• 09/07/2009 02:00

Las promesas y el pueblo

En esta nueva etapa de la vida política de la República de Panamá nos encontramos con un gobierno ávido de cumplir con las promesas elec...

En esta nueva etapa de la vida política de la República de Panamá nos encontramos con un gobierno ávido de cumplir con las promesas electorales y un pueblo deseoso de que se concreten las mismas, pero es importante que el gobierno actúe con firmeza, cautela y una línea clara de lo que quiere y hacia dónde va, para que mañana no se presente la oportunidad de que el fantasma de los pseudolíderes extremistas se haga del poder y pasen cosas sobre las que después solamente nos tocará lamentarnos y llorar.

Es importante que sepamos que el fallo que dictó la Corte Suprema de Justicia sobre la no obligatoriedad del aval de un partido político para aspirar a ser presidente de la República abre la oportunidad para que al pueblo, que es el más sufrido, y que, según la teoría de la división de clases, constituye la mayoría de la población, le sea muy fácil accesar al poder sin la necesidad de que los ricos y poderosos, como dice el vulgo, aspiren a la Presidencia de la República, a pesar del dinero que tengan, porque la clase de abajo sabe y aprendió que ellos también pueden llegar.

El mensaje que quiero dejar en este artículo es que no permitamos por nada del mundo que el pueblo, que ha estado cansado de tantas promesas sin cumplir, se desencante una vez más, porque entonces sí que nos podrá pasar lo que mucha gente en Panamá comenta en voz baja y es la elección del “Mesías” de un pueblo sufrido, con la diferencia de que podría ser un líder completamente distorsionado, como los que este pueblo solo ha conocido en los países vecinos a través de los medios de comunicación, pero sin vivirlo en carne propia.

Es importante que el gobierno de turno sepa que para cumplir con todo lo prometido se hace necesario involucrar a la empresa privada, lo que estoy seguro que no será difícil, por las figuras que en este momento llevan el timón de la nave del Estado.

También es necesario tener el norte claro sobre lo que se quiere, que es un gobierno que se convierta en un verdadero facilitador, para que de esa manera se generen puestos de trabajo y así cumplir con la mayoría de las promesas hechas en la campaña política.

También quiero apelar a la oposición, para que sea honesta y responsable en sus críticas, que tenga como rumbo la crítica constructiva y deje la politiquería atrás, porque las elecciones ya pasaron, las próximas serán dentro de cinco años y ya habrá tiempo para hacer política.

Al presidente de la República, Ricardo Martinelli, un consejo: olvidémonos del pasado y si se dejaron bombas submarinas, a desactivarlas, y sigamos adelante, porque no queda tiempo para más cosas que cumplir con lo prometido y evitar, como dije antes, el nacimiento en el 2014 de un gobierno extremista por las promesas no cumplidas.

Es importante que a partir de este momento no se vuelvan a dar cierres de calles en la República de Panamá, porque en su mayoría son por promesas no cumplidas, dejadas en el olvido, y para esto debe haber un compromiso entre los designados por el Ejecutivo en los diferentes cargos públicos con la población de cumplir con los reclamos, si es que los hubiesen, y no permitir con diatribas y engaños que se den estos actos bochornosos, que al final hacen que la población no crea en nada, como ha pasado en los gobiernos anteriores, creando el descontento, la desesperanza y la frustración entre la gente que vive en este país.

-El autor es empresario y ex presidente de la SPIA.gerencia@carpenn.com

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