• 06/06/2009 02:00

Quien calla, ¿otorga?

Decir la “última palabra” significa varias cosas, algunas de ellas contradictorias.

Decir la “última palabra” significa varias cosas, algunas de ellas contradictorias.

La primera, que ya todos piensan que no hay nada más que decir. La segunda, que tal vez la última palabra era la correcta. Tercera, que en ocasiones la última palabra no era correcta, pero se impuso sobre los demás. La cuarta, que nadie añade nada no por falta de argumentos, sino por miedo, por cansancio, o por falta de tiempo.

Decir la “última palabra” no significa automáticamente tener la razón. Porque a veces no se ofrece una posibilidad de réplica, o porque se persigue a los que piensan de otra forma, o porque los sofismas eran tan buenos que engañaron a los “adversarios”.

Por eso, la frase “quien calla, otorga” , no es siempre verdad. A veces, la gente calla por miedo, o porque no tiene tiempo para seguir hablando, o porque tiene razón, pero no sabe cómo expresarla, o porque sus palabras no “caben” entre los lugares ocupados por sociedades que viven en la prisa.

Vivimos en un mundo lleno de palabras, muchas de las cuales vacías, engañosas, falsas. Otras son verdaderas, aunque no siempre estén en los mejores medios de información, aunque no sean asequibles para muchos, aunque queden sepultadas bajo toneladas de insultos y de desprestigio desde los ataques de grupos de poder enemigos del sano pluralismo y amigos de la imposición mediática.

No siempre quien calla otorga.

Hay silencios que dicen más que mil palabras. Hay miradas que denuncian el avance de la mentira sistemática. Hay héroes que sufren la denigración pública, pero que guardan un tesoro maravilloso de honradez, de verdad, de justicia.

Ese tesoro brillará un día, tal vez tras las fronteras de la muerte.

Entonces se verá qué palabras fueron engañosas y asesinas, y qué corazones vivieron en la luz de verdad. Será el momento en el que quien callaba hablará, y su frágil voz será un canto eterno de alabanza y de alegría.

-El autor es sacerdote y filósofo. Roma, Italia.fpa@arcol.org

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