, en esas á...

No pensé en lo difícil que seria ser candidato en unas elecciones, especialmente cuando uno participa en el interior del país, en esas áreas olvidadas y que sólo son visitadas por los políticos cada cinco años.

Como candidato a diputado del Circuito 9—1, he visto cómo viven las personas en las áreas aledañas al corregimiento cabecera, y es lastimoso ver familias en casas de zinc, sin agua, con pisos de tierras y sin un centavo en el bolsillo para comer.

La política trae alegrías y tristeza, para los que son candidatos, quien triunfa celebra y quien pierde se lamenta, pero no vemos a los electores que en definitiva son los que eligen a los gobernantes. Pues, son los que esperan algún tipo de respuesta a sus muchas necesidades.

Ojalá hubiese un aparato que grabara el discurso de cada candidato, de forma tal que una vez salgan electos les recordara todos los días las promesas realizadas, para así poder entrar en su conciencia.

Muchos han visto cómo sus sueños se convierten en pesadilla o se desvanecen, una vez pasa el periodo electoral. Porque todas las promesas se las lleva el viento y los políticos se acomodan en sus cargos y no vuelven a voltear la mirada hacia esa gente que visitaron y que pasan hambre y sufren por no tener una ayuda a sus muchas necesidades.

Las esperanzas se vuelan una vez pasan las campañas.

Con el pasar del tiempo he visto cómo la gente tiene que esperar hasta la madrugada para poder tener agua potable, porque, teniendo ríos cercanos, las autoridades no piensan en la construcción de acueductos para resolver su situación.

La gente con sus casas de zinc, sólo ven pasar los materiales cuando los políticos se lo roban y se los llevan para sus fincas privadas.

Nadie cree en la esperanza de un pobre, los políticos de siempre buscan cómo rebuscarse con los fondos del Estado. Hay Diputados y ex diputados que se llenan la boca hablando de corrupción y han sido condenados por el uso ilegal de recursos del Estado. De esos hay en Santiago, quienes hablan como si fueran candidatos y quieren hacerse ver como víctimas, cuando todas las pruebas lo señalaban.

Al final, es hora de que ayudemos a la gente del campo y la ciudad, a volver a creer en la gente, pues no podemos permitir que la esperanza se pierda porque unos cuantos políticos corruptos se las quieren incluso robar al pueblo, especialmente a la gente de Santiago.

Por eso pido directamente a todos los lectores, que digan no a la reelección de ningún diputado, sea del partido que sea, para comenzar a hacer el verdadero cambio.

Así veo las cosas y así las cuento.

-El autor es candidato a diputado por Santiago.roberto_ruiz_diaz@yahoo.es

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