• 13/07/2009 02:00

De verdad que ‘sí se puede’...

Casi con la boca abierta por el asombro frente a una acción presidencial inédita en la historia nacional, comunicadores sociales dieron ...

Casi con la boca abierta por el asombro frente a una acción presidencial inédita en la historia nacional, comunicadores sociales dieron testimonio del inicio del cumplimiento de una promesa electoral del presidente Ricardo Martinelli en Amador en el área de relleno desarrollado por el “inversionista” Jean Figali, para los propósitos de construir y operar allí una “marina”, mediante una concesión otorgada por el gobierno.

Martinelli determinó ordenar la paralización de las obras, con base en dos puntos de lógica excepción con respecto a las cláusulas contractuales. Primero la extralimitación sin autorización en las obras de relleno que se han realizado, desarrollándolas el doble de lo pactado y segundo por una morosidad que ya sobrepasó la “friolera” de $16 millones, que a una tasa normal de interés bancario ya le deben haber redituado al menos el doble. O sea, que estaba haciendo más dinero para él con la plata del pueblo panameño.

Los panameños tenemos que sacarnos el dedo de la boca, pues aquí llega cualquiera y con el “cuento chino” de la inversión se nos mete y comienza a hacer dinero, casi siempre de modo inescrupuloso, a expensas de bienes de nuestro conglomerado social. Al poco tiempo uno los encuentra exigiendo que sus contratos sean “equiparados” con otros que, a su gusto y conveniencia, tienen ventajas que no existen en los suyos y, generalmente, tal y como ha sido la historia, las anteriores administraciones han terminado dándoles más y más con el otro cuento chino de la “seguridad jurídica”.

Por eso es que fue agradable escuchar a la vocera presidencial, Judy Meana, expresando que ese “otro cuento chino” de la equiparación “No va más” , dado que el Estado tiene todo el derecho de hacer contratos diferentes con diferentes empresas o personas y que no se aceptará más el chantaje de la “equiparación”.

Razón tenía el ex presidente Torrijos cuando dijo en campaña que “Sí se puede” ; lo lamentable es que tuvo que llegar el gobierno del cambio para demostrar esa verdad de que “Sí se puede”. La acción, a juicio de la cúpula del actual gobierno, no se centra en acciones contra el llamado Grupo F, sino a favor del Estado, que debe resarcirse de los bienes que la naturaleza nos ha brindado, sin permitir que algunos “empresarios inescrupulosos” se llenen las alforjas, introduciendo recursos jurídicos en despachos donde es un secreto a voces que mantienen mucho nivel de influencia.

Ahora, le corresponderá el turno a otros que han utilizado aquello de la “equiparación” para cambiar los contratos originales, pero siempre a su favor. Esa política de Martinelli, que bien lo dijo al inicio de su gestión, “será enérgica, más no fina” , es la que el país requiere para acabar con tanta impunidad entre los que disfrutaron de las ventajas de amigos y socios disimulados en las altas estructuras del gobierno anterior. Y seguramente.. viene más.

*Periodista.erluga@cwpanama.net

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