• 17/08/2009 02:00

De cintas y autopistas

La principal causa del problema de tránsito de la Ciudad de Panamá es la forma de “chorizo delgado” en la que ha sido obligada a crecer....

La principal causa del problema de tránsito de la Ciudad de Panamá es la forma de “chorizo delgado” en la que ha sido obligada a crecer. Esta ciudad ya se extiende desde Pacora hasta La Chorrera, una distancia en línea recta, de Este a Oeste, de más de 60 kms. En cambio, de Sur a Norte, del Pacífico al Atlántico, solo se extiende por la carretera Transístmica, de Juan Díaz a Chilibre, unos 22 kms., a través de un cordón angosto. En la mayor parte de la ciudad, su extensión de Sur a Norte es de solo un promedio de nueve kms. ¡Sesenta kms. de largo y nueve kms. de ancho!

Mientras no nos decidamos a dirigir el crecimiento de la ciudad hacia el Norte, para tratar de convertir el “chorizo delgado” en un círculo, las medidas que se tomen para resolver el problema del tránsito solo serán paliativos, ya sea que se le llame metro, cinta costera o corredores. Solo hemos entrado a la Zona del Canal para hacer negocios, portuarios o inmobiliarios, en Balboa, Albrook y el “Causeway” ; pero no para planificar el crecimiento de la ciudad de Panamá.

El metro, en su momento, aliviará el problema. La Cinta Costera ha reducido los tranques en su área de influencia y los corredores han resuelto los problemas de tránsito en una buena parte de la ciudad, los días que han sido abiertos libres de costo a los usuarios. Durante su funcionamiento normal, cobrando peaje, los tranques ocurren, cada vez con más frecuencia, dentro y fuera de los corredores. No es difícil imaginar lo inútil que sería la Cinta Costera si se cobrara peaje para usarla y los tranques que se producirían dentro y fuera de la misma.

En las horas pico, se producen molestosos tranques en casi todas la casetas de pago de los corredores. Esto causa gastos de combustible y desgaste innecesario a los vehículos de los usuarios, cuyos recursos les alcanza para pagar los corredores. Los conductores, cuyos recursos no son suficientes para pagar los altos peajes que cobran los corredores, sufren tranques aún mayores, al usar las pocas vías libres de peaje disponibles, y sus vehículos les ocasionan gastos de combustible y desgaste aún mayores.

Todos estos gastos de combustible y desgaste de vehículos se evitarían si los corredores fueran libres de peajes y tal vez, dentro del contexto global de la economía, podrían generar recursos necesarios para que la Nación adquiera estos corredores de la injusticia social. Otra medida que debe tomarse lo antes posible es la auditoría de los estados financieros de estos corredores para determinar si sus ingresos ya pagaron sus costos.

La Nación debe garantizar igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. Esta es la base fundamental de la justicia social y de la democracia. No debe haber autopistas y corredores para los ricos y vías estrechas y congestionadas para los pobres.

*Empresario.opinion@laestrella.com.pa

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