• 07/10/2009 02:00

¿El cambio dónde está?

Se cumplen los primeros cien días del gobierno de la Alianza por el Cambio, presidida por Ricardo Martinelli, plazo establecido por ello...

Se cumplen los primeros cien días del gobierno de la Alianza por el Cambio, presidida por Ricardo Martinelli, plazo establecido por ellos mismos para mostrar al país un gobierno diferente a los anteriores. Pero la pregunta que empieza a hacerse por todos lados es: ¿Y el cambio dónde está?

¿En qué ha mejorado la vida del pueblo panameño en estos cien días? En nada. ¿Acaso hay mayor seguridad y menos delincuencia? La situación está peor. ¿Se han congelado los precios de la canasta básica y aumentado los salarios? ¡Por supuesto que no! ¿Mejoró el transporte público? Tampoco. ¿La salud pública y la educación han recibido un impulso hacia una mayor cobertura y calidad? ¡Qué va!

El gobierno empezó con acciones “ espectaculares ” contra los eternos privilegiados y luego rebajó sus exigencias, porque solo persigue aumentar los impuestos para pagar deuda a los bancos. Las reformas tributarias afectan más a la clase media que a los oligarcas y reflejan la doble moral: baja de aranceles para beneficio de los importadores, como los 99, pero afectando a los productores de las provincias centrales; aumenta el impuesto al tabaco, pero no a los licores, para no dañar los negocios del vicepresidente.

El único programa social que puede presentar como un logro es el de “ 100 a los 70 ” (demasiado poco y demasiado tarde para la mayoría de nuestros ancianos), pero a costa de haber paralizado los principales programas sociales del MIDES, entre ellos.

Ni siquiera en el combate a la corrupción se aprecia ningún cambio significativo, pues el único que ha pagado los platos rotos es el más limpio de los ex ministros de Torrijos, Belgis Castro, mientras que los que se hicieron millonarios siguen por ahí. Ya empezaron a estallar los primeros escándalos de corrupción en el nuevo gobierno, destacándose el flamante alcalde norteamericano de la ciudad de Panamá y los millones en contrataciones directas.

El pueblo, que tiene 20 años esperando la resolución de sus problemas, no le concedió los cien días de tregua. Pero a las demandas populares la única respuesta ha sido la represión. Ninguna solución.

En política exterior el retroceso ha sido mayor: volvimos a la época del “ protectorado yanqui ” y del “ yesman ” hacia Washington. Los viajes faraónicos a Italia y Estados Unidos lo único que han traído es la posibilidad de reeditar las bases militares que el pueblo panameño sacó en 1999, luego de casi cien años de luchas. El colmo ha sido el respaldo expresado por el canciller — vicepresidente Varela a los golpistas hondureños.

Pero en estos cien días sí ha empezado a cambiar algo: ha empezado el proceso de inscripción del Partido Alternativa Popular, la esperanza de una verdadera transformación política y social, con Juan Jované a la cabeza. Y aunque este cambio todavía es incipiente, a la fecha contamos con poco más de 2,500 adherentes, es un paso en la dirección correcta.

*Sociólogo.olmedobeluche@hotmail.com

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