• 31/07/2009 02:00

Cobija de la Carrera...

La reforma de la Ley de la Carrera Administrativa propiciada por el actual Gobierno ha constituido una confrontación entre los partidari...

La reforma de la Ley de la Carrera Administrativa propiciada por el actual Gobierno ha constituido una confrontación entre los partidarios del PRD y los que integran la alianza oficialista de Gobierno. El problema se debatió ampliamente en la Asamblea Nacional, en donde se escenificaron bochornosos actos de violencias verbal entre los diputados de ambas bancadas, que llevaron sus barras para tratar de presionar a los diputados para que aprobaran o rechazaran dicha Ley.

Hay que mirar este asunto con una óptica netamente política, porque la Carrera Administrativa la han convertido los distintos gobiernos en un paraguas para amparar a sus copartidarios de la botadera que frecuentemente se registra en cada nuevo gobierno que asciende al poder; por ello la esencia misma de la Carrera Administrativa ha perdido todo su valor, respeto y consistencia.

Lo que supuestamente surgió en la mente de los gobernantes, en función de darles estabilidad a los empleados públicos, se ha ido degenerando durante las últimas administraciones en una cueva política para amparar a los funcionarios sin los requisitos de antigüedad, educación, experiencia e idoneidad que requiere cada cargo. Llegándose al extremo de adjudicarles altísimos salarios a personas que no tienen la capacidad ni la actitud para merecerlo, solo porque se toma en cuenta el grado de familiaridad, amiguismo o simpatía política.

Ahora nos encontramos con que la Ley de la Carrera Administrativa ha sido reformada y los militantes del PRD favorecidos con ella sin cumplir los requisitos exigidos por la misma están en el filo de la navaja, porque esperan que de un momento a otro sean vueltos en las calles, mientras los copartidarios del actual gobierno pasan a ocupar los puestos que obtenían los que fueron favorecidos por el gobierno de Martín Torrijos, esto demuestra que la Carrera Administrativa no es más que una piñata política para favorecer a quienes logren romperla y repartir todas las pastillas azucaradas que contiene el botín.

*Periodista.havagal21@hotmail.com

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