• 08/07/2009 02:00

Expectativas ante el nuevo gobierno

El tema de las expectativas es un tema muy delicado, pues las mismas pudieran no tener ningún contacto con la realidad. Me contaba una p...

El tema de las expectativas es un tema muy delicado, pues las mismas pudieran no tener ningún contacto con la realidad. Me contaba una profesional de la sicología que sus padres la prepararon para recibir al matrimonio virgen, pero nunca la prepararon para las expectativas que debía tener de la relación sexual. Parecido a ello, a los votantes nos preparan para recibir a un gobierno desconocido, pero no nos enseñan qué esperar de él. ¿Qué podemos esperar del gobierno de Martinelli?

Muchos confundimos la educación con la acumulación de información. La acumulación de información es importante, pero no tan importante en un mandatario, como tener educación, es darle importancia a la educación. Me parece que existe una enorme coincidencia entre lo que piensa Martinelli y lo que la ciudadanía espera de él en materia educativa. Pues, el pueblo está sediento de una educación no solo formativa e informativa, sino también en valores. Y cuando salimos del tema educativo y nos adentramos en el tema de los valores la situación se pone más compleja y difícil, tanto para gobernante como para gobernados.

Si para una pareja es muy importante mantener un mínimo de valores comunes que la mantenga unida, el gobernante debe comprender que su papel no es transmitir sus valores a la población, sino poder administrar una sociedad democrática y pluralista, que por ser democrática y pluralista obliga al gobernante a respetar los distintos valores de los gobernados. Lo que nos lleva a otro concepto clave de la vida democrática: la tolerancia.

Además de la educación y los valores, toca al nuevo gobernante ordenar el tema de la salud. Entendiéndose que si en una pareja una de las partes está enferma, la otra hará todo lo posible por entender su enfermedad y ayudarla a curarse. Asimismo, el Estado tiene que comprender las necesidades de salud de la población, para poder tener planes preventivos y curativos para preservar la salud de los agremiados.

Decía alguien que para bailar tango se necesitan dos. Alguien más agregaba que si usted ve a una pareja bailar mal bolero, usualmente la mujer lo hace bien y el hombre, mal. Confiamos en que el señor Martinelli sabe bailar bolero y lo hará muy bien.

-El autor es abogado.malcoj2@hotmail.com

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